afiche-CU

Por Andrés Flores

Ante los últimos sucesos dados en Honduras y partiendo del ingreso de José Manuel Zelaya a tierras hondureñas, la actual crisis política toma un nuevo rumbo, y viene a presentar una amplia y especial perspectiva para el movimiento de masas en nuestro país.

La actualidad en Honduras.

Honduras pasa hoy por hoy, uno de los momentos claves para poder derribar la actual dictadura del régimen político militar encabezada por Roberto Micheletti, la cual fue perpetrada desde el 28 de junio del año en curso por los grupos de poder que dominan  en nuestro país, dando de este modo un retroceso en el  sistema democrático, al quebrantar el orden constitucional burgués que se mantenía vigente en esta nación.

Es necesario tomar en consideración que esta realidad se ve potenciada y a la vez condicionada por la presencia del señor presidente constitucional de la república, José Manuel Zelaya, el cual después de más de 85 días de permanecer fuera del país, ingresa  pasando por desapercibido a los mecanismos de vigilancia que el actual régimen mantiene para preservar y garantizar la seguridad del mismo, desatando una ola de conmoción y reavivamiento en los sectores que se mantienen actualmente en resistencia.

El movimiento de masas en nuestro país actualmente dirigido por el Frente Nacional de Resistencia en Contra del Golpe de Estado (FNRCGE), pasaba por una crisis toral, ocasionada por una dirección horizontal que daba largas al asunto, dependiendo exclusivamente de los intentos fallidos de ingreso al país del presidente Zelaya, quedando esto evidenciado ante las masas  por la falta  de acciones concretas que hicieran tambalear el actual régimen espurio, dando como resultado un factor determinante: el desgaste de los y las compañeras que hasta el día de hoy se mantiene en resistencia ante la actual coyuntura .

El factor Zelaya, ¿Beneficioso o perjudicial?

Sin lugar a dudas el movimiento de masas sufre con el ingreso de Zelaya a la nación un reavivamiento en sus filas, y en sus métodos de  lucha, ya que dicho factor no era contemplado por el actual gobierno de facto y viene a ser el revulsivo que el movimiento popular debe aprovechar para establecer de una vez por todas una verdadera dirección vertical que decida tomar las acciones que desde el inicio del actual conflicto han sido presentadas ante esta instancia, y que  hasta el día de hoy toman verdaderos matices de poder ser realizadas.

Medidas descabelladas o simplemente desesperación.

El actual gobierno de facto, se ha encargado de inculpar y desprestigiar al movimiento popular y su resistencia ciudadana, para tratar de encontrar mediante acciones justificadas el porqué de su proceder bajo el uso de  mecanismos represivos propios de un régimen dictatorial e impuesto por la fuerza, dicho sea de paso, apelativo que hasta el día de hoy intentan desmentir  ante la comunidad internacional.

Es ahora el momento de mayor tensión por el cual  ha pasado el actual régimen de facto, ya que  es inminente e irreversible el proceso de  insurrección popular que atraviesa la sociedad hondureña, avance  que debe llevar a la actual dirigencia de las organizaciones, movimientos y partidos de izquierda que hay en el país a replantearse en base a cómo dirigir y canalizar la fuerza de este gran movimiento que se encuentra en un constante crecimiento tanto político como ideológico, a partir de este proceso pre revolucionario dado bajo circunstancias atípicas.

Es el momento de una verdadera ¡¡Huelga General!!

Es hoy el momento para  que el actual movimiento popular tome ya la decisión de irnos a una verdadera  ¡¡Huelga General!! Que sea compuesta por todos los sectores de lucha que hoy resisten en nuestro país y por aquellos que todavía no se han incorporado a este proceso nacional de resistencia al actual golpe de estado.

Debemos hacer un enérgico llamado a la dirigencia de las Centrales Obreras de nuestro país, para que mediante total acuerdo lleven a sus bases la propuesta de una Huelga General, y sean estas las que decidan el método y aprobación de esta tan importante acción que es, sin objeción alguna la única salida que tiene la clase obrera de nuestro país para derrocar a este espurio golpista que hoy reprime y asesina a nuestro pueblo con la mayor de las alevosías y premeditaciones en las calles de nuestro territorio patrio.

Este proceso debe ser acuerpado por todos los sectores organizados y no organizados que existen en nuestro país, buscando una verdadera unidad de acción que lleve y re direccione  la actual lucha a un contexto verdaderamente amplio,  que va más allá de la simple restitución de un presidente, o la vuelta al “orden constitucional” que imperaba en nuestra nación.

El país cuenta con un movimiento de masas en continuo crecimiento que aceleradamente va tomando el verdadero rol que debe desempeñar en la actual coyuntura nacional, siendo este el factor determinante para poder llevar a cabo este proyecto de Huelga General.

Es el verdadero pueblo el que hoy resiste, sean estos maestros, médicos, enfermeras, obreros, estudiantes, vendedores ambulantes,  campesinos, artistas y amas de casa, los componentes que hoy defienden esta nación de la tiranía y opresión que los grupos de poder ejercen e intentan poder seguir ejerciendo, sobre este pueblo que hoy comprende que la lucha no es por la defensa de  partidos políticos, ni por la protección a   individuos, sino por buscar un verdadero estado de derecho en el que el pueblo sea primero  y logre gozar de lo que por ley le pertenece.

Es el pueblo que hoy está en las calles es el llamado a la toma del poder.

En la actualidad no cabe lugar a dudas, sobre quien es el llamado a tomar y hacer suyo el poder. Ciertamente es el pueblo, el que se encuentra resistiendo en las calles, es el único y exclusivo dueño de esta oportunidad, es este mismo pueblo y sus organizaciones quienes deben tomar el lugar que hoy por hoy se han ganado, producto de la lucha directa contra el actual sistema burgués que amparado en viejas y corroídas leyes, se resiste como gato panza arriba a soltar las innumerables series de beneficios que ha obtenido de nuestro débil y casi inexistente estado de derecho, el cual poseedor de una constitución que vergonzosamente ha sido utilizada para crear y establecer las mejores condiciones para la auto preservación de estos grupos de poder.

Es el pueblo quien deberá impulsar y promover desde sus mismas entrañas una nueva Constitución de la República, son sus bases quienes  deberán conformar y dictar mediante una Asamblea Nacional Constituyente Amplia y Democrática el contenido de esta nueva Carta Magna,  basada en los principios básicos de “Pan, Paz y Trabajo”,  encaminados en llevar a este nuevo estado a ser propio del pueblo y que es  a quien  deberá responder.

El pueblo hondureño, hoy por hoy, ya no es aquella masa inmersa en la ignorancia, ya no es aquel grupo de individuos que desconocía el verdadero poder de sus acciones y por ende la magnitud de su importancia. Hoy el pueblo hondureño es una voz unísona que se levanta y exige una verdadera democracia, rompiendo con los dogmas creados sobre el bien común y siendo a ciencia cierta sincero, hoy por hoy el pueblo hondureño es el motor de la lucha en las calles, el lugar donde se construye la Verdadera Patria … ¡¡¡¡¡¡ Honduras Resiste !!!!!

¡¡Que es lo que quiere la gente, Asamblea Nacional Constituyente!!

¡¡ Ante el golpe militar, resistencia popular!!

¡¡Después del golpe militar, el pueblo debe gobernar!!

Hemeroteca

Archivo