Por Armando Tezucún

Desde el pasado miércoles 6 de febrero compañeros estudiantes universitarios de diferentes asociaciones y grupos tienen tomado el edificio de la rectoría de la Universidad de San Carlos (USAC). Como informamos en el No. 150 de El Socialista Centroamericano, la acción se realiza en protesta porque el Consejo Superior Universitario ha incumplido con los acuerdos firmados en septiembre de 2010 con el grupo Estudiantes Por la Autonomía, al finalizar la toma del campus de la USAC. A través de estos acuerdos, el CSU se comprometió a impulsar un proceso de reforma universitaria, para lo cual se conformó una Comisión Multisectorial que trabajó dos años para elaborar una propuesta de metodología para la reforma, que fue presentada en octubre del año pasado.

En el curso de los dos años de trabajo de la Comisión Multisectorial, los representantes del CSU en la misma, algunos directores de escuelas no facultativas y centros regionales, representantes de la anterior dirección del sindicato de trabajadores y una representante de la Asamblea de Colegios Profesionales se separaron de la comisión y elaboraron su propia propuesta de metodología de la reforma, conservadora y poco democrática en muchos aspectos. El miércoles 6, en su reunión ordinaria, el CSU decidió unir ambas propuestas.

El CSU toma represalias

Unos días después de iniciada la toma, las autoridades universitarias presentaron una demanda ante el Ministerio Público contra las compañeras Sandra Xinico, Tania Montenegro y el compañero Max Castillo.  Los cargos fueron por allanamiento y coacción. Luego de que rindieron sus declaraciones respectivas, el MP decidió desestimar el cargo de allanamiento.

Ante la poca sustentación del otro cargo y la debilidad de los argumentos del CSU, éste decidió atacar con medidas administrativas. A las dos compañeras y al compañero se les abrió un proceso interno con la finalidad de expulsarlos, haciéndoles una serie de acusaciones, entre ellas culpándolos por los daños causados porque la administración de la USAC no ha podido trabajar debido a la toma. Lo paradójico es que el CSU es el acusador y los compañeros deben acudir a defenderse ante ese mismo CSU.

El proceso de reforma que defendemos

El documento elaborado por la Comisión multisectorial no plantea demandas específicas ni propone cambios concretos a la estructura, Ley Orgánica o al funcionamiento de la USAC. Pero propone una metodología  para la reforma universitaria que es sumamente democrática, que se basa en asambleas  generales por unidad académica de estudiantes, docentes, trabajadores etc., para elegir sus delegados al congreso. Este Congreso de Reforma, además de la participación de delegados estudiantiles, docentes y de profesionales, contempla la participación de sectores políticamente emergentes como mujeres universitarias y los universitarios mayas, afrodescendientes y xincas.  En este proceso ampliamente democrático serán defendidas las demandas más sentidas de los estudiantes, para sean incluidas en las transformaciones que el congreso realizará.

Es precisamente a este posible desborde democrático al que teme el CSU, a un proceso de reforma que se le salga de las manos y acabe con la corrupción, privilegios y podredumbre que abunda en la USAC. Por eso la propuesta de reforma presentada por el grupo cercano al CSU no incluye las asambleas generales, sino elección por planillas, un terreno en el que pueden maniobrar y manipular, y excluye a los sectores emergentes antes mencionados.

Los compañeros que mantienen la toma de rectoría han aprovechado para hacer una amplia labor de divulgación de la necesidad de la reforma universitaria, recolección de firmas de apoyo, información constante a través de equipo de amplificación que han denominado “Radio Reforma”, etc.

La intransigencia del CSU es indicativa de que pretende derrotar la toma por cansancio y agotamiento. Ellos saben que una acción de este tipo es desgastante si se prolonga demasiado en el tiempo, por todas las situaciones que implica; la experiencia de la toma de 54 días en 2010 es aleccionadora en este sentido. Por ello creemos que los compañeros deben considerar tomar la iniciativa para que se inicien las conversaciones con el CSU y alcanzar acuerdos, que es la finalidad de toda medida de presión.

Exigimos al rector Estuardo Gálvez y al Consejo Superior Universitarios que suspenda las medidas represivas contra Sandra Xinico, Tania Montenegro y Max Castillo, y asuma el compromiso que firmó en 2010 de impulsar la reforma universitaria aceptando el documento trabajado por la Comisión Multisectorial.

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