Por José René Tamariz

Actualmente, a nivel político, nos enfrentamos a un profundo proceso de reacción política y contrarreforma laboral. La pandilla neoliberal representada por el gobierno Alvarado-Piza y los diputados neoliberales del PLN, PAC y PUSC pretenden, mediante la aprobación y aplicación de sendos proyectos retrógrados, impedir cualquier movimiento de oposición y lucha por parte de las organizaciones sindicales y sociales contra sus políticas económicas neoliberales que, conllevan la reconfiguración institucional y estatal.

La reacción política se caracteriza por graves retrocesos e intentos de implementación, aprobación de proyectos regresivos, antidemocráticos y autoritarios, en derechos fundamentales como el derecho a la huelga y la organización sindical. La eventual aprobación de los proyectos de leyes, tales como, la “Ley para brindar seguridad jurídica sobre la huelga y sus procedimientos” y la “Ley de declaratoria de servicios públicos esenciales”, representarían un golpe mortal a las posibilidades de realizar huelgas políticas (contra políticas públicas como reformas fiscales, empleo público, régimen único de pensiones y otros) y la protesta social.

Asimismo, el primer proyecto conlleva a la disolución de las organizaciones sindicales. Además, con el segundo proyecto, en el sector educación sería prohibido hacer huelgas, incluso, por problemas de incumplimiento laboral y salarial por parte de la patronal, ya que será convertido en “servicio esencial”, en donde de forma “manifiesta” queda prohibido realizar huelga. Igual pasaría con la ampliación de “servicios esenciales” a 78 servicios públicos. De hecho, ya fue aprobada la prohibición para hacer huelga en los comedores escolares. Prácticamente, eso sería un retroceso al siglo XVIII o XIX.  En realidad, ambos proyectos representan el recorte y eliminación de derechos y libertades democráticas en pleno siglo XXI.

El proceso de contrarreforma laboral se aplica -aplicaría- en el sistema del empleo y los salarios en el sector público, mediante la ley de fortalecimiento de las finanzas públicas y el proyecto de Ley de empleo público. Este último proyecto impondría la aplicación del salario único para todos los nuevos empleados, sin ningún tipo de incentivos o pluses salariales, solo tendrían salario base. También ese proyecto flexibiliza y facilita los despidos en el sector público, bajo diferentes mecanismos, ya sea por dos notas consecutivas de 70 en dos años, reorganización de ministerios e instituciones públicas y otros mecanismos. De hecho, con ambos procesos de reacción política y contrarreforma laboral, se estaría homologando a los trabajadores del sector público con los del sector privado, pero hacia la baja, cercenamiento y eliminación en cuanto a derechos, libertades, empleo y salarios.

Por tanto, para evitar que, estos dos procesos gemelos, reacción política y contrarreforma laboral, se concluyan es necesario y urgente enfrentarlos y detenerlos mediante la movilización, lucha y huelgas. Detener e impedir la aprobación de esos retrógrados y regresivos proyectos es fundamental para conservar derechos fundamentales como el derecho a la huelga, a la organización sindical, a la protesta social y las libertades democráticas.

Por todas estas razones, llamamos a todos las/os compañeros apsinos a hacer y tomar conciencia de la grave situación en que nos encontramos los trabajadores de la educación y del sector público. Por ende, los invitamos y llamamos a sumarse de forma activa al movimiento de huelga intermitente impulsada y desarrollada por el sindicato APSE. ¡Ahora es el momento de defender nuestros derechos, mañana será demasiado tarde!

Por otra parte, es fundamental para el triunfo de este movimiento incorporar, de forma democrática y participativa, a todos los demás sectores sindicales (BUSSCO, Patria Justa, ANDE, SEC y otros sindicatos), así como organizaciones estudiantiles, populares y otras. Es determinante movilizar a sectores populares para fortalecer la lucha, principalmente, contra el aumento de los productos de la canasta básica, servicios básicos y no básicos. Adelante, compañeros y compañeras. ¡Vamos todos a la movilización y huelga!

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