Por Marcos Galicia

El viernes 26 de enero las redes digitales de Guatemala desbordaron de imágenes y videos en donde se ve a un grupo de personas encubiertas -denominadas “encapuchados”- forzar las puertas de uno de los edificios de la Facultad de Derecho en la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) en horas de la noche. Acto seguido, los encapuchados con un número mayor a 20 personas logran ingresar a uno de los edificios donde alumnos recibían clases en ese momento y desatan el caos agrediendo salvajemente a estudiantes.

Se desconocen los motivos de las agresiones, en donde 5 personas fueron agredidas y atendidas por bomberos municipales. Sin embargo, existen distintas hipótesis que apuntan a una disputa entre grupos que pelean por el espacio físico de la facultad y el control de la Huelga de Dolores -puesto que existe un presupuesto destinado a dicha huelga y que en años recientes se ha repartido como un botín-. Entre los señalados en redes digitales se mencionan a los “Güizaches” y otros grupos. Estos grupos han sido expulsados de la USAC debido a sus conductas violentas y erráticas en años anteriores.

El decano de la facultad, Henry Arriaga, mencionó que tomará las medidas necesarias ante el Ministerio Público, además de incluir sistemas de vigilancia y reforzamiento de las medidas de seguridad en las instalaciones; El diputado David Illescas, del partido oficial Movimiento Semilla anunció en su red social X  que denunció penalmente a Walter Mazariegos (Rector), Henry Arriaga y otros funcionarios de la USAC (Luis Pedro Ortiz y Rony López, cercanos a Mazariegos) debido a los posibles delitos de encubrimiento de deberes y daños tras los disturbios en la USAC.

Además, representantes de la Escuela de Historia presentaron un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para garantizar la seguridad en el campus y mantener las actividades académicas y administrativas de forma presencial. Según el director de la Escuela de Historia -Ángel Valdés- estos hechos violentos están vinculados a los grupos de choque de la Huelga y tienen por objetivo tomar la universidad y silenciar a las voces disidentes que denuncian el fraude electoral consumado en el año 2022 en donde se impuso a Walter Mazariegos como rector de la USAC (Prensa Comunitaria 30/01/2024).

Cabe recordar que Mazariegos llegó a ser rector de la USAC a través de un proceso anómalo e ilegal con el apoyo del entonces presidente Alejandro Giammattei y su régimen atrincherado en el organismo judicial y Ministerio Público -dirigido por la infame Consuelo Porras-. Estos disturbios provocados por los encapuchados podrían estar relacionados con la estrategia de Mazariegos para permanecer en la rectoría.

Mazariegos, sancionado por Estados Unidos, perdió el apoyo del ejecutivo cuando el partido Semilla colocó a su binomio presidencial y se consolidó como la tercera bancada más grande en el congreso. Esto le pone en una situación de desventaja, por lo que estos disturbios le sirvieron para justificar una reunión administrativa el 7 de febrero en donde se propone un cambio de reglamentos que ponen en riesgo la integridad y libertad de expresión del estudiantado, sector docente y administrativo. La propuesta de cambio incluye lo siguiente:

Contratar más armamento y policías -de empresas privadas- además de restringir actividades como reuniones, pasos de aulas, protestas y celebraciones que no estén aprobadas por la Dirección General de Administración (DIGA). La DIGA actualmente está ocupado por Luis Pedro Ortiz, quien abiertamente ha demostrado estar a favor del fraude electoral y la persecución contra la resistencia universitaria.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) instamos al estudiantado a organizar a sus bases para poder prevenir y cuidarse de actos criminales suscitados por los grupos de choques afines a Mazariegos, además de instar a que las actividades universitarias se mantengan presenciales, pues esto permite mayor organización. La articulación es necesaria para el intercambio de ideas y recursos. Este año es clave para rescatar a la USAC de las mafias que la han cooptado desde los años 90s.

Por otra parte, es necesario hacer mención de la Huelga de Dolores -que fue reconocida como Patrimonio Cultural de la Nación- también secuestrada por grupos criminales que han hecho de ella un botín y un desfile de actos soeces y vulgares, consumo de drogas y alcohol y la distorsión de los principios por los cuales fue creada: denunciar las injusticias a través de la sátira y el humor.

Id y recuperadla todos.

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