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La defensa del empleo y los salarios: un desafío histórico para los trabajadores este 1 de Mayo

Con la expansión de la pandemia del coronavirus por el mundo, los gobiernos y los grupos empresariales están aprovechando la crisis sanitaria para despedir trabajadores sin mayores obligaciones, reducir salarios, etc. Los trabajadores estamos pagando los platos rotos de una crisis latente del sistema capitalista, que la pandemia del coronavirus hizo explotar de manera sorpresiva.

 

La crisis de los artificiales pequeños Estados de Centroamérica, se ha agudizado con la pandemia. La ofensiva neoliberal de los últimos 30 años degradó la antigua conformación de la clase trabajadora. La nueva clase obrera industrial trabaja en maquilas, directamente golpeada por la paralización de la economía mundial.

El resultado es que aproximadamente un 50% de estas maquilas en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua están cerrando operaciones, creando una enorme masa de desempleados. Otras industrias livianas, especialmente en Guatemala y Costa Rica, que venden sus productos en el mercado regional, están reduciendo personal o cerrando operaciones.

A nivel de los empleados públicos, el panorama es tétrico. Todavía no hay ola de despidos, pero la recesión económica y su negativo efecto inmediato en la recaudación fiscal, vuelven inminentes el recorte de personal en las instituciones del Estado.

El panorama es realmente apocalíptico. Las centrales obreras y los sindicatos en Centroamérica, estaban muy debilitados por la ofensiva neoliberal, y la pandemia parece haberles dado el tiro de gracia a las viejas burocracias sindicales que sostienen su funcionamiento con aportes de ONGs y no de sus afiliados.

Este 1 de mayo del 2020, conmemoraremos el día internacional de los trabajadores, bajo condiciones excepcionales: pandemia de coronavirus y una recesión de la economía mundial. Pero, lo más grave, es que es poco probable organizar marchas de protesta o reuniones masivas, debido a las prohibiciones establecidas por las “cuarentenas” que están siendo aplicadas en la mayoría de nuestros países.

La situación es compleja, inédita, nunca habíamos tenido una situación igual, pero no podemos quedarnos paralizados ante la pandemia del capitalismo que está destruyendo los precarios niveles de empleo y arrasando con los salarios y las conquistas laborales.

Aunque la primera ola expansiva del virus sea frenada o aplanada, con posibilidades de rebrote en los próximos meses, las consecuencias económicas serán permanentes. En esas circunstancias, no podemos quedarnos de brazos cruzados, “esperando que caiga el maná del cielo” para alimentar a nuestras familias. Las terribles condiciones de vida de los próximos meses, nos obligan a luchar no solo contra la peste, sino también por la sobrevivencia económica.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a los trabajadores a luchar por lo siguiente:

1.- Aunque no haya marcha del 1 de mayo, por las prohibiciones sanitarias de la cuarentena, las centrales obreras y los sindicatos pueden organizar reuniones virtuales a través de las múltiples redes sociales, para mantener cohesionadas a las bases de trabajadores.

2.. La principal consigna para los próximos meses es defender los puestos de trabajo y que no haya reducciones salariales. Las empresas que se declaren en quiebra deben ser intervenidas por el Estado y puestas a funcionar bajo control de los trabajadores. Ante el peligro de reducción de personal en cada empresa, se debe reducir las horas de trabajo, pero sin reducción salarial, para que todos tengamos un empleo y un salario.

3.- Cada Estado debe garantizar un seguro de desempleo, o una renta básica, para los trabajadores despedidos y para aquellos que trabajen en la informalidad

4.- Debemos exigir un plan nacional de obras públicas en cada Estado, para construir casas, carreteras, caminos, escuelas, y darle trabajo a todos aquellos que queden desempleados.

5.- Los fondos para garantizar la renta básica, el seguro de desempleo, o el plan nacional de obras públicas, deben salir de un impuesto especial a las ganancias de los bancos y grandes empresas

6. Cada Estado debe declarar una moratoria de la deuda externa y la deuda interna, para cabalizar fondos para atender las necesidades de salud, empleo y salarios. Los presupuestos de los Estados deben estar destinados a atender las necesidades de la población más vulnerable

7.- Debemos exigir subsidios del Estado para evitar la quiebra de las medianas y pequeñas empresas, por ser las principales fuentes de empleo, siempre y cuando no estas no despidan a sus trabajadores.

8.- En cada empresa o centro de trabajo se debe constituir un Comité de Trabajadores para luchar contra las amenazas del desempleo y el recorte salarial, así como exigir condiciones laborales de protección contra la pandemia

El 1 de Mayo debe ser el punto de partida para iniciar jornadas unitarias de lucha sobre estos puntos, ya que las consecuencias de la pandemia se harán sentir por algún tiempo si no logramos revertirlas.

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