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Otra celebración del “Día del Trabajador”:

1º de Mayo: Excusas y demagogia.

El 1º de mayo en Nicaragua dista de ser una jubilosa celebración, la profunda crisis económica y una clase trabajadora debilitada y fragmentada; permiten a los partidos de la burguesía (FSLN incluido) engañar al pueblo trabajador, dejando irresolutas las demandas socio económicas mas sentidas.

Por Liev Contreras.

Este año, la celebración oficialista dirigida por el FSLN no tuvo lugar el propio primero de mayo, sino que el partido de gobierno convocó a una concentración la noche del treinta de abril. Esta táctica denota la creciente incapacidad del FSLN para convocar a sus simpatizantes, pues la celebración anticipada les permitió movilizar a los trabajadores de las distintas instituciones del Estado, lo que habría sido imposible el propio primero de mayo por ser un día feriado. A pesar de ello, la plaza de la República ubicada frente a la llamada “Casa de los pueblos”, no contó con una masiva participación.

Discursos, y más discursos.

Los oradores de la celebración oficialista fueron miembros del gobernante FSLN, llamando la atención la participación de dirigentes sindicales como José Antonio Zepeda de Asociación Nacional de Educadores (ANDEN), Roberto González de la Central Sandinista de Trabajadores (CST), y Gustavo Porras del Frente Nacional de Trabajadores (FNT), quienes son además diputados del FSLN en la Asamblea Nacional, lo que demuestra lo “comprometido” de dichos dirigentes con la política oficialista.

Todas las intervenciones ensalzaron las acciones de Ortega al frente del gobierno, e hicieron coro al eterno discurso que señala como origen de todos los males de los nicaragüenses al imperialismo yanqui y el sistema neoliberal. Pero como se puede deducir de sus propias intervenciones, tal carácter anti imperialista y clasista, no son más que simples recursos retóricos que los dirigentes sandinistas desempolvan cada primero de mayo.

El empleo: “bien, gracias”

Para la dirección sandinista se ha avanzado en la creación de empleos. Según datos proporcionados por Jeannette Chávez, Ministra del Trabajo: “a partir de los Programas que el Gobierno ha impulsado, como el Programa Hambre Cero, se han beneficiado a 13 mil familias, lo cual ha incrementado el nivel de ocupación, principalmente, de mujeres. En este Programa, se han beneficiado 13 mil 736 socias, organizadas en 2 mil 96 Grupos Solidarios, que también ha dado empleo a sus familias y esto aumenta el número de ocupación. (…) se han generado 30 mil empleos, más los datos que aquí les he señalado con los Programas del Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional, se hace casi 57 mil nuevos empleos directos”. Esta afirmación sin duda es temeraria y a todas luces falsa.

Esto provocó contradicciones en el discurso de los dirigentes sindicales afines al sandinismo, pues el propio Luis Barbosa, Secretario General de la CST increpó a Ortega señalando: “Queremos conocer cuál es la política de empleo de nuestro Gobierno, para acompañarlo”. La supuesta creación masiva de empleos es tan mítica que el propio Ortega señaló que las plazas supuestamente creados son 10 mil, un dato muy alejado de los 57 mil que señala su Ministra del Trabajo: “Digamos, que si hemos generado 10 mil empleos, por otro lado se están yendo 15 mil trabajadores al desempleo, porque están desmontando esas empresas (…)”.

El FSLN pretende engañar al pueblo con rimbombantes cifras, las que son negadas por la realidad misma, que señala que las plazas de empleos se reducen cada día, y la sofocante situación económica hace que el salario de los trabajadores sea cada vez más miserables.

El salario: siempre irresuelto.

La Ministro del Trabajo destacó como un éxito el aumento en los porcentajes en el salario mínimo que el Gobierno ha aprobado en este año y cuatro meses de su gestión; señalando que: “el salario mínimo, en menos de un año, se haya reajustado un 33%, a fin de que vayan logrando un mayor poder adquisitivo. Más de 103 mil trabajadores han sido beneficiados con ese ajuste, y sabemos que estos aumentos han sido perfectamente absorbidos por la economía del país, sin producir descalabro.”

