Por Carlos M. Licona

El día viernes 21 de enero se realizó la LI ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA “PROF. JAIRO ROBERTO BADOS MENDOZA” del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH), culminando el periodo de la Junta Directiva Central (2020-2022) que presidió el maestro Fidel García y tomando posesión como nuevo presidente del COPEMH el maestro Joel Navarrete (2022-2024). Ambos maestros son militantes del Frente de Rescate del COPEMH, creado en el año 2019 con un grupo disidente del FREDECOPEMH y con la bandera de lucha de una “AUDITORÍA FORENSE”.

El COPEMH es un colegio magisterial que no es ajeno a los vicios de las burocracias sindicales, más aún, cuando las personas que se encuentran al frente de la dirección tienen personalidad que se sale de los parámetros de la humildad y de la apertura democrática.

Los aciertos de una JDC que ganó por primera vez el FRC

El Frente de Rescate del COPEMH nació de un parto doloroso en una fractura del FREDECOPEMH, un grupo de compañeros que percibió el malestar de la base y ofreció una oferta de auditar y transparentar la organización en contra posición de las juntas directivas que venían conduciendo la organización desde el año 2001, y, fuertemente cuestionadas por el incorrecto uso de las cotizaciones de los afiliados.

De entrada, el surgimiento del nuevo frente en el 2019 requirió de la toma de las instalaciones físicas para lograr su inscripción y participar en las elecciones contra toda una maquinaria de poder y dinero del grupo ligado al profesor Eulogio Chávez, maestro jubilado que el Tribunal Superior de Cuentas lo tiene en un informe con una suma millonaria injustificable. Inmediatamente realizadas las votaciones y ganadas muy holgadamente por el FRC, se requirió nuevamente de la toma de las instalaciones para que se cumpliera de forma legal, según la votación obtenida, la distribución de los 9 cargos directivos que el FREDECOPEMH pretendía manipular a través del consejo electoral para imponer al secretario de finanzas.

Después de una ardua lucha con un grupo muy beligerante de militantes, la Junta Directiva Central con Fidel García a la cabeza asumió en enero del 2020, poniendo fin a 20 años de dirección del FREDECOPEMH. Fidel García fue bautizado dos meses después con la pandemia del COVID-19, pero, esto no fue obstáculo para alcanzar logros muy importantes para la organización y los afiliados. No obstante, queda inconclusa una “AUDITORÍA FORENSE” que arroje resultados satisfactorios para los afiliados, incluyendo de ser posible, judicialización y penalización para todas las personas que aparecen involucrados en actos de corrupción.

Lo que hay que superar

El FRC dio una lección de emancipación de los afiliados en el 2019, además, una actitud de empoderamiento de la organización que permitió defenestrar de la cima a un grupo de pésimos dirigentes que se venían beneficiando de las finanzas de los cotizantes. Sin embargo, todo ese ímpetu de la militancia muy rápido fue invisibilizado ante una dirección que arrastra vicios de “cacicazgo” de los antecesores dirigentes. No se logró avanzar en la construcción del “centralismo democrático” que le permite a la base discutir y participar en el debate permanente para la toma de decisiones, centralizando las mismas en la figura del presidente.

Otro terrible error ha sido el pretender “aplastar” las opiniones diferentes a las decisiones emanadas desde la dirección, sin duda alguna que; acá la culpa también la tiene la base, al perder muy rápido la identidad que le permitió llevar al FRC al triunfo consecutivo en dos procesos electorales. Joel Navarrete surgió de una planilla consensuada con los demás frentes, pero esto no quita méritos de que hay FRC para mucho tiempo, por ende, Joel tiene la obligación de impulsar la democratización del COPEMH y dar el lugar que se merece a los organismos de dirección como filiales departamentales y de institutos.

En lo concerniente a la vida orgánica del FRC como frente, la misma debe ser alimentada para que se desarrolle por si misma con independencia de análisis y debate, es un craso error si desde la JDC se pretende influenciar o imponer las decisiones que se tomen para el crecimiento y madurez del frente. Si la militancia del FRC aun tiene como consigna “UN NUEVO COPEMH”, entonces debe hacer prevalecer  su instinto de sobrevivencia que le independiza de las directivas centrales. Falta mucho por consolidar el FRC, las fricciones deben desaparecer en la medida en que se finalice  la influencia desde la JDC.

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