Por Hercilia Caceres y Tyscho

En los últimos años se ha consumado el descrédito que la comunidad sancarlista tiene contra la Huelga de Todos los Dolores, fastidio causado por los grupos criminales que se han entronizado y se han apropiado de la tradición huelguera, contaminándola de sus prácticas nefastas, como lo son el ejercicio de la violencia que hacen contra el propio estudiante y el gasto de dinero que la USAC le asigna anualmente a la celebración de Huelga, en bacanales sin sentido para unas reducidas hordas que creen banalmente que la tradición es embrutecerse con las borracheras y no la denuncia satírica de los males del pueblo. Nada más alejado de la tradición y del sentido real que tenía la huelga en el pasado.

Tomando en cuenta que estos grupos ha sido una de las máximas expresiones de represión contra los estudiantes porque esta “tradición” dejó de pertenecer a los estudiantes hace ya bastante tiempo, desde que estos mismos grupos parasitarios se tomaron la huelga, quitando todo sentido reivindicativo y revolucionario, que poseía en sus históricos años de apogeo.

La descomposición y el oportunismo degradaron la Huelga de Dolores

Dicha expresión satírica, fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 2010, por lo que, según el Acuerdo Ministerial 275-2010, se reconoce el derecho de las personas y comunidades a su identidad cultural de acuerdo a sus valores y tradiciones. Lo anterior, establecido durante el gobierno de Álvaro Colom, dio la pauta para hacer legal el enquistamiento criminal heredado desde inicios del presente siglo XXI, que se apoderó sistemáticamente de la tradición, vaciándola del contenido crítico y combativo entrañable.

Pero el interés del poder político del Estado por domesticar la tradición huelguera a expensas del oportunismo de las mafias que hacían de líderes estudiantiles hacia finales del siglo pasado, después de la brutal represión que le quitó a la San Carlos a sus más honorables huelgueros y verdaderos líderes estudiantiles durante las peores décadas de la guerra en el país (70s y 80s) y del terrorismo estatal, prosiguió durante la administración de Alfonso Portillo –ya en la llamada era “democrática” de post-guerra– y el gobierno del desaparecido Frente Republicano Guatemalteco (FRG) del militar Ríos Montt (2000-2004).

Mientras Portillo hacía gobierno con el rancio sector del ejército que defendió la política de tierra arrasada y de la guerra irrestricta contra el levantamiento popular (1982-1983), posaba también como un pusilánime caudillo popular al darle demagógicamente la Orden del Quetzal a la ya desacredita AEU que dirigía Jorge Mario García Rodríguez (Guilligan). En ese entonces el presidente Portillo, buscando comprar el apoyo de la mafia dirigida por García Rodriguez, le premió en 2001 con un jugoso bono de Q. 30 mil para financiar la Huelga de Dolores de ese año. Guilligan, como muchos de los que en su momento se autoproclamaron líderes estudiantiles, terminó sirviendo al cacique municipal Álvaro Arzú y al ahora alcalde Ricardo Quiñónez como alcalde auxiliar de zona 21.

Desde entonces todos los grupos que se han ido sucediendo silenciosamente en la administración de la Huelga de Dolores, así como en la histórica descomposición de dicha tradición, se han plegado por dinero y especias (jugosos bonos de los diputados, los ministros y los presidentes turno; los decanos de las diferentes facultades y rectores, dádivas de las grandes marcas de la oligarquía), como las que le facilita la Cervecería Centroamericana, que financia con empeño los bacanales sin sentido que año con año se vuelven fiestas dirigidas a borrachos y no a huelgueros para acrecentar las ganancias de La Gallo que los “huelgueros” cuidan sea la única bebida que se puede comprar en sus Declaratorias de Huelga. Actividades dirigidas en su gran mayoría a personas que no estudian en la USAC o que desconocen el sentido original e histórico de la tradición, que los mafiosos dicen es el argumento que le da vida a sus lucrativos negocios, pues ni ellos mismos conocen a la historia de la huelga.

Murphy y el CSU se lavan las manos, para seguir alimentando a los criminales

Igual que el año pasado, incluso antes de iniciar la cuaresma el próximo miércoles de ceniza (26 de febrero), los cada vez más reducidos grupos criminales han empezado a cometer sus desmanes contra el estudiante sancarlista; es por todos conocido el caso de las compañeras intoxicadas este año por los lúmpenes que se reivindican dueños de la guasa en que convirtieron la Huelga de Dolores.