Lo que la Ministro olvida es que aún así, los salarios en Nicaragua son los mas bajos de la región, que los trabajadores son incapaces de costear siquiera la canasta básica, que el Ministerio del Trabajo muestra profunda incapacidad para la aplicabilidad coercitiva de la Ley de Salario Mínimo; y que tales aumentos no benefician al grueso sector de nicaragüenses que trabajan en el sector informal. Así mismo, olvida que la tendencia inflacionaria que sufre el país hace impagables los servicios y bienes mas elementales, la inflación del 2007 rayó en 18% y hasta Abril del corriente, el Banco Central anunciaba una inflación acumulada de 6.88%.

El supuesto éxito del salario mínimo, fue negado por el propio Ortega quien señaló: “con un salario que está por debajo del salario justo, aún cuando esté a la par de lo que llamamos el salario mínimo aquí en Nicaragua, porque, el salario mínimo no es el salario justo... ¡claro que no lo es!”

El FSLN: más de lo mismo.

Aunque al llegar al poder, el FSLN se comprometió a no cometer los errores de los anteriores gobiernos de derecha, propugnando una administración sobria bajo el eslogan de “Arriba los Pobres del Mundo” y el “Pueblo Presidente”. Aún así, este gobierno no se ha escapado de los vicios que le critica a sus antecesores, realidad que no pudo ser ocultada por la dirección sandinista, esto fue palpable durante la intervención de Miriam Reyes quien habló en nombre de los trabajadores estatales, y señaló: “¡No es cierto que estamos prestando servicios de calidad, seguimos manteniendo megasalarios! Seguimos manteniendo gente corrupta que, en años anteriores nos hacían la vida imposible y ¡hoy también nos la hacen!” La dirección sandinista por un lado llama a los trabajadores a tener “conciencia de clase” y a defender la “revolución”, mientras por el otro son parte orgánica del sistema de corrupción que tanto critican.

Ante la crisis… sólo excusas.

La cabalgante crisis económica que sufre el país es justificada por el FSLN y su cúpula como una consecuencia de los 16 años de los gobiernos de de derecha. Ortega crea toda una ideología para justificar la incapacidad orgánica de la burguesía sandinista para resolver la crisis económica, pues de ejecutar soluciones verdaderamente clasistas atentaría contra sus propios intereses económicos. Por ello, el FSLN culpa de todos los males al imperialismo, olvidando en la plaza que los diputados sandinistas hicieron quórum para aprobar el CAFTA, y que los funcionarios sandinistas negociaron con el FMI el programa económico para el país.

Ahora Ortega, pretende engañar al pueblo trabajador, y señala: “Hacer la contrarrevolución, a través de esos agentes que tienen sus redes orquestadas, a través de algunos medios de comunicación, que son los instrumentos para tratar de crear la sensación de caos.”

¿Y la independencia sindical?

Algo para lamentar profundamente, es la manipulación que hacen los cuadros sandinistas pertenecientes a la burocracia de los sindicatos. Las asociaciones de obreros son utilizadas con fines politiqueros sin la menor independencia de clase, convirtiéndolos en meros apéndices del gobierno sandinista, Gustavo Porras, diputado y dirigente del FNT destaca como un gran valor esta suerte de ser vagón de cola del gobierno: ·” (...) y ahora, el cuento es ‘sindicatos blancos, sindicatos blancos’ y, ¡somos Sindicatos Rojo y Negro, somos Sindicatos Sandinistas! Y este, es nuestro Gobierno y lo vamos a defender.”

Las enseñanzas.

Este 1º de mayo no hubo nada que celebrar para los trabajadores de Nicaragua. El FSLN y su dirección han demostrado una vez que no están de parte de la clase obrera y campesina. Ante la agitada situación económica han recetado discursos y demagogia, esto demuestra el carácter burgués del FSLN que no se diferencia en nada de los gobiernos antecesores a los que tildan de “neoliberales”. El FSLN sin duda es una de las patas que sostiene el sistema capitalista, aunque lo critiquen, haciendo negocios desde el poder estatal, ayudando a mantener el corrupto sistema de repartición de cargos por medio del pacto político que mantiene con Arnoldo Alemán del PLC.

Los trabajadores de una vez por todas, debemos forjar organizaciones independientes, con conciencia de clase; sólo así podremos acabar con la miseria y empobrecimiento de la gran mayoría de nicaragüenses.

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4 de Mayo de 1927:

El General Sandino inicia la lucha militar para expulsar a las tropas imperialistas

Por Victoriano Sánchez

El 4 de Mayo, día de la “Dignidad Nacional”, paso casi desapercibido en Nicaragua, a pesar de que el Frente Sandinista de Libración Nacional (FSLN) en el poder se reclama único heredero de la lucha libertaria del General Augusto C. Sandino.

