Por Enrique Villalobos

En los últimos años, los trabajadores costarricenses han tenido que afrontar un ataque brutal y directo contra las conquistas salariales y laborales. Con el pretexto que existe una crisis fiscal, el gobierno de Laura Chinchilla no cesa de arremeter contra las conquistas de los trabajadores, al mismo tiempo que impulsa la llamada Reforma Procesal Laboral, en la que pretende borrar muchas de las conquistas obtenidas durante las luchas ocurridas en el siglo XX.

Y una de las grandes conquistas que el gobierno de Chinchilla pretende borrar son los pluses salariales. El salario mínimo es el salario base y, para compensar los bajos ingresos, los trabajadores han logrado a partir de incesantes luchas que el salario se aumente vía “pluses”. En la actualidad esta es la parte más valiosa del salario global.

Aumentos salariales rezagados

Los aumentos de salarios en Costa Rica se negocian y deciden el semestre anterior. Para el primer semestre del año 2013 se aplica la decisión que tomó el Consejo Nacional  de Salarios del Sector Público (CNSS) el 23 de Octubre del año pasado.

Conforme la legislación aprobada por la patronal, el aumento al salario mínimo se realiza por sectores: público y privado. Para un millón 200 mil trabajadores del sector privado el salario mínimo aumentó un 3,65% y para 130 mil empleados públicos el aumento  será del 1,84% para los sectores profesionales que ganan más de ¢275 mil al mes y un 1% adicional para los salarios inferiores a ese monto.

En marzo del 2012, después de un tremendo forcejeo y grandes movilizaciones en las calles, el gobierno de Laura Chinchilla y las centrales sindicales acordaron mantener la fórmula de cálculo acordada en el año 2007, que consiste en aprobar el aumento de salarios de cada categoría ocupacional tomando en cuenta el índice de inflación acumulada en el semestre anterior, en base a los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

Con este mecanismo los trabajadores reciben aumentos salariales rezagados, debido a que la inflación se va acumulando en cada semestre.

Centrales sindicales luchan por el 5%

En el año 2010 las centrales sindicales intentaron imponer la metodología de la indexación mensual del salario, en base a las proyecciones de inflación del Banco Central de Costa Rica, pero obviamente la propuesta fue rechazada. No hay duda que cualquier propuesta de defender y mejorar el salario real de los trabajadores, contará con la oposición del gobierno y de la patronal.

En esta oportunidad las centrales sindicales se han unificado en torno a la exigencia de aumento del salario mínimo equivalente al 4,77%, exigiendo al mismo tiempo abolir la metodología de cálculo aprobada en el 2007 y ratificada en el 2012, por una nueva basada en la “inflación proyectada” y no en la inflación del semestre pasado.

Ahora las centrales sindicales están utilizando el peligroso argumento de que los aumentos de salarios debe ser proporcional al aumento del PIB, lo que suene lógico pero encierra el peligro que en los periodos de crisis del capitalismo, como el que estamos viviendo, caracterizados por el retroceso en la producción, sea utilizado por la patronal y el gobierno para bajar los salarios.

En realidad, el gran argumento de las centrales sindicales debe ser que los salarios deben aumentar conforme aumenta el costo de la vida, y nunca deben estar sujetos a los altibajos del proceso productivo, porque mientras los trabajadores no controlen el proceso productivo no pueden ahorcarse con los vaivenes de la producción, decidida por  los grandes empresarios.

Ante el Decretazo: Convocar al paro nacional de 24 horas

Como no hubo acuerdo entre las centrales sindicales y el gobierno de Chinchilla, el miserable aumento salarial se producirá por la vía del Decreto Ejecutivo y será efectivo a partir de Febrero de este año.

Las centrales sindicales han tenido muchas vacilaciones, en determinado momentos están peleando en las calles, pero en otros momentos negocian y llegan a acuerdos con Laura Chinchilla. Este comportamiento errático ha fortalecido al gobierno.

Ante el inminente Decretazo e imposición de la congelación salarial, solo queda la huelga nacional de 14 horas para obligar al gobierno a otorgar un salario conforme la carestía de la vida. No hay otro camino.

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