Por Germán Aquino
En el área centroamericana los empleados estatales han marcado las luchas por la defensa de sus derechos. En el caso de El Salvador fueron los empleados públicos del sector de educación y salud quienes la iniciaron. Posteriormente se manifestaron empleados del sector justicia, cultura, etc. El factor común en las diferentes acciones ha sido la exigencia de un aumento de salario que permita solventar el elevado costo de la vida. Entre otras demandas ha estado la exigencia de que el Estado garantice mejores condiciones laborales, incorporando ciertas demandas en beneficio de toda la población.
El sector de empleados municipales ha corrido con menor suerte, ya que muchos han perdido sus empleos como resultado de los cambios de gobiernos municipal. Lo anterior es más sentido a nivel metropolitano, sobre todo en aquellas alcaldías que pasaron a mano de la derecha arenera, pero en menor medida ha sucedido en las otras alcaldías independientemente del partido político que ejerza el gobierno municipal.
¿Porqué el gobierno todavía no cede ante las demandas?
A pesar de que ha existido un incremento de las acciones de protestas de los empleados públicos, éstas todavía no han tenido la fuerza necesaria para obligar al gobierno de Funes a dar respuesta a una de las principales demandas, como es el incremento salarial y de parar las medidas antipopulares. Lo anterior ha estado determinado por diferentes factores entre los que se cuentan:
Falta de coordinación: Ha existido un incremento de las acciones de protestas, pero estas no han sido conjuntas; los empleados de las diferentes dependencias del Estado se han manifestado de manera separada y en fechas diferentes.
Poca incorporación de trabajadores privados: A pesar de que cuentan con salarios más bajos, los trabajadores privados del campo y de la ciudad, hasta el momento no se han incorporado a la lucha por un aumento de salarios acorde al costo de la vida.
Papel entreguista de ciertas direcciones: Existen direcciones de organizaciones de trabajadores (aunque no sus bases) que fácilmente han cedido o caído en los juegos de los funcionarios de gobierno. Como ejemplo se puede mencionar el caso de la luchas de los profesores, donde ANDES cedió ante las posiciones del gobierno, mientras otras organizaciones magisteriales no estaban de acuerdo con lo ofrecido, ya que no llenaba las necesidades de los empleados.
El oportunismo de direcciones políticas como el MDP: El costo de la vida se ha incrementado, la clase trabajadora ya resiente dicho costo y ha iniciado su lucha. Este descontento y accionar busca capitalizarlo la dirección social demócrata y oportunista del MDP, no en bien de la clase trabajadora, sino en beneficio de la dirección de dicho organismo político. A pesar de que una parte de este organismo dice estar a favor de las grandes mayorías, la población ya sabe que no es así. Por el contrario, es un organismo político que en estos momentos es un aliado de la burguesía tradicional.
Como en él se concentra una parte de la dirección de las organizaciones que están luchando, se hacen interpretaciones erróneas de dichas luchas, llevando a pensar que las movilizaciones de los empleados públicos son parte de un plan desestabilizador de la burguesía tradicional en contra del FMLN. En las recientes luchas del sector de salud y educación se pudo evidenciar lo anterior. Es de tener claro que la burguesía tradicional, la derecha arenera, la derecha de gana y la dirección socialdemócrata del MDP están tratando de capitalizar el descontento y las necesidades de los empleados públicos y no desaprovecha la oportunidad para generarle un desgaste político al FMLN.
Por un incremento salarial: unidad de acción
Los empleados públicos debemos concentrar la lucha en contra del sistema capitalista, no debemos caer en el juego de la burguesía tradicional y de la dirección socialdemócrata del MDP y creer que el FMLN es el principal responsable de la actual situación, aunque ello no significa que no tengan responsabilidad. La lucha debe ser contra los capitalistas y sus instituciones.
Las organizaciones sindicales de empleados públicos así como de trabajadores privados deben conformar una coordinadora que luche por el incremento salarial para ambos sectores. Las acciones deben ser conjuntas debiéndose combinar todos los métodos tradicionales de lucha popular. Todos los trabajadores estamos en el deber de incorporarnos a están acciones, siendo fundamental luchar por la independencia de clase y la democracia obrera interna en nuestras organizaciones.