Por Justo Severo Izquierdo
La lucha que sostuvieron los estudiantes de secundaria a partir del 18 de abril del presente año, surtió efecto; los alumnos se tomaron las instalaciones de los principales centros educativos a nivel nacional, en protesta por la realización del programa de alfabetización, proyecto rígido e inflexible que fue impuesto por el Ministro de Educación Marlon Escoto. Los estudiantes y padres de familia consideraron perjudicial para sus intereses la medida impuesta por el ministro, quien obstinado por que se llevara a cabo el proyecto, no midió los posibles efectos colaterales y ni consultó con el alumnado, padres de familia, docentes y los involucrados para alfabetizarse.
Ministro se doblega
En vista que la lucha estudiantil surgió de manera espontánea, los alumnos no se plegaron, éstos tomaron medidas progresivas y por tanto su lucha iba en aumento, a pesar de la fuerte represión ejercida por parte de la Policía Militar en el sector norte del país. El gobierno ante tal situación, previó un conflicto mayor e hizo los correctivos necesarios para controlar el escenario, quien de manera estratégica llamó a firmar un pacto entre las partes involucradas: estudiantes, padres de familia y gobierno a través de la Secretaría de Educación; para ello, involucró al alto Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) Roberto Herrera Cáceres. El Ministro Marlon Escoto ha sido conocido por su testarudez e inflexibilidad a la hora de aplicar sus leyes, pero esta vez le tocó ceder ante el llamado de atención del gobierno, el conflicto estudiantil se le fue de las manos, ante tal situación de peligro, no le quedó más opción que retroceder.
Pacto de alfabetización
El 15 de mayo el ministro de Educación y los dirigentes estudiantiles de Cortés junto con los padres de familia firmaron el denominado “Acuerdo por la Dignificación Humana y la Calidad Educativa”, en el acto se contó con la presencia del titular de la Conadeh Roberto Herrera Cáceres, en el marco de dar fe y transparencia al proceso. La firma del pacto, como punto central, deja optativo el Trabajo Educativo Social (TES) y mantiene abierta la posibilidad que otros centros educativos puedan optar si alfabetizan o cumplen con otros proyectos sociales, entre otros sembrar árboles.
El TES tiene “carácter optativo, a criterio de cada instituto, y deberá ser presentado para su aprobación al Comité Nacional de Trabajo Educativo Social, sin afectar la opción tomada por los alumnos que ya iniciaron la labor de alfabetizar y no tienen ningún inconveniente en continuar en ella”.
De igual manera, establece que la Secretaría de Educación se compromete a acompañar los mecanismos y estrategias, que busquen la reducción de la inversión de las familias en el desarrollo del trabajo educativo social de sus hijos.
Las autoridades educativas también se comprometen a que no habrá medidas disciplinarias ni represalias de ningún tipo, que puedan amenazar el cumplimiento del año lectivo por cualquier estudiante o que vayan contra padres, madres de familia, personal docente y administrativo de las instituciones. De igual manera, los centros educativos cerrados temporalmente volverán a operar normalmente. (La tribuna, 16/5/2016)
Superar el espontaneísmo y la dispersión
En la edición anterior de EL SOCIALISTA CENTROAMERICANO, señalábamos todos estos puntos, denunciamos las medidas represivas del Ministro Escoto y todas las repercusiones negativas que este proyecto de alfabetización traería a los estudiantes y padres de familia.
El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) siempre consideró que los estudiantes tenían la razón al oponerse al burocratismo del Ministerio de Educación, la enseñanza que nos deja esta experiencia de lucha espontánea de los estudiantes, es que cuando se lucha se puede ganar, a pesar de las derrotas que ha sufrido últimamente la mayoría de las organizaciones del país: sindicatos, gremios, movimientos etc.
Ante esta nueva realidad, los estudiantes le dieron un revés al ministro Marlon Escoto, por tanto, planteamos que todos los estudiantes deben de constituir una plataforma amplia y democrática, a través de una federación estudiantil a nivel nacional, que esta plataforma de lucha sea inclusiva con las demás organizaciones de lucha, que pelee por los intereses estudiantiles, al mismo tiempo que esta federación coordine con el magisterio para convertirse en una fuerza poderosa junto con los padres de familia y superar la actual fragmentación en que nos tiene sometidos estos gobiernos brutales. ¡Arriba el movimiento estudiantil!