Por Gabriel Galeano
En la historia reciente de las artes visuales, las bienales se han constituido como el espacio donde se debaten las nuevas tendencias, discursos, recursos y los más recientes programas estéticos del arte actual. Es por todo ello que las bienales buscan ser el espacio catalizador de las distintas manifestaciones del arte, basta mencionar la bienal de Venecia para darnos cuenta la pluralidad de eventos que recoge, desde aquellos que se realizan anualmente y que tienen una resonancia mundial como el Festival Internacional de Cine de Venecia, el festival de Música contemporánea, hasta los festivales de teatro, poesía y danza contemporánea.
La experiencia de la bienal de Venecia ha sido recogida por distintos países de Europa, America, Asia, Oceania y Africa. En ese sentido, Alemania cuenta con la documenta de Kassel, evento artístico realizado cada cinco años en la ciudad de Kassel y que desarrolla una diversidad de eventos por un espacio de 100 días. Así mismo podemos mencionar la bienal de Praga, o los distintos certámenes de arte internacional que se desarrollan en los países de Europa, a saber: la feria internacional de arte –Arco- desarrollada en la ciudad de Madrid en España; de igual manera, una diversidad de certámenes y eventos artísticos que desbordan la vida cultural del continente europeo.
Es legítimo manifestar, que las naciones europeas destinan importantes cantidades de dinero para el desarrollo cultural y artístico, aunque hoy en día, gran parte de estos certámenes son manejados por consorcios privados e independientes. No obstante, es importante recalcar el gran aporte a las economías nacionales de los rubros culturales, según estadisticas de la UNESCO, de 1980 a 1998 las exportaciones de bienes culturales se han multiplicado por cuatro, pasando de 47,500 millones a 174,000 millones de dolares, mientras que las importaciones en ese mismo periodo han ascendido de 48,000 millones a 240,000 millones de dolares. Como podemos observar, “la industria del entretenimiento y la economia de lo intangible se han convertido en factores de influencia considerable en la economia y la sociedad mundial, asi como fuentes de una vasta mutacion de los escenarios culturales y simbolicos.
Como podemos observar, el arte y la cultura se han convertido en un uno de los enormes aportes económicos de los países europeos, los museos y las galerías de arte son una de las principales fuentes de recaudación de divisas, sin mencionar todo el consumo que se genera en otras áreas por el turismo cultural. De lo anterior podemos concluir, que la gestación de estos certámenes persigue un objetivo, ademas de ser artistico y cultural una finalidad de tipo económica, dado que gran parte del PIB de los países europeos lo constituye el turismo cultural.
Para América latina, los procesos descritos anteriormente no han sido del todo ajenos. Obviamente con sus desigualdades, ya que la mayoría de los estados del continente americano -restringen por falta de presupuesto- sus políticas de desarrollo cultural. Si rastreamos los presupuestos nacionales de cada uno de los países latinoamericanos nos daremos cuenta de una constante: lo raquítico de sus presupuestos en materia cultural. De hecho, la mayoría de certámenes y eventos artísticos como bienales o proyectos de arte contemporáneo son sostenidos y desarrollados por fundaciones privadas y organizaciones no gubernamentales. En nuestro caso, son organizaciones no gubernamentales como Mujeres Unidas en las Artes, el Centro Cultural Español, la Alianza Francesa, La Fundacion para el Museo del Hombre Hondureño, y el Instituto Hondureño de Cultura Interamericana los encargados de desarrollar proyectos artisticos y culturales.
Por cierto, cada vez más se suprime la participación del Estado, es de hacer notar que el neoliberalismo es el modelo político y económico que impera en la mayoría de los países latinoamericanos. Por consiguiente, se restringe las funciones del Estado en materia de desarrollo social, artístico y cultural, ya que según sus principios el Estado tan solo debe existir para hacer valer el cumplimiento de los contratos sociales o a las estrechas funciones de protección contra la fuerza. (Ver Nozick, Estado y utopía)
Al margen de estas contradicciones, en América latina se han gestado y desarrollado importantes bienales como la Bienal de São Paulo, exposición internacional de arte moderno creada en 1951 y celebrada cada dos años en el Pabellon Cecilio Matarazzo ubicado en el Parque do Ibirapuera de la ciudad de Sao Paulo, Brasil. Iniciativa del Director del Museo de Arte Moderno de Sao Paulo, Cecilio Matarazzo inspirado en la muestra de la Bienal de Venecia con el objetivo inicial de difundir el arte moderno brasileño.