Sandino, un hombre de origen humilde, alcanzó un destacado lugar en la galería de héroes y próceres latinoamericanos al encabezar, en condiciones sumamente desiguales, la lucha armada contra la intervención norteamericana en Nicaragua, iniciada en 1912 a raíz del derrocamiento del caudillo liberal nacionalista, general José Santos Zelaya, ocupación militar que terminó formalmente el 1 de Enero de 1934.

Segundo derrumbe del Estado

En esa época, Nicaragua vivía una de las más profunda y pavorosa crisis económica y social de su historia, originada por la caída de los precios del café, su principal producto de exportación, y la prolongada guerra civil entre liberales nacionalistas y conservadores pro yanquis. El Estado prácticamente había desaparecido, el gobierno cambiaba constantemente y ya no podía controlar la situación.

En el periodo de 1912-1934 se produjo el segundo colapso del Estado. El primer gran derrumbe se produjo en 1854-1856 cuando William Walker logró apoderarse del país y reimplantó la esclavitud. Walker fue derrotado en Mayo de 1857 por una acción combinada de los ejércitos centroamericanos, quienes se unieron contra el invasor.

El periodo 1912-1934- estuvo caracterizado por 22 años de guerra civil casi permanente, con escasos periodos de paz. La presencia de tropas norteamericanas fue interrumpida brevemente por un año entre agosto de 1925, cuando se retiraron los marines, pero el 17 de diciembre de 1926 desembarcaron nuevamente en Puerto Cabezas, para intervenir en la guerra civil de 1926 a favor del gobierno conservador. Mientras las tropas norteamericanas apuntalaban a los gobiernos de la llamada “segunda república conservadora” (1912-1928), al mismo tiempo entrenaban y apertrechaban a la Constabularia compuesta por soldados nicaragüenses en un vano intento por desmantelar y sustituir a los ejércitos partidarios.

La guerra civil de 1926

La guerra civil de 1926 tuvo su origen en el Golpe de Estado promovido por el general Emiliano Chamorro contra el Presidente conservador Carlos Solórzano, quien tenía como Vicepresidente al liberal Juan Bautista Sacasa. El golpista Chamorro no fue reconocido por la comunidad internacional y se vio forzado a renunciar a sus pretensiones. El Congreso aceptó la renuncia de Solórzano nombrando a Sebastián Uriza como Presidente provisional.

Al dimitir Solórzano, el Vicepresidente liberal Juan Bautista Sacasa no subió a la Presidencia, como correspondía conforme la Constitución. Debido a que éste se encontraba en México, el Congreso dominado por los conservadores sustituyó a Uriza por Adolfo Díaz, nombrándolo Presidente de la República, y así se encendió nuevamente la llama de la guerra civil.

El pacto del Espino Negro

Las tropas liberales eran comandadas por el general liberal José María Moncada, quien recibió apoyo militar del gobierno mexicano. La guerra civil de 1926 terminó el 4 de Mayo de 1927 con el famoso pacto del Espino Negro, entre Henry L. Stimson, representante diplomático del gobierno de los Estados Unidos, y el general José María Moncada, jefe de las tropas liberales. Desde el derrocamiento de Zelaya en 1909, la diplomacia norteamericana había vetado políticamente al liberalismo. Al pactar con Moncada, el imperialismo norteamericano estaba reconociendo a un nuevo liberalismo, no Zelayista. Moncada se comprometió a desmovilizar su ejército, que estaba a punto de entrar a Managua y tomar el poder, bajo la promesa norteamericana de realizar elecciones justas en 1928, y de crear una fuerza armada supuestamente apolítica: la Guardia Nacional. Como era de esperarse, los partidos Liberal y Conservador aceptaron el armisticio, menos el general liberal Augusto César Sandino que se trasladó a la zona norte de Nicaragua con apenas 30 hombres para continuar una guerra de guerrillas contra la ocupación norteamericana.

Crack de la economía mundial

El ascenso del general Moncada a la Presidencia de la República en 1928, por medio de elecciones vigiladas por los marines norteamericanos, coincidió con el crack de la economía mundial que terminó de destrozar las bases económicas del país. Las penurias económicas crearon un profundo malestar social en la zona cafetalera del norte. Los campesinos, desempleados y hambrientos, engrosaron las filas del “ejército loco” del general Sandino.

