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Por Liev Contreras

A mediados de este mes, facciones de la burocracia estudiantil de UNEN volvieron a protagonizar vergonzoso enfrentamientos, los cuales son ajenos a la generalidad del estudiantado; y aunque ambos se acusa mutuamente de “corruptos” y de “quererse perpetuar”; lo cierto es que la lucha intestina se genera por la lucha de ambas facciones por controlar el “presupuesto” de la UNEN.

Un poco de historia

El movimiento universitario por su realidad objetiva, ha estado históricamente a la vanguardia en las luchas sociales. En Nicaragua criticó duramente a la dictadura somocista, arrancándole la Autonomía Universitaria en los años 50 del siglo pasado. Desde las aulas universitarias se gestaron movimientos opositores, y muchos pasaron de los salones a la montaña a combatir a la Guardia Nacional.

En la década de los 80 el movimiento universitario fue un núcleo ideológico del gobierno sandinista, y en este período es que el FSLN pasa a ejercer un control partidario – verticalista de las asociaciones estudiantiles. Luego de la derrota de la revolución, en 1990, se operó un cambio cualitativo en el movimiento estudiantil: el FSLN al ser expulsado del gobierno en las urnas, optó por una táctica de acaparamiento de todas las estructuras sociales: sindicatos, movimientos campesinos, etc. El movimiento estudiantil no fue la excepción, innumerables cuadros del FSLN fueron “inyectados” en las universidades a fin de garantizar el control del FSLN y ayudar a su táctica general de “gobernar desde abajo”.

Un movimiento utilitario

En la primera mitad de los años 90 del siglo pasado, el FSLN para resistir la embestida del neoliberal gobierno de Violeta B. de Chamorro, utilizó a todas las organizaciones de la clase obrera (sindicatos) y del movimiento estudiantil (UNEN) para presionar al Gobierno. Las famosas “asonadas” que se protagonizaron en contra de las “medidas neoliberales” del Gobierno de Chamorro, no eran más que la utilización coyuntural que hizo el FSLN para “golpear la mesa” para negociar cuotas de poder.

Así vimos numerosas huelgas de trabajadores de la educación, salud y luchas universitarias ser utilizadas por el FSLN, para luego negociar la protección de sus cuotas de poder y sus intereses económicos (la “piñata”). En el caso particular de la UNEN, ésta organización lideró de grandes protestas en busca de lograr el reconocimiento constitucional de la cuota presupuestaria del 6%. Esta lucha costo fuego y sangre, la movilización de 1995 duró más de 70 días y costó la vida de 2 estudiantes universitarios a mano de la policía sicaria del gobierno.

El cambio…

De esas fechas para acá, el cambio dentro de las estructuras universitarias es profundo y mortal… Las burocracia antidemocráticas que se imponen en UNEN por medio de elecciones corruptas y manipuladas, encuentran, precisamente en el presupuesto que le costó sangre al movimiento, una forma de vida. La democracia en los recintos universitarios es un “fantasma”… nunca ha existido.

Personajes incapaces, pero con una disciplina partidaria indiscutible, como Bismark Santana, Jasser Martínez y César Pérez, han gobernado UNEN en la última década. Todos fortaleciendo más que su predecesor, el sistema vandálico, prebendarlo, partidista y antidemocrático que les permitiera mantenerse “administrando” los fondos de UNEN.

La descarada falta de democracia

César Pérez, de 41 años y quien lleva 20 de ellos siendo “dirigente” estudiantil convocó a un “Congreso Universitario” donde unos 200 de sus dirigentes simpatizantes, aprobaron que las elecciones de UNEN nacional que debían realizarse este año, fuesen pospuestas un año más: “Las reformas se dan porque la forma de elección ya no es eficaz. Mil delegados van a elegir a la junta directiva nacional. Los candidatos son espontáneos, no hay límites, cualquiera puede participar. No existe reelección en el movimiento estudiantil. Es totalmente falso que estamos buscando un proceso de reelección” (La Prensa.-19/02/2008)

La falta de democracia es noticia vieja en las universidades; más sin embargo el actuar de Pérez provocó malestar entre otras facciones de la burocracia que se le oponen, generado actos de violencia: en el propio “Congreso Universitario” que le dio “luz verde” a Pérez; luego en febrero cuando simpatizantes de Pérez se tomaron un edificio de la UNAN-León en protesta contra Manuel Ruíz, dirigente de dicha universidad que también lucha por perpetuar en su cargo. Y finalmente, el acaecido este mes y que terminó con la oficina de UNEN destruida y quemada.