Es la segunda Bienal de artes en importancia después de la de Venecia. Es la fecha una de las principales exhibiciones del arte moderno latinoamericano. En su versión de 2002 (25ª) tuvo 670 mil visitantes. Su entrada es gratuita desde 2004 (26ª).
Fue patrocinada y organiza en sus inicios por el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo, hasta 1962 cuando se crea y encarga de ello la Fundación Bienal de São Paulo. Su financiamiento proviene de subvenciones del municipio, el gobierno local y estatal y del sector privado.
En ese mismo sentido, tenemos la bienal de la Habana, muestra de arte contemporaneo que se lleva a cavo en La Habana, Cuba, cada dos años desde 1984, organizado por el Centro Wilfredo Lam y realizado en las instalaciones de la ex mansión de los Condes de Peñalver, un edificio del siglo XVIII declarado Patrimonio de la Humanidad. La muestra reúne un grupo de obras y artistas de distintas nacionalidades bajo un criterio curatorial que tradicionalmente se ha enfocado en temas latinoamericanos y del tercer mundo.
Así mismo, La Bienal del MERCOSUR es una Muestra internacional de arte contemporaneo que se realiza en POrto Alegre, Río Grande do Sul, Brasil cada dos años, realizándose la primera edición entre el 2 de octubre y el 20 de Novieimbre de 1997.
La realización de la bienal es producto de la iniciativa conjunta de sectores privados y públicos, entre empresarios, coleccionistas, productores y artistas apoyados por el gobierno del estado, quienes hacia la mitad de la década de los '90 ideaban una iniciativa que permitiera el intercambio cultural entre las naciones de Latinoamérica y darle un evento de importancia internacional al estado. Aprovechando la contingencia de la formación del MERCOSUR:deciden acotar el intercambio principalmente entre los integrantes del pacto: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, para más tarde integrarse Bolivia y Chile. Es así como para '96 forman la Fundación Bienal de Artes Visuales del MERCOSUR que es la encargada de desarrollar cada encuentro.
Es de hacer notar, que para la 6º edición de la bienal, realizada entre el 1 de septiembre y el 18 de noviembre del 2007, hubo un cambio en el criterio curatorial, que hasta ese entonces se basaba en la convocatoria de representaciones nacionales. En ese momento se ampliaba el criterio de intercambio regional, para guiarse por un criterio propuesto por un curador general, apoyado por un grupo de curadores que proponen artistas y obras que traspasa la lógica de representar a los países del MERCOSUR.
Otro de los eventos emblemáticos en las artes visuales contemporáneas de America del Sur es la trienal de Chile, evento realizado cada cuatro años que muestra la producción contemporánea de ese país del sur. Lastimosamente en las dos bienales mencionadas anteriormente Honduras no ha tenido participación, esto por ser espacios propios de la región del cono sur. Otra de las bienales fundamentales, por cierto ya extinta es la bienal de lima, espacio donde participaron artistas de renombre y prestigio internacional, así mismo, la bienal del caribe, por cierto, espacio donde algunos artistas de Honduras se hicieron acreedores del primer permio, así como la medalla de oro a la mejor representación en el año de 1994.
Bajo este panorama cultural, es que se erige la Bienal de Cuenca, por cierto evento que ha mantenido su continuidad por un espacio de 20 años. Al igual que las otras bienales, en un primer momento su principal preocupación eran los formatos bidimensionales, sobre todo aquellos que se enmarcan dentro de las distintas técnicas de la pintura. Hecho que no se encontraba aislado de las practicas artísticas de America Latina, que en gran parte del siglo XX predominaba la pintura de caballete. No obstante, en las ultimas ediciones ha existido una enorme preocupación por mostrar la diversidad de las practicas artísticas contemporáneas, es por ello que se ha agregado las distintas practicas experimentales como el performance, la instalación, la video instalación, la intervención y la acción en espacios públicos.