Fueron años de crisis de la economía mundial y de ascenso del fascismo en el mundo. En Nicaragua ese sentimiento a favor del orden y la tranquilidad, después de tantos años de caos social y guerra civil, se expresó en el apoyo de los partidos políticos liberal y conservador a favor de la naciente Guardia Nacional, como la única institución que podía reimplantar el orden y el respeto a las autoridades.

La ideología de Sandino.

Sandino no era marxista, nunca lo fue, pero eso no le quita meritos al héroe nacionalista. Siempre se reivindicó liberal. En esa época, el Partido Conservador representaba los intereses de la oligarquía, y el liberalismo, aunque tenía burgueses y oligarcas en sus filas, representaba a las amplias masas populares empobrecidas. Sandino fue quizás el mejor exponente del ala izquierda del liberalismo nacionalista, al grado que empuñó las armas no solo contra las tropas norteamericanas, sino que también peló contra la naciente Guardia Nacional, encabezada por Anastasio Somoza García, quién fue durante mucho tiempo asistente personal del general José María Moncada.

Sandino era liberal confeso, masón, simpatizante de la corriente espiritualista dirigida por el argentino Joaquín Trincado. En sus escritos se puede observar una influencia religiosa, un mesianismo de que él debía encabezar la lucha por la liberación de Nicaragua. Este aspecto poco conocido ha sido motivo de burla por parte del fallecido historiador reaccionario Alejandro Bolaños Gayer.

A veces se olvida, solo para citar un ejemplo, que las guerras campesinas en la Europa medieval tuvieron una fuerte connotación religiosa, pero en realidad reflejaron una lucha de clases entre los campesinos contra los privilegios de la nobleza parasitaria. En el caso de Nicaragua, el espiritualismo del General Sandino jugó un papel enormemente progresivo, porque con ese mesianismo y ese discurso cuasi religioso agrupó a una masa de campesinos dispersos, creyentes, que jugaron un rol sumamente avanzado en una época marcada por la crisis de la economía mundial y del ascenso del fascismo en el mundo.

Una lucha desigual

El “pequeño ejército loco” de Sandino libró una desigual batalla contra el ejercito imperialista más poderoso de la tierra. A diferencia de la guerra civil de 1926, el gobierno mexicano no brindo apoyo militar y material a la guerrilla sandinista. Prácticamente solo, Sandino se abastecía de los pertrechos militares que lograban arrancarles a los soldados norteamericanos muertos.

Los historiadores burgueses han criticado a Sandino por hacer uso de tácticas “terroristas” (el famoso corte de chaleco) contra las tropas imperialistas y sus colaboradores, pero se olvidan mencionar el terror contrarrevolucionario que las tropas norteamericanas y la Guardia Nacional utilizaron contra la base social campesina de apoyo a la guerrilla sandinista. En realidad, como toda guerra, se libró una lucha cruel, en la que Sandino representaba el bando más progresivo, que luchaba por la expulsión de las tropas imperialistas y por la autodeterminación nacional. El ejército norteamericano y la Guardia Nacional controlaba la zona del pacifico, la zona central y gran parte de la costa Caribe. El ejército de Sandino, en cambio, estaba limitado a la zona norte, montañosa, con algunas incursiones en la zona de occidente y en la región del triángulo minero de la costa Caribe. Había en los hechos una dualidad de poderes expresada en ambos ejércitos que peleaban por el control del territorio.

Las negociaciones de paz

Sandino libró una heroica guerra de guerrillas, pero circunscribió su programa a la salida de las tropas extranjeras. Ese era el gran merito histórico de su programa, la salida de las tropas extranjeras, pero al mismo tiempo esta consigna encerraba una gran limitación política. Desde el comienzo de la intervención, los Estados Unidos plantearon la necesidad de construir un ejército apolítico, la Guardia Nacional, que fuera el pilar del orden burgués en Nicaragua.

Cuando Juan Bautista Sacasa asumió la presidencia de Nicaragua, en Noviembre de 1932, el imperialismo norteamericano había cumplido gran parte de sus objetivos. En febrero de 1933, la Guardia Nacional contaba con más de 4,000 efectivos, forjados al calor de la lucha contra insurgente contra Sandino. El “pequeño ejército loco” de Sandino contaba con 1800 hombres con escaso armamento. Aún así era una fuerza guerrillera formidable que había logrado sobrevivir a la parte más dura de la guerra.

