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La izquierda Hondureña ante el ALBA y el gobierno de Mel Zelaya.

 

La reciente adhesión de Honduras al Tratado de Comercio entre los Pueblos (TCP), mejor conocido como Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA), ha colocado a la defensiva a los partidos y grupos de Izquierda en Honduras. De repente, en el contexto de un alza en las luchas obreras y populares, el gobierno de Mel Zelaya, quien ha aplicado fielmente las políticas neoliberales del Fondo Monetario Internacional (FMI), asumió una postura de “izquierda”, sumándose al proyecto del ALBA que es impulsado por el Presidente Hugo Chávez.

Este abrupto giro político del gobierno de Mel Zelaya, nos plantea varias interrogantes. ¿Qué es el ALBA? Hasta hace poco el  ALBA estaba conformado por Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, pero la adhesión de Honduras confirma que ya no se trata de una alianza revolucionaria de países en contra del imperialismo norteamericano, sino de la desesperada búsqueda de negocios en los marcos de la actual crisis del sistema capitalista. Honduras primero ingresó a PETROCARIBE y después al ALBA, con una clara necesidad de financiamiento. Hasta el derechista gobierno de Costa Rica ha solicitado el ingreso a PETROCARIBE, lo que indica que en asuntos de negocios o de sobrevivencia de nuestras débiles y dependientes economías, la fracción burguesa dominante hace caso omiso a las diferencias políticas con el presidente Chávez.

 

A pesar que no tiene los votos asegurados para la ratificación del tratado en el Congreso Nacional, Mel Zelaya justificó la adhesión al ALBA argumentando que Venezuela ayudaría a capitalizar el Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (BANADESA), facilitaría 100 tractores para los pequeños productores y el acceso a bonos por 100 millones de dólares para el sector informal de la economía. A pesar de la rabiosa oposición del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), Zelaya clamó para que Honduras se incorpore a “un verdadero liberalismo social, o lo que es lo mismo un liberalismo socialista para que todos los beneficios vayan a los que más lo necesitan (…) Hoy este Gobierno se ha colocado en un centro izquierda y como me dijeron algunos que era peligroso hablar de un centro izquierda, yo le dije: quítele lo de centro si cree que es peligroso". (La Prensa 26/08/08)

La segunda gran interrogante es: ¿cómo un gobierno de derecha puede transformarse en un gobierno de “izquierda”? Mel Zelaya representa los intereses políticos y económicos de un sector de la burguesía hondureña, que por cierto está en conflicto con otra fracción del gobernante Partido Liberal y también con el Partido Nacional. La naturaleza burguesa y reaccionaria del gobierno de Mel Zelaya no cambia un ápice con la adhesión al ALBA.

La tercera gran interrogante es que va a pasar con la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP) que ha sido hasta el momento una instancia de lucha unitaria y democrática de las centrales obreras y del movimiento popular. Las organizaciones de la CNRP aportaron la mayor parte de las 20.000 personas que se concentraron en la Plazoleta de Casa de Gobierno. El gobierno de Mel Zelaya intenta ganarse a la CNRP para su proyecto político. La mayor parte de la dirigencia de la CNRP ha claudicado al gobierno en relación al ALBA, sobre todo en la necesidad que el pueblo conozca su contenido. De la misma manera que en su oportunidad exigimos una discusión democrática antes de la ratificación del CAFTA, también ahora debemos exigir unan amplia discusión democrática, para que sea el pueblo de Honduras y no sus corruptos diputados, quienes decidan si Honduras forma parte del ALBA.

Por nuestra parte, consideramos que la CNRP debe distanciarse del gobierno de Mel Zelaya. A como está diseñado el ALBA, no solo no se contradice en nada con el CAFTA, que es un parte del ALCA, sino que, y esto es lo mas grave, no traerá ningún beneficio al pueblo de Honduras, aunque si frescos recursos financieros para el grupo en el poder, y jugosos negocios para los otros sectores de la burguesía.

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