Por Maximiliano Fuentes
Una vez más, el movimiento estudiantil universitario ha tenido que librar una batalla contra la arbitrariedad y las imposiciones de las autoridades universitarias. Desde hace algunos años, el Consejo Universitario aprobó las normas académicas, sin establecer consensos, generando con ello una enorme problemática debido a la modificación de los índices de aprobación y permanencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Reactivación de las luchas estudiantiles
La lucha se ha reactivado, precisamente porque para este segundo periodo académico entra en vigencia los nuevos porcentajes de aprobación y permanencia. Los porcentajes proporcionados por la Dirección de Ingreso y Permanencia de la UNAH demuestran que un amplio porcentaje de estudiantes se encuentran en una situación de riesgo académico. Sin embargo, las políticas de las autoridades son excluyentes y no pretenden resolver o superar la actual situación, al contrario, la Rectora ha anunciado por medio de las redes sociales, que los estudiantes tienen la alternativa de ingresar a las universidades privadas.
Las autoridades universitarias, entre ellas la Sra. Rectora Julieta Castellanos argumentan que en una sociedad global donde los sistemas de educación superior se rigen por modelos estandarizados un índice menor de 70% está por debajo de lo requerido dentro de un mercado laboral competitivo.
En alguna medida, las autoridades universitarias tienen alguna razón, sin embargo su análisis no contempla variables extra escolares como la procedencia social, ingresos, capital familiar, escolar y cultural de los estudiantes universitarios. En Honduras, un país de amplias desigualdades y en donde la mayoría de la población vive en la extrema miseria, solamente un porcentaje poco significativo tiene acceso a la educación superior en Honduras. Hasta hace algunos años, menos del 1% del total de la población ingresaba a cursar estudios superiores, no obstante, los índices de eficiencia terminal eran menores del 30%.
Por otro lado, en Honduras se encuentran las tasas más altas de ninis en América latina con un 26.8%, de acuerdo a un estudio publicado por el Banco Mundial.
El panorama es poco alentador para Honduras, comparado con otros países, porque, además de tener la tasa más alta, el fenómeno “nini” golpea más a las mujeres que, aunque se encuentran en plena edad productiva, se mantienen sumidas en un insuperable letargo. (La Prensa.hn,2016)
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE), la mujer tiene menor participación en el mercado laboral respecto al hombre, y con las políticas neoliberales impulsadas por los gobierno de Juan Orlando Hernández y replicadas por Julieta Castellanose reducen la posibilidad de miles de jóvenes de incluirse y participar de forma activa a la vida escolar y laboral.
Las razones ocultas de las normas académicas
El Estado de Honduras ha logrado aplicar de la mejor manera las directrices de los organismos internacionales de crédito, en una palabra: ha logrado desarticular una red de instituciones de Estado y con ello reducir a su expresión mínima el Estado y con ello gasto público. En los últimos años, los presupuestos de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), así como el de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) ha sido recortado de forma significativa, por lo que las instituciones públicas que albergan la mayor cantidad de estudiantes a nivel superior han tenido que recortar gastos y aplicar políticas excluyentes a modo de no permitir el ingreso de miles de jóvenes que reclaman el justo derecho de formarse y recibir educación gratuita.
De hecho, está demostrado que la aplicación de las Pruebas de Aptitud Académica (PAA) desfavorece a los sectores más vulnerables, aquellos que provienen del interior del país y que poseen menores ingresos. Los estudiantes de mayores puntajes en la UNAH provienen de instituciones de privadas. Así pues, la verdadera razón de elevar los porcentajes de aprobación y permanencia es para excluir a los estudiantes de menor rendimiento, precisamente para no ampliar la población estudiantil y con ello realizar inversiones en infraestructura y contratación de personal docente.
La lucha por la democratización de la UNAH
Una de las consignas de lucha del movimiento estudiantil se encuentra relacionada a la disolución de los organismos de representación estudiantil de los organismos de dirección universitarias, la Rectora ha logrado desarticular la oposición y ha centralizado casi de manera absolutista el poder en la UNAH, los estudiantes de forma razonable reclaman su participación en las decisiones políticas.
Desde el PSOCA, hacemos un llamado a la comunidad docente y a los empleados administrativos a respaldar la lucha por la educación pública, de la misma forma, a exigir los aumentos no otorgados y a la aprobación del XV Contrato Colectivo. Solo la unidad hará retroceder los planes de ajuste y exclusión impulsados por las actuales autoridades.