Medio Oriente


Por Hakim Hasbún

El sábado 14 de setiembre los pozos petroleros de Arabia Saudita fueron atacados por drones lanzados desde el Yemen. Este ataque fue reivindicado por los rebeldes hutíes que, desde el 2011 combaten al gobierno del país.

La “primavera árabe” abrió un proceso de crisis revolucionaria en el área

El advenimiento de esta crisis se encuentra en la primavera árabe que empezó en los albores del 2011, cuando las masas tunecinas lograron la caída de Ben Alí, el entonces sempiterno gobernante de ese país. La ola revolucionaria se expandió por le Magreb hasta el Medio Oriente. Estas movilizaciones tuvieron distintos grados de intensidad y la respuesta de los regímenes fue variada. En Libia, una guerra civil culminó con la caída y ejecución de Mohamar Gadafi. El país vive hasta ahora en medio de una segunda guerra civil ahora encabezada por los “hombres fuertes” de los dos gobiernos  del país: el del este encabezado por el mariscal Jalifa Hafter y el del oeste presidido por Fayez Serraj.

Por otro lado, la guerra civil en Siria que se desarrolla desde el mismo año del 2011, cuando las masas salieron a protestar contra el régimen de Bashar Al Asad lo que desencadenó una cruenta represión que ha causado mas de medio millón de victimas y el la huida de cerca de once millones de refugiados hacia los países vecinos como hacia Europa Occidental, causando una de las mayores tragedias humanitarias en décadas.

Los bombardeos y operaciones militares del régimen con sus aliados rusos, iraníes y libaneses del Hezbolá contra la población civil no se detienen.

La onda expansiva logró también tumbar el gobierno del general Mubarak luego de enormes movilizaciones. El resultado de este proceso no permitió que el régimen fuera desmantelado. En la actualidad, otro general del ejército, Abdelfath Al Sisi  encabeza el gobierno desde 2014, luego de un golpe de estado y de unas elecciones amañadas.

En los otros países  del área, las movilizaciones no han cesado aunque no de manera permanente ni coordinadas.

En Argelia, el presidente Buteflika fue depuesto por la movilización popular. Las masas se rebelaron contra el régimen que mantenía en el poder a este hombre como un espanta pájaros y detrás de él, el ejército y una camarilla conocida como el “clan Buteflika” expoliaron ( y continúan ) los enormes recursos naturales del país mientras que la población se enfrenta a una degradación de sus condiciones de vida. Los jóvenes son la parte de la población más vulnerable, la cual se ve afectada por una enorme tasa de desempleo (cerca del 25% contra alrededor de 10% en general). Este régimen salido del FLN en el poder como partido único desde la independencia hasta 1991, controlan casi todos los aspectos de la vida económica, social y política del país.

En Marruecos la crisis del Rif ha sido uno de los puntos álgidos. La monarquía del rey Mohamed VI, como todos los regímenes del área, aliado fiel de las potencias imperiales de la UE. Esta región oprimida por el gobierno central se ha levantado en numerosas ocasiones, siendo la base de las reivindicaciones, la lucha contra la pobreza en la que la monarquía tiene sumida la región desde hace décadas y sobre todo el reconocimiento de su  autonomía e independencia.

Este cuadro en su conjunto hace que la inestabilidad prime por doquier. El pasado colonial reciente( la mayoría de estos países obtuvieron su independencia en la segunda mitad del siglo XX) y el sometimiento de las nacientes burguesías locales a los intereses de sus antiguos amos hace que las perspectivas para las masas no sean otras que hambre y represión. Los regímenes que se instauraron desarrollaron patrones bonapartistas y en algunos casos se transformaron en dictaduras. En todos estos casos, el apoyo logístico y político de parte de las antiguas potencias coloniales y los yanquis ha sido fundamental para que se sostengan en el poder.

Otro factor que hace que la situación se torne más compleja es el hecho que el Mediterraneo, el Golfo Pérsico y el Medio Oriente son productores de hidrocarburos fundamentales para el funcionamiento de la industria y manufactura de las metrópolis. Estados Unidos, Francia y China importan el 36,4%,  20%  y 30% del petróleo que consumen de Africa incluidos todos los países productores (www.diploweb.com 11/09/2016). La producción petrolera representa el 40% del presupuesto de Argelia, lo que demuestra la dependencia y vulnerabilidad de la economía. Si los precios bajan considerablemente como a principios de esta década, la agitación social es inevitable.  

La competencia que sufren los dos gigantes del norte de Africa(Libia, Argelia) por parte de los productores del Africa sub sahariana hace que las fluctuaciones sean más fuertes. El volumen de ventas es otro factor que modifica las entradas de estos países. A pesar que las reservas en esta parte de Africa no son tan grandes (6%) el atractivo para las empresas y los países imperialistas es enorme. “El petróleo africano es interesante por varios factores: de buena calidad, con costos de producción competitivos, es destinado principalmente a la exportación (90% aproximadamente) en un continente que consume, por le momento, poco” (ídem)

La presencia de los Estados Unidos y China en esta parte del continente es relativamente reciente. Los acuerdos comerciales especiales que las administraciones Clinton y Obama han ofrecido a estos países para asegurar su acceso a los recursos. Los chinos por su lado, emplean la misma política como en los países de nuestro continente, al ofrecer infraestructura vital a cambio de poder acceder a los barriles de petróleo tan necesarios para el principal consumidor a nivel mundial.

