Por Carlos M. Licona

La historia en los colegios magisteriales deja mucho que desear, de tener luchas ideológicas con los gobiernos dictatoriales de los últimos 40 años en el siglo XX, se pasó a la lucha por el poder y las finanzas de los mismos. Y, es que, para un docente con un salario aceptable pero que, no da para vivir en la abundancia, dirigir un colegio magisterial se volvió en el objetivo de búsqueda; llegar a la dirección de los mismos significa encontrar una mina de oro para satisfacer las ambiciones personales y familiares.

Para las direcciones más progresistas que tuvieron que huir y esconderse de la represión de los militares, se ha pasado a pelear contra las burocracias incrustadas en las finanzas de cada sindicato o colegio magisterial. No es casual que las bases en el magisterio han dejado de tener confianza en todas las dirigencias gremiales, ser un dirigente en los tiempos actuales significa cometer dolo, desviar fondos, pedir un favor sexual a cambio de favorecer con una plaza en propiedad, ser un dirigente significa tener una chequera en blanco.

¿Porqué la base dejó de confiar en las dirigencias?

En la década de los ochenta y noventa los dirigentes tenían credibilidad, ningún dirigente se hizo millonario a costa de estar al frente de un sindicato o gremio, ninguno adquirió una casa con piscina o se volvió empresario. Entre las actividades de los dirigentes se tenía como eje central la exigencia de salarios y mejorar las condiciones mínimas de trabajo.

El quehacer diario era proteger a cada empleado de la represión del patrono, existía la solvencia moral y la preparación ideológica idónea para debatir con los representantes del Estado. Y, lo más importante, no existía en las finanzas de las organizaciones la cantidad de dinero que existe ahora.

Desde los mismos gobiernos se penetró las diferentes organizaciones, de tal forma que, las dirigencias fueron cooptadas muchas veces y las luchas traicionadas, el magisterio siempre ha contado en sus filas con maestros que militan en el Partido Nacional o el Partido Liberal, y, ahora, en el Partido Libertad y Refundación (LIBRE). Creer que un dirigente del magisterio solo por militar en el Partido LIBRE ya son santas palomas, es totalmente equivocado, al contrario, se vuelve más peligroso para las organizaciones cuando desde el mismo gobierno se pretende controlar las mismas, tal y como sucede actualmente, que desde el mismo gobierno se pretende asaltar los colegios magisteriales, siendo los más grandes los apetecidos.

En la base del magisterio, hay dos cosas que calan enormemente, la principal es que los dirigentes se roben el dinero y la segunda es ver traicionadas las luchas, de ahí que, estas dos situaciones ocurren sistemáticamente, de las últimas traiciones que el magisterio recuerda está la del 2004 en el gobierno de Ricardo Maduro Joest (2002-2006), la segunda fue a mitad del 2011 e inicios del 2012, cuando nuevamente el magisterio se sintió traicionado.

Muchos docentes consideran que también en el 2006 y 2019 el magisterio fue traicionado, no obstante que, en el 2006 se llegó a un acuerdo con José Manuel Zelaya Rosales y en el 2019 se derogaron los famosos PCM que privatizaban la Educación Pública, en el gobierno de Juan Orlando Hernández.

Al no realizarse balances de lucha, en el sabor de la base del magisterio quedó la traición, mucho se podría discutir al respecto, pero, lo cierto es que la base dejó de creer en las dirigencias.

¿Qué pasa en el COPEMH?

El Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH) siempre se ha considerado un colegio de vanguardia en la lucha, pero esto no significa que sea invulnerable a los saqueadores de turno.

Por mucho que se diga que el COPEMH fue de vanguardia, lo cierto es que todo lo que se hacía en esta organización pasaba por la venia de caciques de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), desde esa instancia se dictaba todo lo que se debía hacer y quién tenía que dirigir, esa realidad se fue rompiendo desde las mismas entrañas de la organización, hasta que, el divorcio entre la dirigencia y la UPNFM fue absoluto. Si bien es cierto esto fue significativo, se volvió en una oportunidad para que una nueva burocracia se apropiara del COPEMH, nuevamente, con un grupo a nivel nacional deseoso de sanear el Colegio Magisterial, en el 2019 logró ganar las elecciones con la promesa de una AUDITORÍA FORENSE.

La AUDITORÍA FORENSE se realizó y dejó como resultado la cantidad aproximada de 64 millones de lempiras sin sustento legal, esto ha ocasionado que nuevamente, el FRENTE que en el 2019 se enfrentó al poder, se dividiera en dos; en un lado quienes pretenden seguir con las mismas prácticas del pasado en alianza con los derrotados del 2019, y, por otro lado, quienes consideran que el “Proyecto de un Nuevo COPEMH” aún es posible.

Corresponde a la base del COPEMH decidir su propia historia.

Hemeroteca

Archivo