El “magnífico” rector Murphy Paiz y el Consejo Superior Universitario (CSU) no han perdido tiempo en volver a demostrar su astucia el primero y su incapacidad el segundo. Pues ambos han anunciado con bombos un comunicado el 26 de enero –como el año pasado– donde quedaban prohibidas todas las actividades de bautizo a los estudiantes de primer ingreso, así como la portación de capuchas en la cara, la toma de edificios e instalaciones universitarias para usos no académicos (Véase el Comunicado en: https://soy.usac.edu.gt/?p=10458).

Esto viene a ser la misma maniobra de las autoridades de lavarse las manos por las redes sociales, para así seguir en abierto contubernio con las mafias, como es el caso del rector Murphy Paiz, que tiene a varios de los autoproclamados y envejecidos líderes de estas clicas criminales trabajando con salarios pagados por el pueblo en la Dirección de Extensión Universitaria (DIGEU), siendo varios de estos mafiosos los que apoyaron la plataforma (180° Sancarlistas) que impulso a Murphy a la rectoría; así es que se puede entender cómo a varios de estos señores no les alcanza el plan de repitencia (Acta del CSU 3-2005), siendo muchos de ellos carnets de los 90s, y nunca logrando saldar el área común, en la diversidad de carreras en las que han vegetado todo este tiempo, lucrando del descrédito al que condenaron nuestra Huelga de Dolores.

El caso del CSU es más ilustrativo, pues la gran mayoría de decanos, de representantes estudiantiles, docentes y profesionales, una vez electos para el cargo de consejeros, se desentienden de su mandato de representar a sus diferentes gremios y pasan a representar sus propios intereses particulares, es así que varios bailan la comparsa que pone el rector de turno y los grupos de poder –o de choque–, como lo son las mafias que se han hecho de la tradición de la Huelga como patrimonio propio y que se esconden debajo de las faldas de los decanos y del propio rector, que sin miramientos les prestan las instalaciones universitarias y les dan recursos públicos de los que carece tanto la USAC, contraviniendo abiertamente lo acordado por el CSU en el punto quinto de Acta. No. 5 de fecha 06/02/2019.

Desde finales del 2017, durante todo el 2018 y 2019, tanto el rector como el Secretario General de USAC, el arquitecto Carlos Valladares, estuvieron presionando a sus serviles marionetas del CSU para aprobar un reglamento anti-estudiantil que por el estilo pareciera dirigido contra los criminales que hacen su domingo durante la cuaresma huelguera y que trabajan impunemente como seguridad en los llamados “Chupaderos” –ilegalmente ubicados a las puertas de la USAC, un centro educativo, delito que a ninguna de las autoridades parece molestarles– durante el resto del año, pero que en los hechos estaba pensado por Murphy-Valladares para ser usado contra la organización legítima de los estudiantes en las diferentes asociaciones de las unidades académicas, grupos y movimientos estudiantiles para evitar la lucha contra la privatización, que sabía que iba a iniciar con su hoy fracasado intento de poner molinetes y restringir la entrada del pueblo a la USAC.

Pues ese reglamento, que fuera detenido en su momento en 2018, antes de que se iniciara la lucha contra la privatización de la USAC en 2019, y que fue denunciado en este mismo órgano: “¿Qué tipo de Reglamento necesita la USAC?” (El Socialista Centroamericano, 26.06.2018).

El rector y el CSU, con la excusa de detener las agresiones de sus protegidos criminales, pero que en realidad este acuerdo solo busca ser usado de facto por las autoridades contra el movimiento estudiantil legítimo y el estudiante individual, como un reglamento para perseguir la lucha estudiantil y no a los sicarios y mafiosos que protegen las propias autoridades; dicho acuerdo del CSU prohíbe: 1. Participar en bautizos y bienvenidas a estudiantes de primer ingreso; 2. Uso de capuchas; 3. Toma de instalaciones universitarias; 4. Venta y consumo de venidas alcohólicas, embriagantes, drogas y estupefacientes; 5. Uso de armas de fuego y materiales explosivos; y 6. Uso de cualquier sustancia que dañe a las personas y al ambiente. (Ref. Punto quinto del Acta del CSU. No. 5 de fecha 06/02/2019).

Basta con preguntar a los estudiantes sancarlistas si la administración central de la USAC (Rectoría y CSU) ha hecho algo realmente para detener las actividades realizadas esta última semana por varios comités vinculados ahora abiertamente, a la mafia que heredó los negocios de la defenestrada Comisión Transitoria de la AEU y que se hace llamar Organización Nacional de Comités de Huelga, a falta de carecer de legalidad y legitimidad en el Campus Central de la USAC, buscando estos malandros sostenerse en el desconocimiento que los miles de Comités de Huelga del interior del país tienen, sobre sus turbios y violentos negocios, para darse un aire más de vida, ante la crisis final que pasa gracias a ellos esta tradición universitaria.

