Para COPINH es importante considerar que la situación es bastante compleja ya que el llamado al dialogo por parte del régimen puede  generar  bastante confusión en la población y se ve la clara intención del régimen de quitar la bandera de la constituyente al FNRP.

Por tanto no se debe de participar en este dialogo.

Pero es importante reflexionar que la Asamblea Nacional Constituyente Popular y  Democrática no es un fin, sino que un medio y que es el momento de trascender de  la consigna.

Es muy visible que como  FNRP nos  hace falta una clara estrategia  para llegar a una asamblea nacional constituyente popular y democrática, estrategias  que no sean solo un documento escrito sino una guía que oriente el trabajo de resistencia. Proponemos la elaboración de un plan estratégico del FNRP en todos los ámbitos.

Es bastante evidente que hay dentro del FNRP  algunos sectores que buscan el espacio de hacer proselitismo político  al estilo de la partidocracia, es decir puro oportunismo electoral y conservador y podrían conducir al Frente a un juego electoral en el terreno de los golpistas, con las reglas de los golpistas, con árbitros golpistas y seria la terminación de la idea de revertir el golpe de estado y por el contrario legitimaria el sistema que lo impuso y lo sostiene.

Por eso nuestra propuesta   sigue firme, de que el gran fin de la resistencia es la Refundación de Honduras, lo que implica el cambio político, social, económico, la participación ciudadana y popular, el referendo revocatorio, la soberanía y libre determinación, la defensa de las riquezas naturales, los derechos de las mujeres, las trasformaciones  agraria profundas, la pluriculturalidad y multilingüismo, la propiedad comunitaria, respeto a los derechos humanos, a los derechos históricos, la democratización de la comunicación, el fin de la corrupción y de la impunidad y otros aspectos fundamentales para la Refundación.

En resumen un nuevo marco jurídico e institucional producto de un pacto político justo nacido del pueblo, donde nos  quede claro que la lucha constituyente del pueblo no es un asunto jurídico sino  de lucha política y social.

Esto se puede lograr mediante una asamblea nacional constituyente, pero ojo, no cualquier asamblea nacional constituyente, sino que sea plenipotenciaria, popular, democrática,  incluyente,  originaria o refundacional.

Esto desde luego no está en los planes de la estrategia gringa, de asamblea nacional constituyente, que pretenden impulsar desde el régimen continuador del golpe de estado y no la vamos a lograr con platicas o diálogos tramposos como el dialogo guaymuras al que equivocadamente se llegó.

¿Cómo vamos a llegar?  Vamos a llegar con una ofensiva sistemática, continua e ininterrumpida de movilizaciones que profundicen la crisis y la lleven a tope.

Con la movilización profunda y sostenida a nivel nacional e internacional tendremos la correlación de fuerzas a favor  de la resistencia y nos permitirá proponer una salida con ventaja a las y los pobres mediante la asamblea nacional constituyente que nosotros proponemos.

Nuestra insistente  propuesta de autoconvocarnos a asambleas populares constituyentes sigue en pie,  como una de las dinámicas populares para  profundizar  el debate, definiciones, vías o caminos  claros  para llegar a esa ANC-PD, además la movilización con construcción y debate de pensamiento y  propuesta,  pensamos que es algo posible  desde la perspectiva popular, no desde la supuesta “legalidad vinculante”, sino mas bien desde la legitimidad que otorgan  los procesos de construcción popular, liberadores, que no son changoneta sino esencia de procesos  emancipatorios,  que desde ya contribuyan a echar  para atrás las diversas formas de dominación, explotación, opresión  y violencia,  esto es resistencia; pero que además   ese proceso Asambleario de  pie a que las causas  y  demandas  trascendentales e históricas del pueblo se traduzcan  en  contenido surgido desde las ricas y  diversas voces de la Resistencia, y  que estas asambleas populares constituyentes se conviertan en otra construcción más de poder y democracia directa  desde abajo  que den fuerza a la estrategia de desgaste del régimen, pues permitirá mayor apropiación, firmeza y dignidad, impidiendo ser manipulada, engañada o manoseada. Como hemos dicho anteriormente,  que estas asambleas populares autoconvocadas  las desarrollemos todos los sectores, espacios, colectivos,  organizaciones y todas y todos los que le apostemos a la Refundación,   en todos los aspectos,  en todas  los ejes y  bajo principios y métodos que fortalezcan o impulsen la democracia participativa directa y la ética política, entre otros  aspectos igualmente  importantes a debatir,  podemos mencionar:

Lucha contra el racismo, educación, salud, derechos humanos, mujeres, feminismo,  anti patriarcado, soberanía nacional y libre determinación, jóvenes, estudiantes, pueblos indígenas y negros, riquezas naturales, comunidades LGTB, tierra y territorios, arte y cultura, migración, lucha contra la  corrupción y contra la  impunidad, derechos laborales, economía solidaria, descentralización y poder local, participación ciudadana y popular,  comunicación y  que con estas  establezcamos  una gran asamblea con representación de todas las asambleas populares constituyentes   para articular e ir consolidando. Que estos ejes a su vez sean ejes convocantes de lucha y movilización, como efectivamente han sido siempre, pero  que ahora se plateen desde el Frente con integridad, al mismo tiempo con sus particularidades y les demos una construcción estratégica.

¿Cuál sería el papel de estas asambleas?

Sacar propuestas para la asamblea nacional constituyente cuando derribemos al régimen y otra, alimentar la  movilización de  la población entorno al proyecto de refundación de país con propuestas.

Obviamente es importante flexibilizar la conducción y esta debe de ser más abierta,  más participativa y surgida del voluntariado e impermeable al oportunismo electoral.

Como COPINH seguimos con el compromiso de apostarle al FNRP, a un Frente que siga siendo movimiento social y político, donde las organizaciones sociales sigamos siendo parte  de la diversidad respetando nuestras identidades, pero bajo un fin común, donde sigamos construyendo coherencia ideológica y política dentro del  Frente y no se nos vea como organizaciones sociales  como amenaza, ya que de ser así será una aberración histórica, un Frente   donde impulsemos procesos de crítica y autocrítica constructiva  y que no se  defina esta como un atentado a la unidad,  misma que para nosotros se forja y se consolida reconociendo que somos  diversos y diversas y que esta es una de las más grandes riquezas de la Resistencia, y que esa unidad también se forja con procesos críticos revolucionarios.

Como COPINH animamos a continuar esta lucha histórica, con Resistencia verdadera, con lealtad al pueblo hondureño, porque esta materia nos reclama y nos llama a ser Refundada, apuremos el paso antes de que la oligarquía y el imperialismo nos arrebaten esta oportunidad grandiosa.

Atte.

Coordinación General

COPINH

Tegucigalpa 19 de octubre del 2010.

Hemeroteca

Archivo