Desde esta mirada anclada en la diversidad, el Curador general de la Bienal, el cubano José Manuel Noceda se permitió conceptualizar las distintas practicas del arte bajo algunos ejes temáticos: intersecciones: memoria, realidad y nuevos tiempos. Es de hacer notar que “la metodología estipulada en las normativas del evento, en una primera fase la Bienal se auxilia en la colaboración de las instituciones curatoriales nacionales encargadas de hacer una propuesta de hasta seis artistas por país, sobre la cual incide con posterioridad la curaduría general seleccionando aquellos artistas y proyectos que considere ilustran mejor el tópico de convocatoria….” Para la pasada edición de la bienal se recibieron 121 propuestas procedentes de 30 países. De ellas fueron seleccionados 61 artistas distribuidos en los cuatro ejes temáticos diseñados en la fundamentación teórica, es decir, las poéticas del agua, los laberintos de la realidad, con las glorias no se olvidan las memorias y Los imaginarios sobre Cuenca. Del total de invitados, 53 califican como creadores individuales, cuatro son dúos, mientras otros cuatro corresponden a colectivos de artistas. Si bien hasta la novena edición, la Bienal de Cuenca fue un evento de proyección hemisférica circunscrito a artistas de Canadá, Estados Unidos, América Latina y el Caribe, esta edición expande sus fronteras hacia otras latitudes del mundo, con la intervención de creadores de Alemania, China, España, Francia y Uzbekistán. Además, en un núcleo especial de eventos paralelos participarán, por primera vez, países de África.
Frente a este panorama amplio, me interesa resaltar aquellas propuestas que por su riqueza formal y capacidad discursiva lograron marcar precedentes valiosos para el desarrollo de las artes visuales en America latina. Es licito señalar, que mi interés en esta selección no intenta mostrarnos o mas bien legitimar la supremacía de los textos escogidos frente al resto de las obras expuestas, la idea es mostrar aquellos discursos que desbordaron las esferas tradicionales, convencionales e institucionales del arte.
Pero sobre todo, mi interés se vuelca sobre aquellas propuestas que traspasaron los limites del objeto artistico –aquellas que lograron convertirse- en hechos vivenciales, lúdicos o en muchos casos en espacios para la interrelación con el publico no convencional, es decir, aquel que no forma parte de la institucionalidad del arte.
De lo anterior puede entenderse, a aquellos que no visitan los museos o reflexionan sobre el hecho artistico, esto mas, que consumen arte a través de subastas o la compra directa o indirecta, sino a aquellos públicos que transitan el espacio publico. Es por ello que he seleccionado aquellos proyectos que logran establecer un dialogo mas allá de las fronteras del museo o de la galería.
Por consiguiente, el proyecto “Buses dedicados del artista ecuatoriano Geovanny Verdezoto se dirige bajo la pretensión anterior. Estamos ante la necesidad de discursar y dialogar con algunos elementos que constituyen nuestras urbes. Calles, avenidas, trausentes, usuarios y buses son los soportes y elementos discursivos de esta propuesta. “Buses dedicados intenta trabajar con la ciudad de Cuenca como Sinécdoque, un objeto animado del cual los chóferes, el bus, las paradas, los trausentes, la ciudad, las cámaras de vigilancia, el museo y el observador participan como hermenautas que registran la experiencia del otro….” Pero también, los grandes buses que rodean las estrechas y coloniales calles del la ciudad de Cuenca, pueden ser entendidos como textos pictóricos que narran la cotidianidad de esos seres anónimos que conducen nuestras vidas a través de las rutas que moldean los cascos de las ciudades. Una exploración a su intimidad nos diría el artista.