Lo cierto es que tanto el rector como el CSU maniobraron de igual manera que el año pasado; públicamente condenan las agresiones, pero debajo de la mesa están preparándose para darle dinero que según el rector no le sobra a la USAC, a los mafiosos para que sigan lucrando de nuestra Huelga de Dolores, del embrutecimiento sistemático de nuestros compañeros estudiantes y de seguir haciendo del huelguero y la Huelga una burla para el pueblo de Guatemala.

Murphy llora con lágrimas de cocodrilo la falta del 5%, mientras debajo de la mesa planea darle nuestro dinero al crimen organizado

El rector fue citado al Congreso de la Republica a finales de enero por el caso de las dos compañeras intoxicadas por los malandros que se llaman huelgueros. Después de ausentarse de la primera citación, se presentó a la segunda alardeando que era tan solo un “show político”; luego aludió que la Huelga como la conocemos hoy es una tradición estudiantil fuera de su ámbito de poder, defendió de esta manera los desmanes de sus veteranos amigos en los más sucios Comités de Huelga.

Contraviniendo su propio pronunciamiento público, el rector magnífico aseguró que la Huelga no la puede prohibir él y que no era su voluntad hacerlo. Esto contrasta bastante bien con los llamados –casi lloriqueos– que las últimas semanas ha hecho la máxima autoridad sancarlista al gobierno, recordándole que debe cumplir el desembolso de no menos del 5% del Presupuesto de Ingreso y Egresos del Estado que le corresponde por ley a la USAC, aludiendo al fallo que en favor de la única casa superior de estudios pública del país, acreditó a finales del 2019 la Corte de Constitucionalidad (CC).

Pero el “magnifico” rector Murphy Paiz es como cualquier asaltante de a pie, un hábil prestidigitador de contradicciones propias y ajenas. Mientras diariamente salen comunicados de la rectoría recordando la fragilidad presupuestaria en la que se encuentra la USAC, incluso anunciando el cierre de departamentos de investigación y carreras en todo el país, por detrás y a la vista de todos los consejeros del CSU está planeando dar del apremiante y descarnado presupuesto de la USAC para que el crimen organizado celebre un año más la Huelga de Dolores, para seguir parasitando y enriqueciéndose de ella.

Esto quedó ratificado el 19 de febrero en sesión del CSU, ya que por iniciativa del propio rector Murphy Paiz, se decidió crear una Comisión que vele por realizar un análisis, destinado al financiamiento de la Huelga de todas las Dolores, evidenciando la complicidad entre las autoridades y aquellos que lucran y utilizan los recursos e impuestos del pueblo. Esto no será más que legalizar por tretas de papel dar el poco presupuesto que la USAC podría usar para mantener la universalidad de la educación superior a flote. Incluso después de que se desborde el 5% del presupuesto que le corresponde a nuestra universidad, es una infamia que el dinero que los guatemaltecos pagan para sostener el estudio, la investigación y la extensión universitaria sea usado para mantener junto al rector a las mafias de los comités de huelga que lo sostienen.

La AEU no quiere luchar por recuperar la Huelga de Dolores

Mientras esto pasa, el actual secretariado de la Asociación de Estudiantes Universitarios –AEU-, única encargada de la organización de la Huelga como máxima federación de estudiantes universitarios en el país, optó equivocadamente por negarse a exigir el presupuesto económico que desde el Estado como de la propia USAC se destinará a la Huelga este año, dando pauta a las autoridades de ser quiénes se pongan sobre los estudiantes y destinen los fondos a los cada vez más débiles comités de huelga manejados por el crimen organizado, bajo el argumento de ser Patrimonio Cultural de la Nación y tradición de la USAC, el rector está presto a dar dinero que no tiene la USAC –y aunque tuviera– para seguir manteniendo a estos grupos.

Es una decisión coherente mostrar resistencia ante las prácticas huelgueras degeneradas por el lumpenismo mafioso, pero no dejando el camino libre a la organización (de facto) de comités de huelga que cada vez representan menos la tradición y al estudiante; ya que ésta se mueve por medio del dinero, porque como buenos parásitos necesitan de un huésped que le brinde los recursos óptimos para su supervivencia. Sin dinero se acaba la fiesta y el bacanal sin sentido, pues a falta de convocar cada año a menos estudiantes a estas actividades, estos grupos del crimen organizado incluso pagan el día a gente exógena a la universidad, que protagonizan los actos de violencia contra los propios sancarlistas.

