Por Abelardo de la Torrente
El Consejo Superior Universitario (CSU) de la Universidad de San Carlos de Guatemala juega con fuego al reclamar lo que constitucionalmente, en base al Presupuesto de Ingresos de la Nación le corresponde al alma mater. Según el artículo 84 de la Constitución de la Republica, este monto es de no menos del cinco por ciento del presupuesto, además de que esa cantidad debe aumentar conforme crezca la matricula estudiantil.
El CSU hace un planteamiento oportunista de esta justa reivindicación. Aunque es cierto que la situación financiera para el funcionamiento administrativo y académico de la universidad tambalea, también es cierto que el CSU chantajea con que no hay dinero, sobre todo en lo que respecta a salarios y la negociación del pacto colectivo con el Sindicato de Trabajadores de la USAC (STUSC), que tiene casi una década de estar en discusión.
Otros elementos que flotan en el ambiente son: la imagen que el actual rector Estuardo Gálvez quiere levantar de cara a algunas aventuras en la politiquería nacional; y la  intención del actual secretario académico Carlos Alvarado Cerezo de lanzar su candidatura para convertirse en el próximo rector por el grupo gobernante de la estructura burocrática universitaria, para lo cual intenta obtener protagonismo.
Los dimes y diretes entre el gobierno y las autoridades universitarias han hecho que el CSU tenga que modificar su exigencia.  El Ministerio de Finanzas argumentó mañosamente que sí ha transferido el 5 %, basándose solamente en los ingresos ordinarios, mientras que la Constitución es clara, pues menciona que se debe tomar en cuenta todos los ingresos, tanto ordinarios como los de otro origen. Esta situación le requirió al CSU que por medio de un estudio técnico modificara su primer exigencia, de pedir que se transfieran recursos financieros de ejercicios presupuestarios anteriores que no han sido entregados, a exigir lo que realmente corresponde constitucionalmente.
Sabemos que la estructura burocrática de la USAC tiene intereses espurios. Pero también sabemos que cuando una demanda de esta naturaleza es lanzada, por el carácter justo de la exigencia es vital entender la coyuntura. En este caso se levanta la posibilidad que de los sectores democráticos broten posturas independientes. Aquí hay una realidad, y es que independientemente de sus intereses, el CSU se está enfrentando con el gobierno central. Esa realidad concreta no se puede negar y ante eso hay que crear un movimiento independiente que plantee sus propias reivindicaciones junto a la demanda del 5% del presupuesto de la nación para la USAC.
El CSU convocó a una marcha para el 24 de abril, acción que por muchos motivos será masiva, sobre todo por la participación del STUSC. El sector de trabajadores aprovechará para levantar sus propias demandas. Como PSOCA  hemos llamado al estudiantado a participar, pero demandando al CSU que entregue cuentas claras del gasto de los recursos de la USAC y que impulse el proceso de reforma universitaria.  Algunos grupos estudiantiles que exigen con justeza que el CSU inicie un proceso de reforma, ven la participación en la marcha como un aval a la actuación de las autoridades, pero consideramos que esta postura lleva a aislarse y a desaprovechar una oportunidad para desenmascarar al CSU ante la opinión pública.
La exigencia del 5 % es justa, pero de nada nos sirve ese dinero si el CSU no rinde cuentas claras de su uso, si los recursos no se distribuyen democráticamente entre todas las unidades académicas, si se mantienen sueldos exorbitantes para funcionarios y catedráticos que prácticamente son inamovibles y si la USAC continúa siendo un botín para empresarios, partidos políticos de derecha y burócratas que sólo piensan en enriquecerse y usarla de trampolín para incursionar en la política nacional.
Por tanto exigimos un proyecto académico que respalde la ejecución de gasto a partir de las necesidades populares y eso se  da con la reforma universitaria. Previamente demandamos que los planes de inversión establecidos en el ejercicio presupuestario para este año tengan una coherencia entre ellos a partir de ejes del quehacer sancarlista, extensión, docencia e investigación.
A pesar de que estamos haciendo un llamado voluntario a participar, denunciamos las presiones de parte de las autoridades a trabajadores y docentes para que participen en la marcha, así como a los malos docentes que se prestan a darles puntos a sus estudiantes para lo mismo y a la mafia lumpenizada del deshonorable comité de huelga que aprovechando esta situación se pone a cobrar parqueos extorsionando al estudiante. Exigimos a las autoridades que paren esas situaciones.
¡5 % CON TRANSPARENCIA Y SIN CORRUPCIÓN¡
¡5 % DEL PRESUPUESTO, 100 % DE REFORMA UNIVERSITARIA¡

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