Por Germán Aquino
Este 22 de enero del 2012 se cumplen 80 años de una de las mayores masacres cometidas en 1932 por el Estado salvadoreño en contra de las personas de los pueblos originarios de Cuzcatan, dicho masacre fue ejecutada bajo el gobierno del General Maximiliano Hernández Martínez, como resultado de la violencia institucional del estado salvadoreño fueron entre 30,000 a 35,000 personas que perdieron directamente sus vidas en manos de las fuerzas militares.
El municipio de Izalco fue lugar símbolo de la insurrección de 1932; la derecha arenera para recordar el triunfo del estado salvadoreño sobre las masas insurrectas casi siempre ha realizado sus campañas en dicho municipio este año no fue la excepción.
Devolución de las tierras a los pueblos originarios
Fueron las mismas condiciones económicas sociales y las políticas gubernamentales las que llevaron a la insurrección popular de 1932 en la cual las amplias masas la conformaron las personas pertenecientes a los pueblos originarios quienes se desempeñaban como trabajadores del campo, y en años anteriores la clase dominante con el apoyo del estado les robo mediante decretos legislativos las tierras comunales y ejidales que eran de su pertenencia, en la actualidad la devolución de estas tierras se ha convertido en una de las principales demandas de los pueblo originarios pero el actual gobierno como los anteriores se niega a cumplir.
Después de la masacre de 1932 muchas de las personas fueron obligadas ya sea directamente o indirectamente a negar su identidad como personas pertenecientes a pueblos originarios; hoy después de 80 años muchas de las personas descendientes de los mismos empiezan a reconocer su descendencia como pueblos originarios, pero en la se desempeñan como trabajadores en diferentes campos de la actividad económica y productiva del país, sufriendo la opresión y explotación del sistema capitalista.
Por un proyecto político en favor de las grandes mayorías
La clase trabajadora del campo y de la ciudad debemos recordar a todas aquellas personas asesinadas en 1932, así mismo reconocer que es este mismo Estado salvadoreño con sus fuerzas armadas quienes cometieron dicha masacre en defensa de los intereses de los oligarcas y burgueses, fuerzas que en cualquier momento tiene a su disposición cuando ven amenazados sus privilegios e intereses.
En estos 80 años debemos reconocer que para obtener la liberación como pueblos originarios, como clase trabajadora debemos unirnos tanto a nivel salvadoreño como a nivel centroamericano debemos trabajar en un proyecto político diferente a los que han existido; y es en dicho proyecto político en beneficio de la clase trabajadora, pueblos originarios, campesinos el cual el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) busca concretizarse lo cual será posible con el trabajo de todos.