Por Jose René Tamariz

El presidente de la República, Rodrigo Chaves, en su discurso del 2 de mayo en la Asamblea Legislativa, jactándose de su supuesto “buen gobierno”, intentó demostrar con una serie de cifras y datos económicos de que con su administración la economía tiene el “vigor y fortaleza de un jaguar”. Probablemente, Chaves intenta con esa frase hacer una semejanza con los denominados “tigres asiáticos” (Taiwán, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong). Sin embargo, las diferencias entre Costa Rica y esos países son abismales, ya que esos países para realizar su espectacular desarrollo económico debieron industrializarse y ello se debió a una inversión masiva en las empresas públicas. Además, los datos brindados por Chaves están sesgados, pues solo aborda la cara de una moneda, lo económico, y, elude referirse a datos y cifras de la inversión social pública, salarios y precios, ocultando la otra cara de la realidad, la situación social. Veamos

Crecimiento Económico

Al respecto del crecimiento económico de Costa Rica, Chaves, dijo que “Todos aquí sabemos que el crecimiento económico es una condición necesaria para generar bienestar y prosperidad. No es suficiente, pero es ciertamente indispensable. ¡Ah bueno, resulta que somos el campeón entre los países OCDE en esa dimensión: en el 2023 crecimos 5,3% más que los otros 37 países que componen esa organización”. De acuerdo con el Banco Central de Costa Rica (BCCR), en realidad, el crecimiento económico en el año 2023 fue del 5,1% no del 5,3% como dice Chaves.

No obstante, ese fue un buen crecimiento económico que no se ha traducido en mejoras sociales para el conjunto de la población costarricense. Pero, siempre es necesario plantear comparaciones y señalar con respecto a que año es mejor ese crecimiento. Si lo hacemos con respecto al 20022 en donde el crecimiento fue del 4,6% diríamos que el 2023 fue mejor, pero si lo comparamos con el año 2021 en donde el crecimiento fue del 7,9%, diríamos que mucho menor. Sin embargo, aún hay más que discutir sobre ese buen crecimiento económico.

Ese es un crecimiento coyuntural, no sostenible ni a mediano ni largo plazo. Según el BCCR “Para el bienio 2024-2025 se proyecta un crecimiento de 3,8% en cada año, lo que significa una revisión a la baja de 0,2 y 0,1 p.p., en ese orden, en relación con la estimación presentada en enero último”. (Informe de Política Monetaria. BCCR, abril 2024).

Más adelante ese informe del BCCR plantea que “La proyección para el 2024 considera el menor crecimiento de la demanda externa por implementos médicos, productos agrícolas, servicios empresariales e informáticos, así como una menor expansión de la demanda interna, como consecuencia de la desaceleración en el ingreso disponible por la menor ganancia en los términos internacionales de intercambio.

En el 2025 el principal motor de crecimiento sería la demanda interna y en menor medida la demanda externa. Se estima que el PIB se ubicaría cerca de su nivel potencial en el horizonte de proyección, sin que implique presiones inflacionarias significativas por el lado de la demanda”. (Ídem).

Entonces, como se puede observar, con base en las proyecciones del BCCR, va a darse una caída en el crecimiento económico en el bienio 2024-2025, en relación con el año 2023, del 1,3% del PIB de forma consecutiva. Haciendo la proyección del crecimiento económico del gobierno de Chaves, tomando en cuenta, datos reales y proyección del bienio 24-25, desde el año 2022 hasta el 2025 (4,6%, 5,1%, 3,8% y 3,8%) el crecimiento del PIB promedio de la administración Chaves, sería del 4,3%. Ese crecimiento económico promedio sería insuficiente para obtener logros importantes de desarrollo nacional.

Además, ese crecimiento económico es bien desigual en las dos economías que existen en Costa Rica: el régimen especial, integrado por las empresas de zonas francas y el régimen definitivo, compuesto por las empresas nacionales. Por ejemplo, en el año 2023 el crecimiento del régimen especial fue del 13,7% y en el definitivo de 3,9%, mientras que en el primer trimestre de 2024 el régimen especial creció el 8,2% y el definitivo 4,7%. Es importante destacar que la producción fuera de zonas francas constituye la mayor parte de la economía nacional (87%), mientras que la producción del régimen es de apenas el 13%. Por otra parte, es necesario señalar que la mayor parte del empleo formal se genera en el régimen definitivo (89%), mientras que el especial solamente genera el 11% del empleo nacional

Por otro lado, según el economista, Eduardo Lizano, para transformar a Costa Rica de un “país de renta media a uno de renta alta” se requería de un crecimiento anual promedio del 5,6% con base en el año 2025 y un crecimiento anual del PIB por habitante del 5,0%. (Lizano Fait, Eduardo: Después de la Pandemia: Una Visión de Largo Plazo. Academia de Centroamérica. Enero 2022). La tasa actual de crecimiento del PIB por habitante del período 2010-2025 es de 1,75%.

