Por Justo Severo Izquierdo

La comunidad universitaria y el pueblo en general se han enfrascado en un serio debate sobre la reelección de la señora Julieta Castellanos, rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).  La discusión ha girado en torno a las últimas declaraciones de Castellanos,  quien aspira nuevamente a la reelección en el cargo,  pero para ello el Congreso debe reformar la Ley Orgánica de la UNAH.

Las dos caras de la moneda

El trabajo desempeñado por la rectora tanto fuera como dentro de la UNAH, presenta dos dimensiones. Quienes están a favor de la reelección, valoran su mandato de manera positiva,  por los cambios realizados en la Alma Mater, tanto a nivel de infraestructura como a nivel organizativo. Otro punto a su favor es el papel protagónico que ha jugado, dentro en la sociedad con más muertes violentas en el mundo, al desnudar a las cúpulas policiales, quienes se vieron involucradas en el asesinato de uno de sus hijos.

A partir de la denuncia de la corrupción y la impunidad imperantes, exigiendo el esclarecimiento de su asesinato, comenzó su ascenso como figura política, ya no académica. Esta denuncia le valió que el Departamento de Estado de los Estados Unidos le otorgara recientemente un premio como “Mujer de Coraje”, catapultando su figura en los precisos momentos que el Congreso va a debatir la posible reelección del rector de la UNAH. La señora Castellanos ha ganado indudable notoriedad, al exigir mano dura contra el tema álgido de la corrupción en la estructura policial. Toda esta reputación cae bien ante una sociedad en desorden, que cansada de crímenes y sedienta de justicia, ven en la rectora una posible salvación a los problemas del país.

Por otro lado, quienes se oponen a la reelección de Julieta Castellanos, denuncian la falsa careta “progresista” de la rectora, y señalan las medidas anti obreras, la ofensiva permanente contra las conquistas laborales y democráticas de todos los trabajadores,  al desarticular los sindicatos de la UNAH y del Hospital Escuela, e imponer medidas de austeridad que implican despidos y menos asistencia médica en el caso del Hospital Escuela.

La triste realidad

A los movimientos estudiantiles los ha mantenido en la quiebra. La supuesta mejora de la infraestructura, como un  mejor funcionamiento organizativo de la UNAH, ha sido una referencia cosmética para ocultar la verdadera problemática dentro de la institución.

En la UNAH no se ha  superado el atraso en materia educativa, persiste el alto índice de reprobados y deserción de los salones de clases. Los estudiantes no tienen voz ni voto en los destinos que rigen el futuro de la institución. Sigue creciendo la enorme deuda histórica de la UNAH con el INPREUNAH, y sus afiliados corren el riesgo de quedar en el aire ante su quiebra financiera y posible desaparición. En fin, existen una serie de conflictos que no han sido superados y que por lo tanto dan pie a desconfiar en la rectora.

Reelección inconstitucional

Algunos juristas han tildado de inconstitucional la reelección de la rectora de la UNAH. Según el artículo 264 de la Constitución de Honduras: “Los Presidentes, Directores Generales y Gerentes de los Organismos descentralizados del Estado durarán hasta cuatro años en sus funciones y su forma de nombramiento y remoción será de conformidad con las respectivas leyes de creación de las mismas”.

El artículo 17 de la Ley Orgánica de la UNAH, al encontrarse en consonancia con el artículo 264 de la Carta Magna, manifiesta claramente que los rectores no pueden ser reelectos. Hay sectores poderosos, entre políticos y grupos económicos, que han venido preparando el terreno, levantándole el perfil a la señora Julieta Castellanos, con el objetivo de imponer la reelección, y que continúe aplicando las medidas antidemocráticas que pretenden excluir a los sectores populares del derecho a la educación, imponer gradualmente la privatización de la educación superior, etc.

La mesa está preparada, la maniobra ya está montada. Recordemos que las elecciones estudiantiles han sido pospuestas indefinidamente, para hacer coincidir los temas en el Congreso. Los políticos del bipartidismo en crisis, quieren además, detrás de la discusión de la reelección, hacer cambios profundos a la Ley Orgánica de la UNAH, que atentarían contra los sindicatos y organizaciones estudiantiles.

Por una repuesta unitaria y de lucha

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a desarrollar la más amplia unidad de acción, del sector estudiantil, docentes y todos los trabajadores, por la democratización de la UNAH, en base al siguiente plan de lucha: 1.- No al continuismo, No a la reelección inconstitucional. 2.- El rector debe ser electo democráticamente, por todos los sectores. 3.- Por la defensa del derecho a la educación pública de calidad. 4.- Por la defensa de todos los derechos laborales y reivindicaciones de todos los trabajadores.

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