Pese a que la universidad se encuentra en medio de una crisis financiera, la burocracia universitaria (Murphy-CSU) no se niega a alimentar la bazofia que representa actualmente el Desfile Bufo, razón por la que los sectores universitarios deben reunirse y unirse para darle un verdadero sentido a la mal utilizada consigna vaciada de sentido hoy: “La huelga es del pueblo”, quitándole los recursos a aquellos que se han encargado de devaluar el intelecto sancarlista por medio de métodos reaccionarios heredados de las ocupaciones militares y la represión terrorista estatal de los 70s y los 90s, haciendo de nuestra tradición una burla y no un bien de sátira del pueblo oprimido y explotado. No obstante, quedarse cruzados de brazos es lo peor que puede hacer el estudiantado y la AEU como su máxima dirigencia, pues se debe asumir la responsabilidad reivindicando el “Patrimonio” y ganar sin cobardía, llamando al sector estudiantil en resistencia y que tiene un sentido de pertenencia con la huelga a hacer acciones en pro de la población guatemalteca, en pro de recuperar para el estudiante y el pueblo NUESTRA HUELGA DE DOLORES.

Es evidente que las autoridades no dejarán de financiar actividades de huelga pues viven en contubernio con el crimen organizado, lo han hecho durante los últimos 20 años, así que es imperativo llamar a hacer de aquélla algo útil para la población, por ejemplo, jornadas médicas y académicas que lleven a la población más necesitada los servicios que el Estado negligente no brinda, servicios que la población ya ha pagado y que los estudiantes y los sancarlistas en general estamos llamados a brindar sin miramientos, con capucha o sin capucha al servicio del pueblo.

Este sería un verdadero acto de protesta estudiantil, no solo contra el crimen organizado, sino contra las autoridades mediocres que como el rector buscan sostenerles, acto que tendría como fin recuperar la identidad sancarlista con aires de servicio y sacarla de una vez por todas del basurero al que estos mafiosos han condenado a NUESTRA HUELGA DE DOLORES, rescatando aquel fin primigenio de ser la voz de los olvidados, de aquellos a los que el gobierno silencia y les quita el nombre y su propia historia.

Otro de los destinos que pueden tener los recursos de la huelga es bridar apoyo a los estudiantes de Centros Universitarios que son olvidados por la administración central y actualmente padecen de precariedades que ponen en riesgo la educación superior en el interior del país. Los recursos derrochados en alcohol, drogas y un desfile que no es la voz de nadie, deben pelearse, ya que esto sería un ultimátum contra aquellos que desprestigian la razón universitaria.

Brindar conocimiento al pueblo, el servicio al pueblo de Guatemala es un acto revolucionario de verdad, no una consiga vaciada por la descomposición, negarse a las prácticas tradicionales palurdas y criminales de las mafias, prácticas misóginas y violentas que promueven la intimidación, la xenofobia y la discriminación de todo tipo; partir de la inteligencia que le devuelve el sentido a NUESTRA HUELGA DE DOLORES.

De la misma manera, se deben rescatar los símbolos y que el estudiante se los apropie –PORQUE SON NUESTROS SIMBOLOS Y NO DE LOS CRIMINALES–, no dejarle nada a los comités de huelga que lucran con los impuestos de todo un país que muere de hambre, en la embrutecedora ignominia de la ignorancia; que se recupere LA CHALANA como un verdadero canto de guerra del estudiantado contra los traidores que nos robaron NUESTRA HUELGA. Enorgullecer realmente a la LA CHABELA como la líder ideológica del estudiante que lucha contra las arbitrariedades y los enemigos del pueblo, que sea cantado nuestro himno y que nuestro símbolo sea recuperado en nuestras banderas como hijos del pueblo que son los sancarlistas, que no se le deje todo un siglo de mártires, héroes populares a unos grupúsculos criminales que no representaron, no representan y no reasentarán jamás el verdadero sentir sancarlista, que no representa al pueblo. Esta es nuestra política: QUE LA HUELGA DE TODOS LOS DOLORES DEL PUEBLO DE GUATEMALA REGRESE AL ESTUDIANTE Y AL SERVICIO DEL PUEBLO.

 

En huelga con la huelga: ¡No más derroche de dinero para las mafias, recursos y servicios para el pueblo!

¡HAGAMOS HUELGA DE VERDAD!

¡RECUPEREMOS LA HUELGA PARA EL PUEBLO!

¡HUELGA ESTUDIANTIL AL SERVICIO DEL PUEBLO!

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