La obra del cubano Duvier del Dago Fernández pareciera alejarse de los supuestos planteados en esta selección. Digo esto por que el tanque trazado en el espacio a través de una serie hilos blancos no deja de ser una representación realista del mundo. No obstante, me llama la atención la manera en que el artista hilvana una estructura de tres dimensiones en el espacio: una nueva forma de dialogar con la escultura, el dibujo y la instalación. “El acto de dibujar es muy importante para mí," nos dice el artista. “No está supeditado ni a la escultura ni a la pintura ni a nada. Tiene su propia vida. Con el dibujo puedo hacer todo lo que quiero. Es mi mejor forma de comunicación."
Las piezas de Duvier hechas con hilo se tejen in situ. Realizar una de estas instalaciones le lleva alrededor de cuatro días. Utiliza a un asistente para la primera fase - la instalación de los paneles y líneas de guía. Pero después coloca el resto del hilo él mismo. Esta pieza nos hace ver de mejor forma la esteticidad del arte actual, aunque el arte contemporáneo tiene como uno de sus principios la critica intelectiva del mundo, esta pieza se apega a lo mejor de la tradición artística, no obstante logra aportar en la medida que incorpora una diversidad de elementos y medios.
Por otro lado, nos encontramos con la propuesta de las artistas costarricenses Sila Chanto y Cinthya Soto. La primera, en su obra “inversión histórica”, invierte las placas metálicas de los grandes monumentos públicos, la idea es revertir el significado social de las placas, por cierto, medios legitimadores de cultura, expresión política, grupo social o sujetos históricos, en una palabra: de una historia. La obra se basa, nos explica la artista, “…en la reformulación estética de placas conmemorativas o monumentos que forman parte de complejos programas iconográficos para el control social, cuyos artefactos devienen de la inversión de capital económico, político, simbólico, social.
Al reproducirlas “al revés” –según la lógica de impresión del grabado- y montarlas como objetos blandos, sugiriendo almohadas- en diversos espacios, se invierte y subvierte irónicamente el principio de los fenómenos narrativos de los monumentos, cuyo fin es la autolegitimación del poder..” Es valido señalar, que la ironía se acentúa cuando la artista coloca las reproducciones o las copias de las placas en espacios anónimos, cualquier esquina o avenida es propicia para realizar la acción, de lo que se trata es de descontextualizar el contenido original.
Algo similar encontramos en Cinthya Soto, lo que difiere es la manera en que modeliza la realidad, mientras Sila reproduce elementos simbólicos a través de las técnicas del grabado, Cinthya recurre a la fotografía para registrar los “….aspectos documentales de iconografías locales de America latina, presentes en el muralismo y rotulismo vernáculo, que subsisten paralelamente a la estandarización estética globalizadora.
En la propuesta de la reconocida artista carioca Rochelle Costi, encontramos la necesidad de desmitificar el hecho artistico. De lo que se trata es de presentarle al espectador un conjunto de obras de arte de grandes creadores para que estas las reproduzca a través de su propio reflejo. Acá, la obra deja de ser un objeto único y exclusivo, mas bien se presta para que sea objeto de distintas reproducciones validando sus distintas facetas y ampliando sus horizontes.
En la obra del artista hondureño Gabriel Galeano, podemos evidenciar una preocupación por problematizar con diversos aspectos de lo real. Con la obra “nubes para ser resguardadas”, se discursa desde una problemática que atraviesa múltiples dimensiones: lo ecológico, lo económico, lo político. De igual forma se plantea críticamente los problemas relacionados con la gestión del agua, eso por un lado, pero también nos muestra como la falta de acceso a estos servicios esenciales sigue siendo uno de los principales obstáculos al desarrollo y constituye uno de los factores principales de la desigualdad social y económica.
El artista nos recuerda que el modo de produccion capitalista ha convertido los recursos hidricos y naturales en mercancia, es por ello que logra apropiarse de ellos, los resguarda y los atesora. La instalacion se estructura a partir de 16 reticulas dispuestas sobre una tarima de madera, sobre ellas se encuentran adheridas una serie de fotografias de nubes, mismas que se desplazan en el espacio de manera irregular. Al extremos de las reticulas nos encontramos con dos elementos de seguridad del Estado, en este caso, dos militares del ejercito del Ecuador qu resguardan los bienes contenidos y encerrados en cajas de madera.
