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Por Ramón Sibaja

El Consejo Nacional de Salarios (CNS) es el organismo encargado de fijar los salarios mininos. Está compuesto por representantes del gobierno, de la empresa privada y los sindicatos, quedando estos últimos en absoluta desventaja a la hora de tomar decisiones.

En esta segunda quincena de junio se produjo una intensa negociación por el aumento de salarios para los trabajadores del sector privado. Desde la concertación nacional del año 1998, se aplica una metodología de cálculo que resulta fatal para los trabajadores. Uno de los grandes éxitos de la burguesía costarricense ha sido mantener divididos, en las negociaciones salariales, a los trabajadores del sector público y a los 1. 3 millones de trabajadores del sector privado.

Trabajadores en desventaja

La propuesta de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) fue que el aumento debía pagar al menos la inflación vencida que para junio rondaría el 2,21%, más un 0,6% que es el promedio de cada junio en los últimos 10 años, además que debería incluir la inflación proyectada para el segundo semestre del año.

La propuesta de los sindicatos fue que se elevaran los salarios en 6,82% mientras que la propuesta salarial de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial (UCCAEP) fue categórica: solamente el 2,64% de aumento salarial. Shirley Saborío declaró que el ofrecimiento de UCCAEP en el sentido de otorgar un “2,64% para el segundo semestre, sumado al 2,63% aprobado en el primer semestre del año suman un 5,27%, lo que es mayor a la inflación del 5% proyectado por el Banco Central para finales de año, con lo que se está dando un incremento real en los salarios del sector privado”. (Extra, 16/06/2011). Los empresarios mantuvieron el mismo chantaje: si aumentan los salarios, las empresas cerrarían operaciones y aumentaría el desempleo.

Miserable aumento de salarios

Al final, como era de esperarse, el CNS aprobó un miserable aumento de salarios promedio de 3,5 % lo que implica 3,500 colones por cada 100 mil colones. Como bien tituló el diario Extra el ridículo aumento “no da mi para comprar un casado” (plato de arroz y frijoles)”. Para el grupo de profesionales universitarios y técnicos, el aumento fue del 2,55%, lo que significa 2.550 colones por cada 100 mil colones.

Estos aumentos irrisorios son posibles por el grado de desorganización y desmovilización de los trabajadores del sector privado, en donde los sindicatos son casi inexistentes y predomina el “solidarismo”, que es un mecanismo asistencialista promovido por las cámaras empresariales precisamente para mantener desorganizados y desmovilizados a los trabajadores.

Sin embargo, la presión social por el aumento de salarios es tan grande, que Sandra Pisk, ministra del trabajo, anunció una nueva metodología de cálculo que será aplicada en la próxima negociación salarial.

La protesta de los policías

En cualquier país, la policía forma parte de los órganos de represión contra los trabajadores, pero la crisis del capitalismo es tan intensa que hasta los policías protestan por aumento de salarios.

En todo el mes de junio se produjeron varias protestas en los cuatro cuerpos policiales de Costa Rica: Policía Penitenciaria, Fuerza Pública, Policía de Migración y Extranjería, y Policía de Tránsito. Más que una huelga los policías, agrupados en el Sindicato de Policías (SIPO) y los sindicatos de Migración y Tránsito, hicieron tortuguismo, es decir, retardaron todas sus actividades, en señal de protesta por los bajos salarios y problemas propios de su tipo de trabajo.

Albino Vargas, secretario general de la ANEP resume en pocas palabras el conflicto entre los policías y el gobierno: desde diciembre de 2009 "logramos unir en un solo bloque reivindicaciones salariales pendientes en los cuatro cuerpos policiales más importantes del país, lo que nos llevó a firmar un acuerdo marco de reivindicaciones salariales con el gobierno de Oscar Arias. Dieciocho meses después el tema sigue sin resolverse, estamos a mitad del camino, nos han tomado el pelo, dicen que no hay recursos, y la situación se ha puesto muy delicada (…) La fuerza pública está partida en dos, los que ganan muy bien, como las jefaturas, y los que ganan muy mal, como los policías rasos, que son los que reciben los balazos en la calle". (Informatico, 21/06/2011)

Unificar las luchas

La protesta de los policías debe ser aprovechada por los trabajadores para plantear la necesaria unificación de las luchas por aumento de salarios. Es necesaria la unidad de los trabajadores, incluidos los policías, quienes se deben comprometer a no obedecer las órdenes de sus superiores cuando se trate de represión contra las luchas obreras y populares.

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