Las críticas a Pérez

Los opositores a César Pérez señalan que: “César no puede seguir al mando, no ha coronado ni un sola carrera universitarias, no es representativo; es una élite de corrupción dentro de las universidades” (La Prensa.-07/02/2008) Pérez maneja C$ 220 mil córdobas mensuales de presupuesto, además tiene un importante poder de distribución, pues se encarga de tramitar y repartir las becas estudiantiles, lo que provoca un verdadero sistema prebendario.

Estas mismas críticas, son a su vez esgrimidas por Pérez contra sus detractores, señalando que Manuel Ruíz manejó más de 130 mil córdobas en presupuesto en el 2008: “Pero no sabemos en qué lo gastó porque no ha hecho rendición de cuentas” (La Prensa.-22/01/2009)

Pleito entre facciones burocráticas partidarias

La burocracia de UNEN no es homogénea, cada facción busca desplazar a la otra bajo señalamientos de corrupción y malversación; pero no como una lucha por la democracia y representatividad, sino como una lucha por el control del aparato económico-político.

Estas facciones son apoyadas por cuadros y militantes sandinistas. En resumidas cuentas, UNEN es un escenario más donde facciones del FSLN se encuentran en disputa por obtener recursos y ventajas sobre sus rivales. Ambos grupos no se sonrojan al confesar su más ciega obediencia a las cúpulas sandinistas. Saúl Cajina opositor a Pérez señaló: “Somos sandinistas revolucionarios, pero en todos los partidos políticos de izquierda existen personas oportunistas y personas que están por convicción y principios como nosotros, vamos a limpiar este gremio, vamos a hacer una limpieza total de la UNEN con el objetivo de que siga existiendo un movimiento estudiantil digno, capaz ante cualquier situación que se presente” (La Prensa.-16/012/2008)

Por su parte Pérez se proclama el ungido de la pareja presidencial: “Nosotros nos subordinamos únicamente a Daniel Ortega, después de ahí, nadie nos manda. Lo que nos diga Daniel que hay que hacer, nosotros lo hacemos. (…) No vamos a entender esto como una señal de que es el Estado, el Gobierno, el que está en contra del movimiento estudiantil. Sería antinatural pensar eso” (La Prensa.-19/09/2008)

Sin embargo, la pugna actual es azuzada por cuadros del propio FSLN; Pérez ha señalado a Jasser Martínez (ex presidente de UNEN y diputado) de estar tras los piquetes en su contra: “Jasser Martínez es cualquier cosas para mí, él está financiando a esos chavalos, ponete a pensar que movilizaron buses, camionetas, parlantes, ese dinero se los da Jasser” (El Nuevo Diario.-13/03/2009)

El rector de la Universidad Agraria (UNA) y presidente del Consejo Nacional de Universidades, Telémaco Talavera ha reconocido la “influencia” de sectores externos y declaró que las protestas están siendo: “aprovechadas, promovidas y financiadas por grupos o sectores externos interesados en crear un clima de desestabilización en las universidades aglutinadas en el CNU, con el objetivo de controlar el destino de las instituciones y organizaciones universitarias para imponer particulares propósitos” (La Prensa.-17/03/2009)

¿Qué hacer?

Hace muchas lunas UNEN dejó de ser una organización gremial representativa y combativa. Las universidades han dejado de ser un foro de discusión democrático y representativo de la sociedad, para transformarse en un feudo de las burocracias partidistas impuestas por el FSLN; donde el mayor mérito es ser “fiel partidario” de los lineamientos de la pareja presidencia Ortega-Murillo, dejando de un lado el mérito académico.

UNEN pareciera estar condenada sin remedio, no posee credibilidad ni representatividad alguna. Sin embargo, los estudiantes no debemos quedarnos de brazos cruzados; necesitamos una Asociación Estudiantil que realmente nos represente y sea democrática. Una simple reforma de los Estatutos de UNEN no podrán acabar con años de corrupción y mafia, por lo que debemos avanzar a crear una Asociación Estudiantil independiente donde converjamos todos los estudiantes sin diferencia de credo político, clase social, religión, etc. Debemos avanzar hacia el fortalecimiento de la Democracia directa, donde las Asambleas por Facultad y Recinto decidan todas y cada una de las decisiones y acciones.

UNEN está “chorreando sangre”, pero no terminará de morir mientras no se de paso a algo nuevo. En algunas universidades ya existen grupos de jóvenes inconformes con UNEN, pero que carecemos de organización para hacerle frente a este monstruo, por lo que la unidad será nuestra mejor arma. Agrupaciones como “NO” o “Puente” son renuentes a crear organizaciones más avanzadas, actitud que deben revisar, pues la lucha por la democracia en nuestro país, pasa por recuperar la democracia en las aulas de clases.

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