Por Gerson de la Rosa

Hace algunas semanas el Presidente de la republica de Honduras Porfirio Lobo Sosa compareció ante la Organización de Naciones Unidas. Entre los puntos relevantes a considerar en su discurso, son la violación profunda de los derechos humanos en Honduras, donde aduce, evidentemente desde su percepción, que es uno de los tantos males heredados de la crisis política abierta tras el golpe de Estado, pero que se han dado avances importantes dentro de su gestión. De igual manera, sus palabras de agradecimiento por el papel mediador de José Manuel Santos de Colombia y Hugo Chávez Frias de Venezuela.

El desgaste del gobierno ante la mala gestión administrativa

El gobierno nacionalista de Porfirio Lobo fue el resultado de un proceso atípico, previo al golpe de Estado las encuestas colocaban como virtual ganador al candidato del partido liberal Elvin Santos. Todo parecía moverse en función de la dinámica social de los últimos años, el sistema de cogobierno instaurado en la constituyente de 1982 permitía una alternabilidad en el ejercicio del poder, teniendo mayores triunfos el partido liberal, que previo al golpe contaba con un grado de popularidad mayor. No obstante, la defenestración del poder político del Ex Presidente José Manuel Zelaya Rosales y la constitución del gobierno espurio de Michelletti donde la mayoría de los funcionaros políticos eran dirigentes  del liberalismo.

La fragmentación social producida tras la irrupción del gobierno de Zelaya, la violación profunda de los derechos humanos tras la represión ejercida por parte de los organismos represivos del Estado, pero sobre todo, la orientación política del Frente Nacional de Resistencia de no participar en el proceso electoral fraudulento fueron condiciones determinantes que le propiciaron un triunfo electoral al candidato nacionalista Porfirio Lobo Sosa. Si bien es cierto, las condiciones del Estado y del nuevo gobierno eran extremadamente precarias desde la perspectiva macroeconómica. Un decrecimiento económico por la caída estrepitosa en la producción, un desgaste de las finanzas internacionales, por otro lado, el cerco político ante el desconocimiento de la legitimidad del gobierno.

No obstante, la política económica del gobierno de Porfirio Lobo Sosa ha sido extremadamente demoledora para el interés colectivo y popular, dado que se ha caracterizado por una inflación constante y acelerada, congelamiento de salarios, atentar contra derechos y conquistas fundamentales. De igual manera, cerrar instituciones y eliminar contratos de trabajadores que laboran de forma temporal en determinadas instituciones. De igual forma, el actual gobierno ha incrementado de forma sustancial un sinnúmero de impuestos, depreciado la moneda ante el cambio de la tasa cambiaria y reduciendo los ingresos reales ante la hiperinflación constante. Son las distintas medidas que ha implementado el gobierno, así como el aumento en las tasas de violencia y criminalidad, la impunidad existente, así como la mora judicial y el involucramiento de funcionaros del Estado a actos de corrupción, las que han desgastado de forma cuantiosa a la actual administración.

Violación de los derechos humanos

Pepe Lobo en su discurso manifiesta: “Hemos mostrado con nuestros actos que en Honduras no existe una política de Estado para conculcar los derechos humanos. Lejos de ello, trabajamos día a día en la promoción de una cultura de respeto a los derechos humanos, basada en procesos permanentes de diálogo con todos los sectores de la sociedad, otorgando especial atención a escuchar aquellos sectores que han sido generalmente privados de su derecho a participar. Estamos consolidando una Democracia Participativa atendiendo al principio de que todos los grupos de la sociedad tienen pleno y legítimo derecho de formar parte del devenir histórico de nuestra Honduras”. 

No obstante, en Honduras se violentan de forma continua y permanente los derechos humanos, al recortar el presupuesto público se reduce la capacidad de atención del Estado en materia de salud, educación, al aumentar el desempleo se reducen los ingresos de las familias incrementando las brechas entre la desigualdad e inequidad. Por otro lado, se siguen cometiendo crímenes violentos entre dirigentes campesinos, defensores de derechos humanos, como ocurrió hace poco con el Fiscal del Ministerio público que fue violentamente asesinado en la ciudad de Choluteca. Lo cierto es, que este gobierno ha demostrado con grandes virtudes ser incapaz y aumentar la miseria y la desigualdad en Honduras.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) estamos claramente convencidos que tan solo los trabajadores organizados y a través de la movilización popular podrán construir una sociedad diferente donde prevalezca la justicia y se logre desarrollo con equidad.

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