Por Sebastián Ernesto González    

Pasaron las elecciones internas del nueve de marzo 2025 de los tres principales partidos políticos; Nacional, Libre y Liberal. Entre las principales sorpresas dejadas por el proceso, además del enorme obstáculo con el atraso de la apertura de las Juntas Receptoras de Votos (JRV) en la ciudad de Tegucigalpa, está el inobjetable triunfo de los precandidatos presidenciales Nasri Asfura, Rixi Moncada y Salvador Nasralla, respectivamente.

Disminución de votos para el PN y el PL

Con la implementación del dispositivo biométrico en el que se registró la huella del votante y, queda bloqueado inmediatamente para ejercer el voto en otro partido político, los partidos Nacional y Liberal han visto reducido su caudal electoral en elecciones internas desde el 2012, año en que inició su participación el partido Libre, el principal perdedor del voto con helio ha sido el partido Liberal, institución que al comparar la votación en elección interna con la votación en la elección general vio sustancialmente disminuido el caudal electoral, principalmente en el 2021, en que, la diferencia fue de -442,935 votos (-56.9 %), es decir, el partido Liberal redujo su votación en 56.9% entre las internas y la general. En este proceso avanza como tercera fuerza política.

Si bien es cierto el Partido Nacional no tuvo mucha variación entre la votación recibida en elecciones internas y las generales en las elecciones 2013, 2017 y 2021, en esta ocasión, ha disminuido enormemente su caudal electoral, manteniendo simplemente su voto duro.

En el caso del partido Libertad y Refundación (LIBRE), ha sido lo contrario, al comparar las elecciones internas con las generales en los tres procesos del 2013, 2017 y 2021, siempre incrementó sustancialmente su votación, con los datos divulgados hasta ahora con el 63.38% de las actas divulgadas, todo indica que el caudal electoral será superior al recibido en las elecciones internas del 2013 (594,531 votos), año en que tuvo mayor participación en una elección interna.

Engañosos resultados en la casilla presidencial plantean un panorama incierto     

Al utilizar las palabras “engañosos resultados” no se alude a un posible fraude, pues ya está muy claro la enorme diferencia con la que ganaron los presidenciables en los tres partidos políticos, lo incierto es la forma en que se ejerció el sufragio, no se puede tener un análisis objetivo sin ver la situación desde el 2013, año en que el partido Libre rompió la hegemonía del bipartidismo.

Desde que se implementaron las elecciones internas en el país, quienes acuden a las urnas es el llamado “voto duro”, es decir, aquel voto que es inamovible y que no va a cambiar. Entonces, quien define el partido ganador en las elecciones generales es el “voto independiente”, que, en este momento es mayor que cualquiera de los tres partidos políticos, este voto en este momento no está definido, el votante se decide hasta que el proceso electoral está muy cerca y son diversas las variables que pueden incidir en su elección.

Al momento de escribir este artículo, a nivel de partido incluyendo votos nulos y blancos, el partido Nacional aventaja levemente al partido Libre con apenas 1,204 votos, es decir, el Partido Nacional 541,213 (con el 59.54% de las actas divulgadas) mientras el partido Libre lleva 540,009 (con el 63.38% de las actas divulgadas), ese casi 4% de diferencia en las actas registradas no variará en mucho la diferencia entre estos dos partidos. Mientras que, el partido Liberal está más atrás con 446,723 votos (con el 55.5% de actas divulgadas), igual, la diferencia en actas divulgadas no cambiará las posiciones a nivel de partido, manteniéndose los partidos Nacional y Libre como mayores fuerzas políticas por poca diferencia entre ellos, y, el PL como tercera fuerza política.

A nivel de candidatos el proceso interno refleja una mayor aceptación de la candidata del partido Libre, Rixi Moncada, quien aventaja a Nasri Asfura y Salvador Nasralla por un gran margen; 406,091; 367,490 y 241,891 respectivamente. Esto refleja que dentro del partido Libre, Rixi Moncada cohesiona más el voto duro que los candidatos ganadores en los otros dos partidos, aunque también hay que mencionar que los votos nulos y blancos suman más en el partido Libre (100,678) que en el PN (51,602) y PL (37,624).

El triunfo inesperado de Nasralla

El partido Liberal fue a elecciones internas con cuatro candidatos, tres de ellos provenían de la alianza que se hizo con Libertad y Refundación en el triunfo del 2021; Salvador Nasralla, Jorge Cálix y Maribel Espinoza.

Salvador Nasralla antes del 2012 nunca se identificó con algún partido político, en el 2013 conformó y participó en las elecciones generales con el Partido Anticorrupción (PAC) y lo perdió, en el 2017 fue candidato en la alianza con el partido Libre, para las elecciones del 2021 conformó otro partido político que llamó Partido Salvador de Honduras (PSH), para luego establecer una alianza nuevamente con el partido Libre donde salió triunfadora la ahora presidenta Xiomara Castro, en el 2024 renunció al PSH para ingresar al PL y lanzar su candidatura donde le ganó contundentemente a Jorge Cálix.