El performance del artista panameño Humberto Vélez, logra ironizar con los concursos de belleza, esto mas, logra cuestionar de manera profunda y precoz la idea de belleza de la sociedad contemporánea. Para ello realiza un desfile a través de la ciudad con dos grupos indígenas de descendencia inca, quienes han decorado y embellecido a sus llamas y vicuñas, por cierto, animales de trabajo que han facilitado las labores de estos grupos a través del tiempo. Para dar la estocada, ha contratado a personalidades del arte, a saber: curadores y artistas para que sirvan como jueces en la valoración de estos mamíferos habitantes de los andes.
Bajo la idea de desfile y pasarela nos encontramos con la obra “la cachina dominguera”, del colectivo ecuatoriano Tranvía Cero. Dentro de este marco el colectivo presentó, concretamente en el barrio San Roque de la ciudad de Cuenca, su intersección social denominada “La Cachina dominguera”. Alrededor de 30 personas, hombres, mujeres y niños, desfilaron a través de una pasarela montada. El presentador hizo una descripción de los personajes: nombre, gustos, profesión; llevando como fondo la canción preferida de cada uno. Alrededor el público, que con alegría, aplausos y comentarios, miró con atención desfilar a sus vecinos-conocidos-extraños, personas como cualquier otra. Es valido señalar, que los artistas del colectivo trabajan desde los comportamientos sociales, así como las aspiraciones, sueños y motivos de vida de la comunidad. Por la pasarela se desplazaban los habitantes del barrio, personas que realizan un sin numero de actividades para perpetuar su existencia. Acción que desmitifica los fashion o los desfiles de moda realizadas en las grandes urbes. De igual forma cuestiona la fetichizacion del mundo, donde lo humano se comercializa y se presenta como mercancía.
Desde esta mirada critica y reconciliadora del arte, encontramos la propuesta de los artistas colombianos Luisa Bohórquez y Sebastian Pérez. Obra performatica e interactiva, donde se modeliza a manera de esculturas dos enormes moluscos. La acción consistía en pasearse a través de las calles de la ciudad imitando en gran medida los movimientos habituales de estos seres que habitan las profundidades de los mares. Actitud lúdica y fantasiosa para los niños y sus padres que encontraban en estas esculturas un esplendor de sensaciones y situaciones.
Por ultimo, pero no por eso menos importante, nos encontramos la propuesta de Susan Rocha y Edison Vaca titulada “artefacto del tiempo: huellas de un imaginario”. Obra realizado en dos momentos, el primero como acción y el segundo como una enorme instalación que se desplaza en los salones del Museo de Arte Moderno de la ciudad de Cuenca. El primero, consistió en la recolección de objetos, los artistas anunciaban desde un vehiculo a los habitantes de la ciudad que les donasen aquellos objetos de uso cotidiano que no ocupasen o que estuviesen listos para ser desechados.
Los artistas reconocen, que a pesar del uso y del deterioro de los objetos, estos se encuentran impregnados de una enorme carga simbólica. Además de ser objetos valiosos por tener un valor de uso y de cambio, poseen el valor agregado con el tiempo por sus propios dueños, es decir: aquellos valores que le son otorgados a partir de su interacción con la vida. De igual manera, no podemos dejar a un lado la carga antropológica del texto, dado que este intenta ser un escenario donde se muestran una serie de objetos que nos permite conocer la vida del hombre contemporáneo.
Para finalizar quiero señalar, que este texto no pretende ser una análisis acabado de la bienal de Cuenca, sino mas bien ser el preámbulo para la discusión. Será en otro momento donde podremos abordar nuestras impresiones en torno a la institucionalidad de la bienal, hoy por hoy tan solo me interesaba señalar aquellas obras que desbordan la objetualidad artística y mostrarles las distintas transformaciones de lo artistico. Sin otra, no resta agradecer su presencia. Muchísimas gracias.