Como buen liberal Sandino creyó que Sacasa era un hombre honesto, con el cual podía negociar la paz. Ya los norteamericanos habían anunciado el retiro de las tropas para el 1 de Enero de 1934. En esas condiciones, Sandino accedió a negociar la paz con Sofonías Salvatierra, delegado del presidente Sacasa. Sandino desmovilizo su ejército el 22 de febrero de 1933 en San Rafael del Norte, y se quedó con una fuerza armada de apenas de 100 hombres.

La Guardia Nacional

Para esa época, a pesar de la desmovilización del ejército de Sandino, un sector del liberalismo lo apoyaba en los centros urbanos, y era una verdadera fuerza política y militar, lo que motivó resquemores dentro de la Guardia Nacional.

A comienzos de 1934 Sandino declaró que la Guardia Nacional era “inconstitucional” y que debía ser reestructurada. La Constitución de 1911 se refería al “ejercito” y la “marina” y no mencionaba a la “Guardia Nacional”. Fue hasta la Constitución de 1939 que Somoza García legalizó a la Guardia Nacional.

Somoza no podía dormir tranquilo ni ascender al poder, mientras Sandino estuviera vivo. Así surgió la conspiración para asesinar a traición a Sandino, conspiración que fue apoyada por el embajador norteamericano.

El asesinato de Sandino

El 21 de febrero de 1934, Sandino fue capturado al salir de una cena en la casa presidencial, conducido a los campos del viejo aeropuerto de Managua y fusilado inmediatamente. Su cadáver fue incinerado y ocultado para siempre. Nunca se hallaron sus restos mortales.

La Guardia Nacional masacró a sus seguidores e implanto el terror contrarrevolucionario en las montañas. El aniquilamiento de la guerrilla sandinista en 1934 marcó una fase de restablecimiento de la autoridad del Estado, colocándose la Guardia Nacional como el único cuerpo armado. Se termino la dualidad de poderes a nivel territorial.

Anastasio Somoza García, Jefe Director de la Guardia Nacional, logró atraerse el apoyo de los partidos Liberal y Conservador, los que aprobaron en el Congreso una amnistía a su favor en agosto de 1934. Fueron muy pocos los que alzaron su voz de protesta. Poco a poco asentaba su poder el futuro dictador Somoza García, fundador de la dinastía somocista.

Sandino desapareció físicamente pero su ejemplo perdura todavía. En 1961 sirvió de inspiración a Carlos Fonseca Amador y un puñado de jóvenes revolucionarios para fundar el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), organización que se colocó al frente de la insurrección popular en 1979, derrocando a al régimen somocista y vengando con ello el asesinato del general Augusto C. Sandino. Pero el FSLN no sigue al pie de letra el ejemplo y el pensamiento de Sandino. Este tema, por su importancia y extensión, será motivo de otro trabajo.

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Después de 11 días de paro:

Transportistas doblegan al gobierno de Daniel Ortega.

Por Sebastián Chavarría Domínguez.

“Ver para creer”, dice un sabio refrán popular. Los transportistas nicaragüenses, tradicional base social de apoyo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), por primera vez en la historia, desarrollaron una huelga no contra un gobierno “neoliberal” (Chamorro, Alemán y Bolaños), sino contra el gobierno del mismísimo Daniel Ortega, quien anteriormente impulsaba paros de transporte a nivel nacional. ¿Qué está pasando en Nicaragua?

El transporte de pasajeros y carga de Nicaragua es el más atrasado de Centroamérica. Este atraso tiene su origen en la revolución de 1979, en la intervención y bloqueo imperialista y la guerra civil (1982-1990) que significaron la ruina económica de Nicaragua. A lo anterior habría que agregar las políticas erróneas del primer gobierno sandinista (1979-1990) que creó grandes empresas estatales como ENABUS (transporte urbano) y ENABIN (transporte interurbano), abandonando a su suerte al tradicional pequeño y mediano propietario.

Leer más…NICARAGUA: Después de 11 días de paro: transportistas doblegan al gobierno de Daniel Ortega.