Jorge Cálix en el 2006 era miembro del Comité Central del Partido Nacional, siendo en ese entonces Porfirio Lobo Sosa el presidente del mismo. Llegó como diputado suplente de Beatriz Valle al Congreso Nacional, con el partido Libre en el periodo (2014-2018). Con el triunfo de Xiomara Castro en el 2021, negoció con el PN y PL a espaldas del partido Libre para ser el presidente del Congreso Nacional, una movida que fue evitada por la movilización del pueblo en las instalaciones del poder legislativo, algo que los medios se empeñan en invisibilizar. Ya con el estigma de su traición, al ver opacada toda opción de triunfo dentro del partido Libre, en el 2024 renunció y solicitó su ingreso al PL, perdiendo las elecciones internas contra Nasralla el nueve de marzo, no existe un registro público de que Jorge Cálix fuera un miembro activo del PL antes del 2014.

Maribel Espinoza  es de la línea dura ligada a Roberto Micheletti, fue liberal, luego diputada por el PSH en el periodo 2022-2026, se salió de este partido para volver al PL y presentar su candidatura,  donde apenas lleva 21,313 votos. Luis Zelaya se autodefine como el auténtico liberal, facilitó el triunfo de Juan Orlando cuando este se reeligió en el 2018, al no sumarse a la alianza entre Libre y Nasralla.

Con estos antecedentes de los que se presentaron como opciones en las elecciones internas del PL ¿quién le dio el triunfo a Nasralla?, nadie puede desconocer que Nasralla tiene un voto duro, este voto duro se vio reflejado en el 2013 con el PAC, en el 2017 en que JOH le robó las elecciones, en el 2021 con el PSH y en el triunfo inobjetable de Xiomara Castro en ese mismo año. Es muy posible que ese “voto duro nasrallista” fue el que acudió a las urnas dentro del PL y que, contra todos los pronósticos, derrotó a un Jorge Cálix impulsado por todo el lado oscuro del PL.

En resumen, Nasralla arrasó en el PL con diputaciones, alcaldes y la dirección del partido, tremendo embrollo de la derecha con Salvador Nasralla dirigiendo el partido más longevo del país. Ya Iroshka (su esposa) lo dijo antes del proceso interno “Nasralla es más grande que el PL”. Algo si queda muy evidente: ni Nasralla ni el PL por si solos podrán derrotar a un partido Libre o un PN.

¡Se armó la de Troya en Libre!

Una vez pasada las elecciones, en Libertad y Refundación se impuso la corriente M28, es el sector oficialista y proveniente del PL.  Al parecer, la elección de 23 marcas de 161 pesó mucho y el votante optó por el voto en plancha, además, fue la línea del oficialismo. El mayor perdedor fue el FRP (Fuerza de Refundación Popular). Connotados líderes y lideresas de “izquierda” reformista y oportunista perdieron y se quedaron fuera; un Bartolo Fuentes en Yoro; Silvia Ayala en Cortés; en Francisco Morazan, Juan Barahona del FRP, va saliendo en la posición nueve, mientras que Jari Dixon por el POR va en la posición diez, son posiciones más complicadas para quedar electos en las generales.

Varios de los perdedores han puesto el grito en el cielo y han dado material a la prensa mediática para volcar la mirada al fraude cometido en Libre a nivel de diputaciones y alcaldes, el asunto es ¿por qué no hablaron antes?. En todo caso, las prácticas se vienen cometiendo desde el 2012 en que se tuvo la primera participación. Al parecer, el dispositivo biométrico funcionó para que no se inflaran los votos a nivel de partidos, pero, no evitó la adulteración de actas a nivel de diputaciones y alcaldías, saliendo favorecidos los movimientos que contralaban las mesas electorales. La situación interna dentro de Libertad y Refundación ya no sorprende. En el 2021, Nelson Ávila, Wilfredo Méndez y María Luisa Borjas la arremetieron duro contra el partido, ahora, Wilfredo se fue con Jorge Cálix al PL, Nelson Ávila es mencionado como candidato de un partido de migrantes, y María Luisa Borjas pasó al ostracismo.

Si el FRP es la expresión más a la izquierda dentro de Libre, esto, nunca se reflejó a nivel de políticas para favorecer las masas, simplemente se favorecieron en cargos de elección popular o para beneficiar a sus allegados, y, es seguro que, de haber salido electos nunca hubieran abierto la boca.

Nasri Asfura sin sorpresas en el frente

Tal y como era de esperarse, Nasri Asfura salió triunfador en el Partido Nacional, sin embargo, no se puede desconocer que el juaorlandismo aún tiene caudal significativo, si bien es cierto Nasri también triunfó arrolladoramente, Ana García (esposa de Juan Orlando) lleva el 22%  (109,200 votos), en este partido muy fácil se ponen de acuerdo y nunca atizan el fuego ante la opinión pública.

El verdadero peligro: una posible alianza PL y PN

Ante la ausencia de una propuesta revolucionaria, se asoma el verdadero peligro de que la derecha se unifique en una alianza entre el PN y el PL para sacar a Libre de la administración del Estado, o, en todo caso, de ganar Libre en noviembre, que sea de la forma más debilitado posible, más débil aún del gane del 2021.

Pero si por la víspera se saca el día, los resultados de las elecciones internas reflejan un relativo fortalecimiento de las opciones derechistas (PLy PN), un enorme descontento social con el gobierno de LIBRE que no ha logrado satisfacer las necesidades populares, porque se ha negado a impulsar los cambios revolucionarios que prometió en la pasada campaña electoral.

Si a lo anterior le sumamos el nuevo periodo de reacción mundial que representan Trump en Estados Unidos y Milei en Argentina, solo para citar los ejemplos más relevantes, las opciones derechistas del PL y PN intentaran unirse en un solo bloque, para destruir el poco camino andado por el timorato partido LIBRE. En guerra avisada no mueren soldados!

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