Por Armando Tezucún

La primera semana de junio el Instituto Nacional de Estadística anunció que por primera vez el costo de manutención de una familia promedio de cinco personas rebasó los cinco mil quetzales mensuales (unos US$ 625). Según el INE, la Canasta Básica Vital, que incluye gastos de alimentación, educación, salud, transporte, vivienda, agua, energía eléctrica y otros servicios alcanzó en mayo la cantidad de Q 5,058.39, superando en Q 456 la CBV de mayo de 2012. Por otro lado, la Canasta Básica Alimentaria, que cubre los gastos en alimentación llegó a Q 2,772, Q 249 más que en mayo de 2012 (diario El Periódico 8/6/13).

En enero de este año entró en vigencia un aumento al salario mínimo del 5%, que lo colocó en Q 2,421 mensuales para actividades agrícolas y no agrícolas y Q 2,246 mensuales para actividades de exportación y maquilas (unos US$ 302.70 y US$ 280.75 respectivamente). Si hacemos comparaciones veremos que el mísero incremento al salario mínimo ya fue absorbido por la inflación antes de que lleguemos a la mitad del año.

Tomemos en cuenta que en Guatemala el salario mínimo es en realidad el salario máximo que pagan la mayoría empresas, y en muchas otras, sobre todo en el sector agrícola, los sueldos no llegan al mínimo de ley. “De acuerdo a cálculos con base en datos del INE, en el sector de la agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca, donde labora el 32.3% de la población ocupada del país, el ingreso promedio de los trabajadores es de Q 726 al mes; y en el sector manufacturero, donde trabaja el 13.7% de la población ocupada total, el ingreso promedio de los trabajadores es de Q 1,918.00” (Periódico Universidad, USAC, abril 2013, artículo La Inflación y su Impacto Social, por Carlos Aníbal Martínez). Para cubrir la Canasta Básica Vital un trabajador necesita 2.3 salarios mínimos. Esto es en el caso de los trabajadores asalariados; pero recordemos que un 74.5% de la población labora en la economía informal, ya sea por cuenta propia o en pequeñas empresas que no tributan ni cumplen los requisitos de la ley laboral. Esto implica que el aumento imparable de los precios está sumiendo en la pobreza aceleradamente a sectores cada vez mayores de la población trabajadora.

A los datos divulgados por el INE correspondientes al mes de mayo hay que sumar que a partir del 17 de junio se ha dado un aumento generalizado en el precio de la carne de res, el segundo del año, producto de la especulación de intermediarios, que prácticamente está eliminando este producto de las mesas de los hogares pobres.

¿Qué hace el gobierno al respecto? En mayo el Ministerio de Economía anunció un plan de cinco acciones para frenar el alza de los precios de los productos básicos: batalla contra la especulación, dar seguimiento a denuncias presentadas al Ministerio Público, combate al contrabando, promoción de contingentes de importación procedentes de Centroamérica y acciones que promocionen la oferta en el mercado (La Hora, 14/5/13). Sin embargo, el 21 de junio diputados de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) se reunieron con funcionarios del Ministerio de Economía y se percataron de que el gobierno aún no logra concretar su estrategia (La Hora 22/06/13).

La única acción concreta realizada ha sido el impulso de 15 ferias del consumidor, en las cuales diversos proveedores ofrecen al público productos de la canasta básica a precios de mayoristas, aunque la mayoría de productos tenían sólo Q 1 de rebaja en el precio. Esta absurda medida del Ministerio de Economía no ayudará en nada a frenar el alza generalizada. Como dijeran algunos asistentes, estas ferias son sólo de un día, mientras que el alza en los productos es constante (Prensa Libre 23/06/13).

Las medidas a impulsar tendrían que ser la fijación de precios topes a los productos básicos y la apertura de importación de productos para bajar los precios. Pero el gobierno nunca tomará estas medidas, pues lo enfrentarían con los grandes oligopolios de la burguesía y con una red de intereses económicos en la que están enmarañados los propios funcionarios gubernamentales y los diputados del Partido Patriota.

El incremento acelerado de los productos de consumo popular se da en medio de una grave crisis financiera del gobierno y de un estancamiento de la economía al primer trimestre del año.

Para las organizaciones sindicales, campesinas y populares se pone a la orden del día la lucha por l alza general de salarios, así como las movilizaciones para exigir al gobierno el freno a la especulación y la fijación de precios tope a los productos de la canasta básica.

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