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Directivos de la transnacional española Unión Fenosa

 

Mientras esquilman al pueblo: Sacan provecho de la crisis energética

Por Sebastián Chavarría Domínguez

Un verdadero escándalo político se ha creado con la "Ley especial para la distribución y el uso responsable del servicio público básico de energía". Al comienzo, el gobierno dijo que era, como efectivamente lo fue, una imposición del Fondo Monetario Internacional (FMI), un requisito para la aprobación de préstamos para el año 2008. Este proyecto de ley contempla penas de cárcel y multas a los consumidores de 800 kilovatios/hora al mes que roben energía, además de sanciones administrativas para los que sustraigan energía y sean consumidores de 500 kilovatios/hora al mes.

MRS: negocio redondo.

Víctor Hugo Tinoco, diputado del Movimiento Renovador Sandinista (MRS) puso el dedo en la llaga al declarar que “la aprobación de esta iniciativa es producto de un acuerdo entre el presidente Daniel Ortega, Arnoldo Alemán y Unión Fenosa. Éste es un combo en el que los tres saldrán ganando. Unión Fenosa, porque por la vía de las amenazas de cárcel le sacará del bolsillo más dinero a los consumidores. Ganará también el grupo económico más cercano al presidente Ortega, porque por la vía de las ganancias obtenidas con el petróleo venezolano han realizado préstamos a algunas generadoras y necesitan recuperar el dinero una vez que Unión Fenosa pague a las generadoras. Y saldrá ganando Arnoldo Alemán una vez que se termine de publicar el Código Penal bajo el pretexto de darle vigencia a las penalidades contempladas en la ley, lo que lo librará de la cárcel debido a las tipificaciones contempladas en el Código sobre el delito de lavado de dinero”. (El Nuevo Diario 26/03/08)

A pesar de la oposición de algunos diputados, el proyecto de ley fue probado en términos generales en la sesión del 13 de marzo. Al momento de aprobar dicha ley en lo particular surgió la crisis creada con la resolución del Consejo Supremo Electoral que manda a suspender las elecciones municipales en tres municipios de la Costa Caribe (Bilwi, Waspam y Prinzapolka). La oposición de derecha decidió suspender el debate sobre la ley, boicoteando las sesiones de la Asamblea Nacional, a cambio de la reversión de la decisión del Consejo Supremo Electoral (CSE).

Compra de acciones de Unión Fenosa

En una sesión del programa “El Pueblo Presidente” realizada en el Distrito Tres de Managua a comienzos de abril, el Presidente Daniel Ortega reconoció las intenciones del gobierno de comprar una parte de las acciones de la transnacional Unión Fenosa, a cambio de la deuda que esta empresa tiene con el Estado, la que asciende a más de 70 millones de dólares (un mil 341 millones 200 mil córdobas). Aunque Jorge Katin, vocero de Unión Fenosa, aclaró que el Estado debe 58 millones de dólares a la empresa y que le diferencia es apenas de 12 millones de dólares

Recientemente, el presidente Ortega asumió un discurso moderado en relación a Unión Fenosa: “Hay que ir gradualmente resolviendo el problema de Unión Fenosa, de manera que se pueda lograr el establecimiento de una nueva empresa distribuidora (de energía), pero en un proceso de entendimiento y no de choque frontal con Unión Fenosa”(El Nuevo Diario 17/04/08).

Para los empresarios se trata de una excelente propuesta. José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) Es una propuesta “viable y positiva (la iniciativa de Ortega), siempre que la compañía esté de acuerdo con esa posibilidad”. Para César Zamora, presidente de la Cámara de Comercio Americana Nicaragüense (Ancham), no hay ''ningún problema que eso suceda... este no sería el único caso ya que en Panamá el estado cuenta con el 48% de las acciones de Unión Fenosa''. (EL Nuevo Diario 12/04/08)

Detrás del negocio

Extraoficialmente se conoció que la repuesta de la transnacional Unión Fenosa fue que el gobierno compra todo o no hay negocio. Además del gobierno, existen varios grandes grupos interesados en comprar Unión Fenosa en Nicaragua: el Grupo Isolux Corsán, de capital español y estadounidense; Ashmore Energy Nicaragua, cuyo gerente general es César Zamora; la estadounidense AES; una empresa brasileña. La aprobación de la ley anti fraude energético está haciendo subir las acciones de Unión Fenosa en el mercado.

