El mes pasado,  un importante abogado indígena de derechos humanos fue brutalmente matado. Fausto Otzín tenía solo 32 años de edad y  desde sus días estudiantiles estaba muy involucrado en promover los derechos de las comunidades indígenas. Fue el primer Director Ejecutivo de la Asociación de Abogados y Notarios Mayas de Guatemala. Además, formó parte de un movimiento estudiantil que demandaba justicia por las atrocidades masivas cometidas durante el conflicto armado guatemalteco, en el cual miembros de su familia fueron desaparecidos.

Fausto Leonel Otzín Poyón, fue un importante abogado de derechos humanos  y defensor de la comunidad maya. Les insto a garantizar una investigación inmediata e imparcial sobre el asesinato del Sr. Otzín que conduzca a la identificación y enjuiciamiento de los todos  individuos responsables de su muerte.

Fausto Otzín tenía solo 32 años de edad y  desde sus días  estudiantiles estaba muy involucrado en promover los derechos de las comunidades indígenas. El fundó la Asociación de Estudiantes Mayas de la Facultad de Derecho y ayudó a crear el Instituto de Derecho de  Pueblos Indígenas. El también fue el primer Director Ejecutivo de la  Asociación de Abogados y Notarios Mayas de Guatemala.

Además, formó  parte de un movimiento estudiantil que demandaba justicia por las  atrocidades masivas cometidas durante el conflicto armado guatemalteco, en el cual miembros de su familia fueron desaparecidos. Recientemente el estaba trabajando con un programa cofinanciado por la Unión Europea para promover reformas judiciales en Himaltenango. Él también brindo asistencia legal a comunidades en San Juan Sacatepéquez después de ser criminalizadas por oponerse a la construcción de una cementera.

El 18 de  octubre de 2009, en San Juan Comalapa, Chimaltenango, Fausto Otzín fue encontrado en un barranco gravemente golpeado con heridas de  machete en su cabeza, puñaladas en su espalda y golpes en su cuerpo  y cara. Otzín falleció poco después de ser hallado. Una semana antes de este violento ataque, Otzín había recibido varias amenazas contra su vida por medio de varios mensajes de texto.

El violento ataque contra el Sr. Otzín puede estar vinculado con su  extensivo trabajo con los derechos humanos. Preocupa que esta agresión constituya una amenaza contra todos los defensores de derechos humanos que promueven los derechos de las comunidades indígenas y que reclaman justicia por las atrocidades ocurridas en Guatemala.

Instamos a asegurar que la investigación sobre este asesinato sea pronta, imparcial y comprensiva y que lleve a la identificación y enjuiciamiento de todos los responsables, sin importar quienes sean.

Dicha investigación quizás pueda requerir el examen de organizaciones ilegales de seguridad que operan en San Juan Comalapa. Una persecución penal exitosa en este importante caso puede ayudar a romper con la cultura de impunidad asociada con los crímenes violentos contra defensores de derechos humanos.

Hemeroteca

Archivo