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Farabundo Martí y Sandino: Tradiciones antiimperialistas olvidadas

Este 1 de febrero se cumplieron 85 años del fusilamiento del coronel Agustín Farabundo Martí, ocurrido en el año 1932, después del aplastamiento sangriento de la insurrección indígena y campesina en El Salvador. De igual manera, también se cumplieron 83 años del fusilamiento del general Augusto C. Sandino, quien encabezó una guerra de guerrillas (1927-1934) contra la ocupación norteamericana en Nicaragua. Sandino fue capturado y ejecutado a traición, por el general Anastasio Somoza García, el fatídico 21 de febrero de 1934.

Antes de ser fusilado, el coronel Agustín Farabundo Martí fundó, en el año 1925, el Partido Comunista de Centroamérica (PCCA), que terminó siendo rápidamente borrado de la historia por la represión coordinada de las dictaduras militares. Nuestro Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), fue fundado y reconstituido como una continuidad del desaparecido PCCA, retomando la bandera de la lucha por la reunificación socialista de Centroamérica.

El general Sandino tiene el enorme merito histórico de haber defendido, con su “pequeño ejército loco” de campesinos hambrientos y descalzos, en condiciones adversas, la soberanía nacional de Nicaragua. Farabundo Martí y Sandino son dos grandes héroes y mártires destacados en la lucha antimperialista y de la liberación nacional de los países de Centroamérica, durante el siglo XX.

Farabundo Martí siempre fue un apreciable militante comunista, entregado en cuerpo y alma a la lucha contra el capitalismo y el imperialismo. Cuando se produjo la insurrección campesina, que rebasó las posibilidades de conducción del recién nacido Partido Comunista de El Salvador, Martí no vaciló un instante y se colocó al lado de las masas campesinas e indígenas, siendo capturado y fusilado con las botas puestas.

El general Sandino perteneció a un ala radical y plebeya del Partido Liberal en Nicaragua, su programa se resumía en un solo punto: la soberanía nacional no se discute, se defiende con las armas en la mano contra el yanqui invasor. Su programa y sus planteamientos eran esencialmente democráticos, de fuerte contenido nacionalista y antiimperialista. Pero seriamos injustos si no reconociéramos que Sandino en 1934 comenzaba a plantear reivindicaciones sociales de su base campesina, las que, en el fondo, conllevaban una dinámica anticapitalista contra la oligarquía libero-conservadora. Este tránsito del desarme de la guerrilla sandinista para constituirse posteriormente en una importante fuerza política, fue abortado por el asesinato planificado por Somoza con apoyo del embajador norteamericano en Managua.

Décadas después de sus respectivos asesinatos, ocurridos en el mes de febrero, sus ejemplos y tradiciones de lucha influyeron en una generación de jóvenes que retomaron únicamente el método de la lucha armada, pero que se olvidaron de los programas y planteamientos políticos de estos dos héroes.

Las guerrillas de Nicaragua y El Salvador, surgidas en los años 60 del siglo XX, tuvieron como inspiración a sus respectivos héroes nacionales. Carlos Fonseca Amador tuvo el mérito histórico de rescatar la gesta de Sandino, y Salvador Cayetano Carpio rescató el ejemplo de Agustín Farabundo Martí.

Después de años de lucha, se produjo una ironía de la historia. La guerrilla del FSLN tomó el poder en Nicaragua, en 1979. Después de largos años de guerra civil, el FSLN perdió las elecciones en 1990, y entregó el poder a sectores de la burguesía tradicional, iniciándose un ciclo de gobiernos de derecho que terminó en 2007, cuando Daniel Ortega y el FSLN recuperaron nuevamente el poder.

La guerrilla del FMLN, constituida como tal con la fusión de varios grupos guerrilleros, no logró tomar el poder, nunca se lo propuso, y después de un largo proceso de negociación política, firmó los Acuerdos de Paz en 1992, convirtiéndose en partido político de oposición y logró ascender por la vía electoral al gobierno en el año 2009.

Hoy tenemos en El Salvador y Nicaragua dos gobiernos que se dicen de izquierda, pero que en realidad aplican descarnados planes neoliberales. Las imágenes de Farabundo Martí (muy discretamente en El Salvador) y Sandino han sido oficializadas, pero las conducciones de estas dos organizaciones no aplican los programas y planteamientos de ambos héroes. El antiimperialismo ha sido abandonado por la necesidad de mantenerse en el poder a cualquier costo. En el fondo, el comportamiento político del FMLN y del FSLN es una negación absoluta de la gesta revolucionaria y antiimperialista de Farabundo Martí y del general Sandino.

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