Por Frandav Lifú

En el 2011, el país alcanzó la deplorable cifra de 87 muertes violentas por cada 100,000 habitantes, siendo una cantidad mayor aún que los países que se encontraban en guerra, en el año 2023 esa  cantidad se ha reducido a 31.14, no obstante, Honduras sigue siendo el segundo país más violento de Centroamérica, detrás de Belice. EH (31/01/2024)

Cifras alarmantes

La cifra alarmante de la violencia en el país también se va incrementando con las agresiones y asesinatos contra mujeres, solo en los dos años anteriores leemos Estas preocupantes cifras reflejan un incremento en comparación al 2022, en donde perdieron la vida de manera violenta 308 con una tasa de 6.3% por cada cien mil habitantes mujeres, y para el 2023 este porcentaje aumentó al 7.6%”. https://blogs.unah.edu.hn/ (24/01/2024)

El panorama se vuelve más deplorable cuando la mayor parte de estos asesinatos quedan en la impunidad En un 70% de los casos se desconoce la identidad de los perpetradores de las muertes violentas de mujeres y niñas, reflejando la falta de investigación rápida y eficaz por parte de la Dirección Policial de Investigación (DPI) de la Policía Nacional limitando así, el acceso a la justicia para las víctimas y familiares”https://derechosdelamujer.org/ (14/02/2024)

Otro sector muy vulnerable por la criminalidad es el de la comunidad LGBTI+, siendo el 2023 uno de los más violentos El 2023 llegó a la cúspide de la violencia en comparación con los registros de 2004 a 2022. Además no se han presentado cambios para frenar la situación, a pesar de los incansables esfuerzos de organizaciones de derechos humanos a favor de esta comunidad. La Unidad de Vigilancia KAI, observatorio de violencia contra las personas LGBTIQ+ en Honduras, evidenció en la socialización de su segundo informe de enero a diciembre de 2023 muchas estadísticas que revelan la dimensión de la problemática que se agrava año con año y afecta no sólo a la víctima, sino también a familiares, parejas sentimentales, amistades y comunidades”. https://reportarsinmiedo.org/ (05/03/2024)

Otro problema para los hondureños que ya se vuelve reiterativo es el de las desapariciones colectivas, ya son varios los hechos que se han dado y quedan en el olvido, sin encontrar culpables ni las personas vivas o muertas; el 18 de julio del 2020, cuatro líderes garífunas fueron raptados en la comunidad del el Triunfo de la Cruz, ciudad de Tela, departamento de Atlántida; en junio de este año (2024), en la aldea Crique las Marías, ciudad de Tela, fueron raptadas 14 personas.  En ambos casos no se conoce nada ni de las personas raptadas ni de los perpetradores del hecho, el denominador común es que son hombres con vestimentas militares y con armas de grueso calibre que realizan el acto delincuencial.

En Tegucigalpa, siempre en el mes de junio, cinco jóvenes que realizaban una mudanza fueron desaparecidos, pero, a diferencia de los casos de la ciudad de Tela, estos muy rápido fueron encontrados muertos y, se informó que los culpables habían sido capturados y que eran miembros de la mara 18, el motivo de tan vil acto.

Xiomara Castro potencializa las FFAA y la PN sin resultados satisfactorios

El grave problema de la criminalidad se acentuó con el Golpe de Estado contra Manuel Zelaya Rosales, el 28 de junio de 2009, ocurriendo a diario asesinatos contra luchadores en resistencia y crímenes producto de la delincuencia organizada.

 Son más de 300 mártires que dejó la lucha del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). Todos estos crímenes quedaron en la completa impunidad, y, curiosamente, toda esa estructura clandestina de militares y policías bajo los doce años de narcodictadura del juaorlandismo, sigue vigente y operan con impunidad.

No obstante,, el gobierno de la presidenta Xiomara Castro no ha impulsado una depuración, sino que ha potencializado a estas instituciones. En la celebración del 93 aniversario de las FFAA, la presidenta Castro manifestó “El apoyo y la repotenciación hoy son una realidad. Este 2024 recibiremos seis helicópteros nuevos y se habrán reparado y repotenciado seis helicópteros y seis aviones F-5 (…) Esto gracias a los excelentes resultados que estamos obteniendo en la lucha frontal contra el crimen organizado y el narcotráfico”. https://criterio.hn/ (16/04/2024)

A estas alturas del mandato de Xiomara Castro, algo si es seguro: el gobierno que resultó de la lucha en las calles, ahora, incrementa el presupuesto de militares y policías mientras que, crímenes como las desapariciones o muertes colectivas quedan en la total impunidad.

El crimen organizado ha logrado infiltrarse en las mismas instituciones del Estado, que supuestamente fueron diseñadas para combatirlo. Y cuando se realizan algunas capturas, delitos como la extorsión, el sicariato, el secuestro, violencia contra las mujeres y comunidad LGTB, los imputados terminan siendo absueltos por la incapacidad o complicidad de los operadores de justicia. Al parecer, los delincuentes que antes corrían en las calles siendo perseguidos por militares y policías, ahora, son protegidos por estos, y por eso hay que mantenerlos contentos, dejando al pueblo a su mejor suerte.

La lucha contra el crimen organizado y la corrupción será efectiva, cuando el pueblo participe activamente en la gestión estatal y municipal. Solo el ojo vigilante de los trabajadores y de las organizaciones populares podrán señalar donde están escondidos los delincuentes, cuales delitos han cometido, y exigir la devolución de lo robado

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