Situación Fiscal y Deuda Pública

De acuerdo con informaciones periodísticas “El Gobierno se ufana de una mejoría en las cifras fiscales, que se visibiliza en una reducción del déficit fiscal, que representaba el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2021, a un 3,29% del PIB en el 2023: una mejoría de 1,7 puntos. (Semanario Universidad. Semana del 13 al 19 de marzo de 2024). Por otra parte, en su discurso del 2 de mayo, Chaves dijo que “Nuestro excelente manejo fiscal hizo posible que por primera vez desde el año 2008, desde el año 2008, el país tenga un superávit primario, en este caso 1,6 del PIB, lo que nos permitió bajar la deuda pública de un 63% en el 2002 (sic), del PIB, un 61% en el 2023. Eso no es menor…”

Más adelante sostuvo que “Claramente estamos deshipotecando el futuro de la juventud costarricense, estamos cumpliendo mi promesa de campaña, de no pasarle el gasto irresponsable que financiamos con deuda a las generaciones futuras”.

En relación a la reducción del déficit fiscal y la generación del superávit primario que están íntimamente vinculados debemos analizar las razones por las cuales se producen. Ambos componentes se generan porque, sencillamente, el gobierno de Rodrigo Chaves, está realizando un salvaje plan de ajuste fiscal en contra de los trabajadores, principalmente, del sector público y contra amplios sectores populares que necesitan de los servicios sociales (educación, salud, vivienda y otros). Ese brutal ajuste se concreta en el congelamiento indefinido de los salarios de los trabajadores del sector público, así como de la eliminación de los pluses salariales y la reducción significativa de la inversión social. La inversión social pública (ISP) se redujo del 11,6% del PIB en el año 2021 al 9,9% en el año 2023.

Respecto a la cuestión de la deuda pública es necesario mencionar algunos elementos que explican su relativa reducción. Para reducir la deuda pública, los gobiernos pueden aplicar tres métodos: impuesto sobre el capital, aumentar la inflación y aplicar un plan de austeridad. En el caso de Costa Rica, es evidente que el gobierno de Rodrigo Chaves, para reducir la deuda pública ha recurrido, básicamente, a dos medidas: ejecutar un salvaje plan de austeridad en contra de los trabajadores, sectores de clases intermedias y populares, así como mantener un tipo de cambio del dólar bajo respecto al colón, es decir, se ha apreciado la moneda nacional y depreciado el dólar. Esto último, ha permitido que el gobierno pague menos colones por la deuda interna y externa que tiene en dólares.

La reducción proyectada por el BCCR para el año 2024 se dará por una contracción de la demanda externa y una “menor expansión de la demanda interna”, esta última, sin duda alguna, está relacionada con el plan salvaje plan de austeridad que aplica el gobierno de Chaves que tiende a ser contractivo de la economía.

Desempleo, Salarios y Precios

En relación al problema del desempleo, Chaves sostuvo que “Cuando presenté mi informe de labores hace un año, el desempleo era del 11%, que en ese momento ya era más bajo… de los últimos cuatro años. El INEC nos dice que el desempleo hoy es de 7,8%, una diferencia muy grande, casi de una tercera parte. Esto significa que 105.000 compatriotas encontraron trabajo”.

Más adelante señaló que “Y aquí voy a hacer que no está en el discurso… miles de costarricenses que estaban fuera del mercado de trabajo se incorporaron y están generando sustento y bienestar para sus familias… el empleo formal paso del 57% a 62%, cinco puntos porcentuales en ese periodo…”

Sin embargo, esa recuperación del empleo no es igual para todos los estratos de las edades, ya que según el BCCR “La recuperación del empleo se observa en el segmento entre 25 y 59 años, que desde mediados del 2022 retornó a nivel de ocupación prepandémico (…). En contraste, en los grupos de 15 a 24 años y de mayores de 60 años, el empleo se ha mantenido por debajo de ese nivel”. (Ídem).

Más adelante se informe del BCCR señala que “… la tasa de ocupación aumentó en los últimos tres meses, de 49,4% en noviembre a 51,1% en febrero de 2024… Aún así, este valor es inferior a sus niveles históricos (54,9%, en promedio entre 2010 y 2019).

La tasa neta de participación también se recuperó, pues se ubicó en 55,8% desde 53,2% en noviembre del 2023. No obstante, es inferior… al nivel prepandémico (60,9% entre 2010 y el 2019)”. (Ídem).

Como se puede observar con base en los datos anteriores, aunque el desempleo ha bajado, producto del crecimiento económico del año pasado, sin embargo, eso no es igual en los diferentes segmentos de edades, asimismo la tasa de ocupación y la tasa neta de participación no logra alcanzar los niveles previo a la pandemia del Covid-19.

Por otra parte, aunque los salarios reales en el sector privado, según el BCCR, ha incrementado en un 10% a febrero de 2024, en el sector público los ingresos han caído hasta un 20%. Precisamente, sobre ese sector de trabajadores se ha está aplicando el salvaje plan de ajuste fiscal del gobierno de Chaves.

Olímpicamente, Chaves, en su discurso se salta el abordaje tanto de los salarios como de los precios de los productos y servicios básicos. Por ejemplo, el precio del arroz y los frijoles, básicos en la dieta de los costarricense, aumentaron en un 8%, cuando Chaves prometió que el precio del arroz iba a bajar con su política. Asimismo, también prometió bajar el precio de la electricidad, pero la realidad ha sido otra, puesto que el precio de ese servicio básico aumentó. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) señaló, recientemente, que “El precio de la electricidad aumentó un 8,11 por ciento en enero, y tuvo un mayor efecto en la economía doméstica y en las empresas”. (ElPaís.cr, 13 de febrero 2024). Igual sucede en los medicamentos, en donde los precios, lejos de disminuir, han aumentado, dado que existen estructuras oligopólicas en el mercado de las medicinas.

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