represion en la embajada

Por Maximiliano Fuentes

En la modernidad, la ciencia y la filosofía  vislumbraban progreso y felicidad. A partir del desarrollo de la ciencia el hombre encontraría todas las formas posibles para intervenir en la naturaleza y perpetuar su existencia. La ciencia nos proporcionaría todas las herramientas para desarrollar y crear nuestras condiciones de existencia, de igual manera nos permitiría planificar un nuevo orden social. No obstante, lo que no se planteaban la mayoría de estos filósofos es que la ciencia se convertiría en uno de los elementos de destrucción social. Con esto, nos referimos fundamentalmente a la guerra, dejando a un lado la destrucción del medio ambiente que también repercute en las ciencias.

Paradójicamente, dentro del modo de producción capitalista los mejores científicos se reclutan para tareas o actividades cuyo fin es la destrucción. Con esto no queremos obviar que la industria militar no ha traído grandes beneficios  al desarrollo de las ciencias médicas, la topografía, la química, la física, la genética, la biología, etc., Pero también ha traído grandes peligros, hasta el punto de crear armas de destrucción masiva, es decir aquellas armas que acabarían con la especie humana o que perjudican su calidad de vida.

En esa línea, es decir en la indebida utilización de los recursos que nos proporciona la ciencia, queremos detenernos para denunciar la profunda violación a los derechos humanos por parte del gobierno ilegitimo de Roberto Micheletti a través de la emisión de gases altamente tóxicos a los manifestantes que acompañan al Presidente Zelaya.

La represión por parte de la dictadura cívico militar ha incorporado en su lucha contra el movimiento de masas recursos tecnológicos de primer nivel.

El día martes y miércoles de esta semana, el ejército y la policía de Honduras, sometieron a una exposición con gases tóxicos a miles de manifestantes que se encontraban en las inmediaciones de la embajada de Brasil.

Los gases rociados contenían cesio 132 “…para provocar vómitos con sangrados de nariz y en la orina...” En ese mismo sentido, la policía nacional, desde los comienzos de la lucha empezó a rociar con gas pimienta con el objetivo de dispersar a los manifestantes. Es importante mencionar, que el contacto directo con estas sustancias causa un fuerte ardor en la laringe, una tos continua, irritación de la garganta, grandes molestias en las vías respiratorias e inflamaciones. El efecto puede durar entre 30 y 60 minutos dependiendo la cantidad de gas pimienta que se tira. Es lícito recalcar, que si bien es cierto, que el gas lacrimógeno es  de características similares, su composición es diferente ya que el gas pimienta contiene sustancias químicas como Capsaicina y Pelargonic acid morpholide.

Esta comprobado, que las exposiciones y inhalación de los gases pimientas no resultan letales, sin embargo, los casos en los que si pueden serlo es en aquellas personas que sufren de asma, ya que al dificultarse la respiración le puede ocasionar la muerte. Por cierto, se ha declarado de forma oficial, el fallecimiento de una compañera de la resistencia por la inhalación de gas pimienta. Se hace necesario manifestarles, que uno de los análisis químicos realizados por especialistas a una de las muestras recolectadas en las cercanías de la embajada de Brasil, contenía concentraciones arriba de lo normal de amoniaco que es utilizado como base del gas pimienta.

Concentración entre 100 y 200 PPM (partículas por millar), Cianuro de Hidrogeno o Acido cianhídrico HCN, el cual produce reacción rápida al inhalarlo cuando entra en contacto con el hierro que tenemos en la sangre, además de ello produce vértigo, nauseas, dolor abdominal, cefalea, y dificultadas respiratorias.

Esta mezcla de sustancias corresponden al desarrollo de la tecnología militar, por cierto prohibida por los tratados internacionales, dado que  exponerse a ellos por un periodo prolongado es letal para casi cualquier organismo vivo.

Otras de las sustancias utilizadas son aquellas que contienen las bombas lacrimógenas, por cierto, igual de perjudiciales. Estos gases son compuestos por  hidrocarbonados solubles en grasas, que por sus efectos son utilizados para dispersar manifestaciones. Pueden ser considerados como armas químicas.

Los gases lacrimógenos causan enrojecimiento de los ojos, espasmo de los párpados que obliga a cerrarlos, lagrimeo, irritación de las vías aéreas causando dificultad para respirar, tos, nauseas y vómitos. Sobre la piel pueden causar quemaduras.

Pese a lo anterior, como si fuera poco, la burguesía hondureña con la conspiración de Romeo Vásquez Velásquez  ha adquirido unos platos que emiten radiaciones sonoras. Estos aparatos, son utilizados y desarrollados por el sistema de inteligencia israelí, y emiten ondas de radiación que producen lesiones físicas y psicológicas. Las reacciones mas comunes son la perdida de equilibrio, dolor intenso de cabeza, alteración nerviosa, y pueden provocar infecciones en los oídos.

Frente al recrudecimiento de la represión y la utilización de tecnología militar el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hace un llamado a las organizaciones sindicales, al Bloque Popular y la Coordinadora Nacional de de Resistencia Popular (CNRP) para que forme de manera inmediata un amplio comité de autodefensa.

Este comité, debe estar compuesto por personas capacitadas, entrenadas, formadas y equipadas para hacerle frente a estas nuevas formas de represión que causa daños toxicológicos, fisiológicos y psicológicos.  De igual manera, se hace necesario crear estas estructuras en los barrios y las colonias, los sectores más combativos deben estar al frente, dotarlos de equipo para asegurar los perímetros de nuestros barrios y colonias. De igual forma, se deben crear comités de atención médica, grupos de profesionales de la medicina para que presten atención a aquellos que más lo necesiten.

Estos deben de dotarse de aquellos reactivos que neutralicen las propiedades químicas de los gases que emanan las armas de la policía y del ejército.

Si bien es cierto, las marchas de la resistencia son pacificas y se trata en la medida de lo posible de no confrontar a los cuerpos represivos, estos atacan con todas sus fuerzas, disparan a mansalva, no respetan edad, sexo, profesión u oficio, todo miembro de la resistencia está expuesto a ser reprimido, golpeado y asesinado. Es por todo ello, que se hace necesario tomar todas las precauciones debidas, además es importante recurrir al legítimo derecho de la autodefensa. No deseamos más mártires en nuestras filas, recurramos a la defensa de la vida y de nuestro patrimonio.

Por ultimo, les recordamos que la ciencia es un producto social, es el recurso que tenemos los trabajadores para programar y planificar nuestras luchas contra el gobierno usurpador, la ciencia pueda estar al servicio de nuestra emancipación y no solo puede entenderse como un producto único de los represores.

Por la creación de comités de autodefensa

Luchemos fuertemente por el derrocamiento de la dictadura cívico militar

¡Viva la lucha heroica del pueblo hondureño!

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