Por Melchor Benavente

A diferencia de los últimos  4 años (2008, 2009, 2010 y 2011), en que la conmemoración de la fecha del 1 de Mayo se realizaba unos días antes, en este año 2012 las centrales sindicales  convocaron a última hora a celebrar el 1 de Mayo, en la fecha original.

El oficialista Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), que agrupa a los sindicatos controlados e influenciados por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), convocó a realizar diferentes marchas desde los barrios para concentrarse en la sede del Centro de Promoción, Investigación y Desarrollo Rural (CIPRES), frente a la Universidad Centroamericana (UCA)

El medico Gustavo Porras, sempiterno dirigente del FNT, anunció que marcharían para protestar por las intenciones del FMI de aumentar la edad de jubilación a 65 años y aumentar el número de semanas cotizadas de 750 a 1500; que se respete el dictamen original del proyecto de Código Procesal Laboral (que por cierto ya fue negociado con el COSEP).

Marcha fúnebre

La marcha del FNT no llegó a realizarse porque el fallecimiento del comandante Tomas Borge Martínez, uno de los fundadores del FSLN, hizo que las marchas se desviaran al Palacio de la Cultura, frente a la Plaza de la Revolución, y se convirtieran en una marcha fúnebre.

No se pudo distinguir la marcha por reivindicaciones de los trabajadores, una celebración propiamente obrera, con el dolor de la militancia sandinista que había perdido a uno de sus comandantes, y que acongojados desfilaban ante el féretro de Tomas Borge que se encontraba en capilla ardiente.

La marcha de la Tenderí

Las debilitadas centrales sindicales de la derecha, agrupadas en el Congreso Permanente de los Trabajadores (CPT), convocaron a su propia marcha, reuniendo a pocas centenas de afiliados, que salió del semáforo de la Colonia Tenderí hasta el parque de la Colonia Salvadorita, recorriendo un trecho de unos 2 kilómetros, en Managua.

Programas similares, excepto los salarios

El programa de reivindicaciones que levantaron las centrales del CPT es similar al del FNT, quizá la única gran diferencia es la cuestión salarial.

Luis Barbosa, dirigente del FNT en el sector de la construcción, alabó las políticas del gobierno sandinista: pasaje urbano en Managua a 2, 50 córdobas (10 centavos de dólar), tarifa eléctrica subsidiada a familias pobres que consumen de 150 KW al mes, el Bono Solidario de 700 córdobas (30 dólares) a trabajadores que ganan menos de 5,000 córdobas (215 dólares) y la oposición al aumento de la edad de jubilación.

La gran diferencia entre el CPT y el FNT es el aumento salarial. Mientras el CPT demanda aumento de salarios acordes a la canasta básica, el FNT diluye el problema argumentando que cuando Daniel Ortega asumió el gobierno en el año 2007, el salario mínimo era de 1400 córdobas (60 dólares)  y ahora es en promedio de 3000 córdobas (130 dólares) en la industria manufacturera. Si bien es cierto se ha producido un aumento nominal, los precios han devorado estos pequeños incrementos salariales.

La gran ausente: trabajadoras de las maquilas

La clase obrera industrial que se originó con el Mercado Común Centroamericano (MCCA) ya no existe, lo que ha debilitado a las centrales obreras. Esta fue sustituida por una nueva y joven clase obrera de las maquilas, que tienen un bajo nivel de organización, que agrupa a 105,000 trabajadores, siendo un 80% mujeres.

El gran desafío de los socialistas centroamericanos en Nicaragua es contribuir a la elevación del nivel de organización y de conciencia de esta nueva clase trabajadora de las maquilas.

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