Por Patricia Perez

La  implementación de la minería metálica en El Salvador ya no es un simple anuncio del Presidente Bukele, con la aprobación de la Asamblea Legislativa  de la  Ley General de la Minería Metálica el 23 de diciembre del 2024 y su respectivo aval por parte del l presidente Bukele y la ministra de Economía, María Luisa Hayem, ya existe todo el  andamiaje jurídico que permite   la exploración, extracción y procesamiento de minerales en El Salvador. Siendo eliminado a la vez mismos los obstáculos legales  que prohibían dicha actividad. Lo anterior a generado descontento en la población.

La reactivación de la minera del Presidente Bukele no es una idea que le surgió en el 2024, ya en el 2021 Bukele había dado el primer paso de cara  a la reactivación de la  minería, creando en el 2021 la Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas, a la cual en la nueva Ley es la responsable de: “…la regulación de las actividades previas a la explotación minera, las cuales incluyen la autorización de los estudios de reconocimiento superficial y prospección y otras necesarias para el correcto desarrollo de las actividades exploratorias, así como de la operación de plantas de procesamiento de minerales metálicos y la movilización de materia prima extraída o procesada.”

Oposición política partidaria

De los 60 diputados que integran la Asamblea Legislativa 57 (54 de Nuevas Ideas, dos del PCN y uno del PDC) votaron a  favor   de la Ley General de Minería Metálica. Mientras tanto 3 Diputados ( 2 de ARENA y 1 de VAMOS)  que representan la oposición en el poder Legislativo votaron en contra.  Políticamente era la mejor opción que le quedaba a dicha oposición, la cual debió ser más personal que partidaria, para el caso de ARENA ya que cuando fueron gobierno fueron ellos los que aprobaron la exploración  minera a empresas internacionales. De igual manera cuando se prohibió la  minería no fue una lucha  de los partidos electorales de oposición sino de la sociedad en general.  Lo anterior se trae a mencionar para demostrar como los partidos políticos cambian su posición partiendo de los intereses de los sectores que representan. No puede ser que en esos momentos la  minería era buena y ahora es mala.

Oposición comunitaria: Cabañas y Chalatenango un referente de la lucha contra la minería

La invasión de España transformo el modo de producción de las comunidades indígenas  que se encontraban en el  ahorra territorio salvadoreños,   pasado por diferentes modelos económicos siendo una economía mano agroexportadora en donde sus principales productos ha sido el cacao, añil, café, caña de azúcar, algodón en otros, la implementación de estos han llevado a un despojos y desplazamientos territoriales de la población, quien además a tenido que cargar con las consecuencias negativas derivadas de los mismos como por ejemplo  los padecimientos renales que ahorra sufren las personas que habitaron en la zonas algodoneras productos de los agroquímicos.

La minería no es una actividad económica nada nueva para El Salvador esta la han venido realizando en varios episodios de la historia dejando consecuencias desastrosas en el medio ambiente siendo la población quien ha tenido que cargar con las consecuencias. Una vez pasado la guerra civil esta volvió reactivarse otorgándoles permisos a varias empresas internacionales.

La oposición hacia la minera creció siendo fuerte en Cabañas y Chalatenango, donde se desarrollo una oposición desde las mismas comunidades desde donde se incorporaron  mas organizaciones, logrando ya para el 2017 fuera prohibida la minería como producto de la movilización unida con la lucha legal, momento en los cuales existía una crisis interburguesa y la decadente democracia burguesa funcionaba en parte.

La lucha contra la minería: defensa del agua, el medio ambiente y la salud pública

Los planes de Bukele para   implementar la  minería metálica como actividad económica, nuevamente  ha generado oposición y está logrando aglutinar a la población en torno a dicho  tema, logrando así realizar dos concentraciones frente a la icónica Biblioteca Nacional de El Salvador (BINAES).

Los rumbos que ha tomada la lucha han llevado a  las ONGs,  la iglesia católica y una parte de iglesias cristianas evangélicas a buscar hegemonizar la lucha y lanzar una campaña de recolección de firmas con la finalidad de solicitar la derogación de la Ley General de Minería Metálica, buscando hacer algo parecido a los del 2017. Las movilizaciones contra la Minería Metálica deben continuar debiéndose trabajar en una acción a nivel nacional a la cual deben unirse todo el pueblo salvadoreño.

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