Por Bladimir Ocón
Común-Noticias
El 18 de febrero 1932, el Presidente de Guatemala, General Jorge Ubico, perdonó a los activistas comunistas que habían sido condenado a sufrir la última pena, a excepción de Juan Pablo Wainwright por considerarlo el factor principal de la acción comunista en Guatemala. Antes de que le dispararan tuvo fuerzas para gritar: “¡Viva la internacional comunista! ¡Viva la clase obrera! ¡Abajo el capitalismo y sus lacayos!".
Juan Pablo Wainwright unió su destino al de los obreros y campesinos, convirtiéndose en una de las figuras más destacadas del proletariado combativo, no sólo de Honduras sino de Centroamericana. Contribuyó a crear la filosofía de izquierda revolucionaria de obrero y campesino de Honduras, El Salvador y Guatemala.