La lucha por la democratización de Nicaragua debe continuar
El proceso electoral que acaba de finalizar en Nicaragua, con las votaciones del 7 de noviembre, ha sido cuestionado por la maltrecha oposición burguesa y por la comunidad internacional, encabezada por Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
Efectivamente, el endurecimiento de la dictadura Ortega-Murillo ha quedado plasmado en las denuncias, los precandidatos fueron encarcelados, sometidos a juicios con leyes de aplicación retroactiva, tres partidos políticos de la derecha (PCN, PRD y CxL) fueron disueltos, en pocas palabras no existieron condiciones democráticas mínimas para que el pueblo pudiera expresa su voluntad libremente en las urnas.