Al parecer, la crisis energética de Nicaragua se ha transformado en un jugoso negocio para empresarios ligados al gobierno. Para el diputado liberal José Pallais, “hay pasos de animal grande en estos negocios: el millonario proyecto hidroeléctrico Copalar --en el que uno de los principales interesados era Bayardo Arce--; y las dos contrataciones directas y secretas que intentó efectuar Ernesto Martínez Tiffer, Presidente de ENEL, con las controversiales firmas Kamusi Investments S.A., y Gero Ibérica de Comercio Internacional”.

La burguesía aprovecha, mientras los sindicatos de la industria eléctrica permanecen dormidos.

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Sobre la posposición de elecciones en la Costa Caribe

Impotencia y colaboración del liberalismo

Por Victoriano Sánchez

Después del paso del huracán Félix el año pasado, el presidente Ortega declaró que el desastre era tan grande que no había condiciones para realizar elecciones municipales en la Región Autónoma del Atlántica Norte (RAAN). Casi de inmediato, el gobierno regional de la RAAN, contralado por el FSLN con el apoyo de un sector de ex contras de YATAMA, dirigida por Brooklin Rivera y Steadman Fagoth, solicitaron al Consejo Supremo Electoral (CSE) la posposición de las elecciones en los municipios de Bilwi (Puerto Cabezas), Waspam y Prinzapolka.

 

Resolución antidemocrática del CSE

En base a esta petición, el Consejo Supremo Electoral (CSE) emitió una resolución el pasado 4 de abril, mediante la cual ordenó suspender las elecciones en estos tres municipios, trasladando los comicios de Noviembre del este año hasta el ultimo domingo de abril del año 2009, es decir, posponiendo las elecciones por cinco meses.

En realidad, el CSE no tiene facultades para posponer las elecciones, porque crea una discriminación para los indígenas que habitan esa zona de la Costa Caribe. Mientras en el resto de Nicaragua, los ciudadanos tendrían derecho a elegir a sus autoridades municipales, en esa zona el CSE impondría autoridades provisionales o ampliaría el mandato de las ya existentes, lo cual es igualmente inconstitucional. Nadie puede arrogarse el derecho del pueblo de elegir democráticamente a sus autoridades.

Lucha callejera en Bilwi

Las manifestaciones a favor y en contra de la proposición de las elecciones se produjeron el mismo día en que el CSE dio a conocer su inconstitucional resolución. El otro sector de YATAMA, dirigido por Osorno Coleman, “Comandante Blas”, aliado del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), inició movilizaciones en Bilwi, protestando contra la suspensión de las elecciones.

Los partidarios de la suspensión de las elecciones se tomaron el aeropuerto de Bilwi, e impidieron temporalmente que los diputados liberales Enrique Quiñonez y José Pallais, se bajasen del avión. Posteriormente fueron rescatados por una enorme masa de simpatizantes que demandaba la realización de las elecciones en Noviembre de este año. Se produjo un enfrentamiento violento entra las dos facciones de YATAMA, que produjo varios heridos. La Policía y el Ejército intervinieron restaurando el orden público, pero los ánimos siguen muy tensionados. Los dirigentes de ambos sectores se acusaron mutuamente de promover la violencia.

¿Nerviosismo en la oposición?

El liberalismo unificado, (PLC mas Movimiento Vamos con Eduardo) se ha mostrado nervioso con la posposición de las elecciones, pero esto es parte del doble discurso de los dirigentes liberales. Los magistrados liberales del CSE no apoyaron la resolución de la posposición de las elecciones, no votaron en contra, pero contribuyeron a que hubiera quórum para poder realizar la reunión y que los magistrados sandinistas tomaran esa resolución.

El problema de Arnoldo Alemán y el PLC es que forman parte de los poderes e instituciones del Estado y desde ahí colaboran con el gobierno de turno, pero por otro lado fingen estar en la oposición para no perder el caudal de votos del antisandinismo, para que Eduardo Montealegre no capitalice el descontento de los antisandinistas.

Pero Eduardo Montealegre ha formado una alianza electoral con el PLC y ya no puede criticar tan abiertamente a su antiguo enemigo. María Eugenia Sequeira, diputada eduardista, alertó: “No lo aceptamos bajo ningún punto, no tiene ninguna legalidad, porque han violado la Constitución Política y la Ley Electoral (…) hoy son los costeños y mañana somos los del Pacífico a los que se nos cercena el derecho de elegir a nuestras autoridades” (El Nuevo Diario 08/04/08)

Congelamiento de la ley anti fraude energético

La impotencia de la oposición burguesa de derecha es más que evidente. La oposición está pensando en introducir recursos de amparo, recursos por inconstitucionalidad. Se niega a movilizar a sus simpatizantes por la defensa de las libertades democráticas que el gobierno está atacando. En Managua, el Movimiento por Nicaragua (MpN) se ha convertido en furgón de cola de la impotencia de la oposición burguesa, al convocar a una marcha que reunió solamente a 300 personas, la mayoría de ellos diputados y dirigentes locales de la derecha.

