Por Octaviano Bardales

El pasado sábado 22 de junio se celebró el Congreso Nacional del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, que llevó como nombre Trinidad Cabañas. En dicho congreso se eligieron las autoridades de la Junta Directiva Central, y se revocaron una serie de medidas que habían sido tomadas con anterioridad y ponían en detrimento la democratización del mismo.

Es de hacer notar que este grupo de compañeros y compañeras desde hace algunos años vienen luchando al interior del sindicato para fortalecer la unidad sindical y terminar con los vicios burocráticos que desde hace algunas décadas han sido parte de la vida cotidiana de la organización de trabajadores. Sin embargo, la fracción controlada por la burocracia sindical logró imponerse durante mucho tiempo y mantener el estatus quo, debilitando con ello la organización.

Este comportamiento errático de la dirección, permitió la pérdida del prestigio y el descredito de la organización, hasta el punto de que surgieron varias organizaciones como alternativas ante los virajes oportunistas y la marcada corrupción. La derrota asestada por la rectora Julieta Castellanos ha permitido el control absoluto de los organismos de poder por parte la rectora y su gabinete. Esto le ha permitido a la señora rectora reformar la ley orgánica y proponer su candidatura para seguir dirigiendo la máxima casa de estudios, pero también, violentar los principios de ley contenidos en el estatuto del docente universitario y en el contrato colectivo.

Hacia la democratización obrera

La lucha interna permitió la consolidación de una fracción que se ha propuesto rescatar el sindicato y construir una organización sólida, verdadera defensora de los intereses de los trabajadores. Parte de los principios olvidados durante mucho tiempo deberá ser parte de esta nueva tradición, los nuevos dirigentes tendrán que consultar de forma permanente a las bases, recuperar la confianza perdida, rendir un informe sobre los bienes y el estado de las finanzas del sindicato. Hacer un lado el clientelismo político y abolir una serie de privilegios que ponen en detrimento las finanzas de la organización. De igual manera, se debe abrir todos los canales para la sindicalización, eliminar las trabas que coartan derechos.

La lucha para defender las conquistas

Otra de las tareas fundamentales del Sitraunah es hacer valer las conquistas que está atacando la actual administración. El décimo quinto contrato colectivo debe ser aprobado de una vez por todas, así mismo sus contenidos deben ser discutidos en cada una de las seccionales. En el marco de su aprobación se debe luchar para hacer efectivos los aumentos tipificados en el XIV Contrato Colectivo, exigir el pago puntual del 5.4% del costo de vida. De la misma manera, la lucha no solamente es a nivel gremial, el sindicato debe vincularse a la defensa de la educación pública y de la autonomía universitaria. La lucha por la estabilidad laboral y evitar el acoso y la vigilancia permanente contra docentes y empleados administrativos. La actual rectora ha puesto un sistema de vigilancia permanente que atenta contra la emisión de pensamiento, incluso ha llegado a prohibir se le cuestione o critique su gestión administrativa.

La tarea del sindicato en la actual coyuntura no solamente pasa por proteger y salvaguardar los derechos de los trabajadores universitarios, sino también fortalecer la unidad sindical y recuperar la confianza perdida. Eso solamente se logrará modificando el comportamiento de los dirigentes sindicales, fortalecer la democracia interna y eliminando los privilegios que atentan contra las finanzas de la organización. De una vez por todas se debe eliminar la división entre docentes y empleados administrativos, dicha división le favorece al Estado y a sus planes de reingeniería administrativa. La primera consigna para esta lucha es: INDEPENDENCIA COMPLETA E INCONDICIONAL DEL SINDICATO FRENTE AL ESTADO. Esto significa una lucha para convertir al sindicato en un órgano con las más amplias libertades democráticas y no en un órgano de la aristocracia obrera como lo fue en el pasado. La segunda consigna es: DEMOCRACIA SINDICAL.

Pese a las enormes tareas y la imperiosa necesidad de renovar la organización sindical, desde el Partido Socialista Centroamericano saludamos de manera fraterna y revolucionaria a la nueva Junta Directiva Central del SITRAUNAH. Esperamos que logren concretar este importante proceso de renovación y de recomposición interna, y de igual manera, logren rescatar lo mejor de la tradición combativa del sindicato.

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