Por José René Tamariz.

Sin duda alguna, debido a la gran cantidad de casos diarios detectados de la covid 19, la zona norte se ha convertido en el epicentro de la pandemia en Costa Rica. Los responsables del manejo de la pandemia todavía no se han atrevido a afirmar de que haya transmisión comunitaria en la zona norte. Han señalado que esa situación se acerca a ese tipo de transmisión. Sin embargo, dados los brotes más grandes de contagios y transmisión en esa zona es para determinar que, por lo menos, esa zona se encuentra en fase 4 de la pandemia.

Ahora, es necesario e importante destacar que la zona norte se ha convertido en epicentro y foco de transmisión comunitaria debido a las condiciones de trabajo que existen en las empresas empacadoras, plantaciones agrícolas de piña, yuca y otras, así como la pobreza, gente sin seguro social, sin electricidad y sin agua. En fin, condiciones materiales deplorables e insalubres que facilitaron la transmisión rápida, grande y comunitaria del virus SARS CoV2.

Por otro lado, para dejar claro si esa situación se debe  o no a la población migrante nicaragüense citó a la doctora Guiselle Guzmán Saborío, jefa del área de salud colectiva de la CCSS que señaló "Encontramos gente de Peñas Blancas de San Ramón con mucha relación con Cariari, en Pococí de Limon, porque van de un lugar a otro. Aquí el tema no es de nacionalidad. Hay que quitar esa idea falsa de que solo es población nicaragüense". (La Nación, 9 de junio de 2020).

De otro lado, se debe ser claro. Esas situaciones miserables e insalubres en que viven viven miles de trabajadores en las empresas, sean de manufacturas, agrícolas y otras son el producto de la sobreexplotación laboral, míseros salarios y degradantes condiciones laborales a que son sometidos por los empresarios y las lacras llamadas intermediarios. Esta escoria de intermediarios recluta a los trabajadores y se los ofrecen, como esclavos modernos, a menores salarios a los empresarios, a su vez los intermediarios del dinero que cobran por cada trabajador le "pagan" a ellos la mitad de los que les entregan a estos ladrones.

Es importante destacar que el ministerio de trabajo que el ministerio de trabajo es cómplice de los empresarios e intermediarios, ya que permiten y toleran la superexplotacion y el robo de los salarios que realizan contra los trabajadores. Debido a que esa zona se ha convertido en epicentro de la pandemia y de transmisión comunitaria de la covid 19, esas condiciones de miseria, pobreza, explotación inmisericorde e insalubres han salido a luz pública más claramente.

Por otra parte, frente al llamado del ministro de salud, Daniel Salas, de que los empresarios asuman sus responsabilidades por esa situación de contagios en sus empresas y la posibilidad de cerrar sus negocios si no acatan las disposiciones, la unión costarricense de cámaras y asociaciones de la empresa privada UCCAEP, la cámara costarricenses de la construcción  (CCC) y otras pegaron el grito al cielo porque ese ministro se atrevió a amenazarlos con cerrarles sus sagrados negocios. La UCCAEP en un comunicado que sacó al respecto señaló que "no es de recibo la llamada de atención" de Salas. He aquí una contradicción. Los empresarios no están dispuestos a aceptar cierres de sus negocios frente a la pandemia.

El gobierno de Alvarado frente a esa situación de pandemia en la zona norte debe de prohibir la existencia de los intermediarios en todas las plantaciones agrícolas del país. A los empresarios que hagan contratos con los intermediarios deben ser multados y sus negocios cerrados por un tiempo. Asimismo a los empresarios se le debe exigir y obligar a pagar los  salarios de ley y también decretar un incremento de los salarios de esos sectores para que mejoren sus condiciones de vida. El Estado debe garantizar de inmediato el acceso a la electricidad y el agua potable en las zonas donde no haya.

Asimismo, aquellas empresas o plantaciones agrícolas en que hayan contagios deben ser cerradas de inmediato y sus trabajadores deben ser enviados a cuarentena con sus salarios completos. En las empresas que no haya contagios se les debe exigir el cumplimiento de todas las medidas de salud y protección a sus trabajadores. La implementación de esas medidas deben ser supervisadas por el ministerio de salud, ya que los empresarios burlan las medidas. A su vez, el ministerio de salud debe realizar un testeo masivo para determinar la cantidad de infectados y dar atención y tratamiento a los afectados.

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