Y como no pueden hacer nada, porque Arnoldo Alemán decidió apoyar la posposición de las elecciones, lo único mecanismo de presión que les ha quedado es suspender la aprobación de la Ley anti fraude energético, que el gobierno de Ortega tanto necesita. Los alcaldes del PLN en la costa Caribe acaban de solicitar oficialmente al CSE la posposición de elecciones municipales en toda la costa Caribe, es decir, en la RAAN y la RAAS.

Fracasa la mayoría liberal

Supuestamente entre las dos bancadas liberales hacen 52 votos, pero en realidad no es así. Desde hace algún tiempo el FSLN ha actuado hábilmente, buscando aliados en las otras bancadas, al grado que está a punto de conseguir los 47 votos necesarios para hacer quórum y aprobar las leyes ordinarias. De lograrlo, se acabaría el mito que los liberales son mayoría dentro de la Asamblea Nacional.

De la misma forma en que la “oposición” conservadora colaboraba con el gobierno de Somoza, ahora la mayoría de diputados y magistrados liberales colaboran con el gobierno de Ortega. Las banderas partidarias son de diferentes colares, pero el sistema político basado en el consenso y el pacto bipartdista se mantiene, por encima de la democracia que todos dicen defender.

Pero el fracaso más importante ocurro recientemente, cuando la supuesta mayoría liberal intentó votar un decreto legislativo ordenando realizar elecciones en todo el país. El resultado fue catastrófico: no lograron siquiera hacer quórum!.

Arnoldo Alemán ha aprovechado la coyuntura para formar una comisión de dialogo con el FSLN, lo que presagia un nuevo pacto entre ambos partidos, debido a que en Junio se debe elegir un nuevo combo de magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del CSE.

¡No a la suspensión de las elecciones!

El Presidente Ortega insiste en “recordar que allí hay un régimen de Autonomía, y la última palabra no la tiene ni el Presidente de la República ni la Asamblea Nacional ni el mismo Consejo Supremo Electoral. La última palabra la tiene el Consejo Regional, así lo manda la Ley de Autonomía (…)”. (La Prensa 01/04/08)

Los juristas sandinistas y liberales blanden sus espadas en una discusión incomprensible, que en el fondo es de carácter político: puede el CSE suspender las elecciones? ¿Qué intereses se mueven para suspender las elecciones en tres municipios?

En primer lugar, no corresponde al CSE suspender el derecho al voto de los indígenas miskitos, aunque sea por espacio de cinco meses. Cualquier posposición de las elecciones debe ser decidida únicamente por el propio pueblo a través de mecanismos democráticos. Lo anterior implica organizar un proceso electoral y con ello se cae el argumento de que no se pueden realizar las elecciones. En el caso de los indígenas, debido a que poseen una organización comunal, ellos deben decidir si votan o suspenden las elecciones.

En segundo lugar, tanto el FSLN y sus aliados de YATAMA están muy preocupados porque, después de la devastación causada por el huracán Félix, los flujos de ayuda internacional no alcanzaron las metas propuestas. No hay construcción de viviendas, no hay trabajo, las condiciones de visa son infernales. En estas condiciones, indudablemente que el FSLN y su aliado YATAMA perderían el control del gobierno de la RAAN.

En tercer lugar, la oposición de derecha no va ser consecuente en esta lucha democrática, porque Arnoldo Alemán y el PLC están amarados con el gobierno sandinista, y están dispuestos a compartir el poder por un largo rato.

En cuarto lugar, de lo anterior se desprende que los indígenas miskitos deben organizarse de manera independiente, tanto del FSLN como del PLC, romper con la dirigencia de ambas corrientes de YATAMA, y constituir una organización indígena independiente que luche no solo contra la posposición de las elecciones, sino también que lucha por el derecho a al trabajo, a la vivienda digna, al financiamiento para la pesca artesanal, para los mineros y agricultores de la zona.

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