La guerra civil en Yemen y la intervención militar saudita

En el 2015 una coalición militar internacional encabezada por la monarquía wahabita ha intervenido en el conflicto, provocando la  amplificación del mismo.  

Ya en el 2011, las movilizaciones populares hicieron que el entonces presidente Ali Abdullah Saleh, militar de carrera que llegó a gobernar al país durante  33 años,  primero del antiguo Yemen del Norte y luego del país reunificado lo hizo de manera autoritaria,  siempre enfrentado a la rebelión de los huties. El ex presidente fue asesinado por los rebeldes en el 2017 luego que tendiera la mano al príncipe heredero saudí, lo que fue considerado como un acto de alta traición por los rebeldes. . En el momento de las contestaciones populares que fueron reprimidas a sangre y fuego, los países imperialistas le exigieron la salida del poder a sabiendas que un prolongamiento del conflicto podría ser (tal y como  lo es ahora) una fuente de inestabilidad en una zona estratégica a la entrada del Mar Rojo. Los huties son de confesión chiita, lo que los hace cercanos a Teherán la mayor potencia de esta confesión musulmana se encontraban en ese entonces aliados al Consejo General del Pueblo, conformada por los antiguos partidarios del ex presidente.

Los rebeldes hutíes, del norte del país, de donde provenía Saleh,  encabezaron una ofensiva militar conjunta con el Consejo para derrocar al presidente en el 2014. Estos lograron tomar la capital Sanaa. El nuevo presidente del país no es ni mas ni menos que el vicepresidente Abd Mansur Hadi que ha sido apoyado en los hechos por la UE, los Estados Unidos y la coalición encabezada por Riad.

Las armas de los países miembros de la UE fluyen hacia Arabia Saudita asi como equipos de inteligencia.

Es evidente que si esta zona cae en manos de partidarios de Irán todo el equilibrio del área podría resquebrajarse. Por eso la ferocidad de los ataques de Riad contra los rebeldes no se detiene con nada y contra quién sea, civiles o militares. Esto también afectaría no solo a los saudíes. Los israelíes por ejemplo podrían verse perjudicados en su acceso al Océano Indico. Bab al Mandeb es un punto neurálgico del trafico petrolero mundial. Si a esto le añadimos las escaramuzas en el estrecho de Ormuz, el cuadro podría fácilmente desembocar en un conflicto armado de mayor envergadura.

Ya en el 2015 una ofensiva de los rebeldes hutíes buscaba controlar el estrecho de Bal al Mandeb. “El estrecho también tiene una importancia estratégica para otros países, como Egipto e Israel, además de las grandes potencias. Estados Unidos tiene, desde hace unos años, una base en Yibuti, cerca de la orilla africana del estrecho, donde Francia lleva más tiempo instalada.

Para El Cairo, Bab al Mandeb, que da acceso al canal de Suez, "constituye una línea roja", afirmó el embajador egipcio en Yemen, Yusef al Sharkaui, ante la prensa. "Más del 38% del tráfico marítimo mundial pasa por ese estrecho", precisó para subrayar su importancia estratégica”(www.radiotelevisionmarti.com 23/03/2015)

En el 2017 la alianza entre las dos fracciones rebeldes estalla, los que fue aprovechado por la coalición para preparar una ofensiva tendiente a tomar la capital.  

Esta guerra,  que ha sido relegada casi al olvido en el marco internacional,  representa uno de los más cruentas del planeta. Cerca de catorce millones de personas sufren de inseguridad alimentaria y cerca de veinte mil civiles han sido muertas o heridas (Amnistia Internacional 14/03/2019) Un bloqueo impuesto por esta coalición ha provocado decenas de miles de victimas que no solamente no tienen acceso a la alimentación de base, si no que también carecen de medicamentos y otros productos de primera necesidad. En ese sentido el portavoz de los hutíes Jihja Sari demandó que “Arabia Saudita detenga la agresión contra Yemen ponga fin al bloqueo” (www.dw.com 16/09/2019)

Los ataques contra los pozos petroleros tocan fuertemente los intereses saudíes. En este sitio, el mas grande refinador del mundo y el campo petrolero de Kurais en el este de Arabia Saudita, provocaron la reducción de la producción de 5,7 millones barriles por dia, es decir el 6% de la producción mundial. Esto ha llevado a declarar al Presidente General del gigante petrolero francés Total Patrick Pouyané que “nunca habíamos visto algo así en la historia del Medio Oriente, un ataque de esa magnitud entre dos países del Golfo, jamas, aun en el peor momento de Irak-Iran, hubo instalaciones atacadas pero eran mucho más débiles” (www.20minutes.fr, 18/09/2019)

Las declaraciones y amenazas de las potencias occidentales no se han hecho esperar. Trump envió este martes a su Secretario de Estado, Mike Pompeo para discutir la respuesta a los ataques. Por su lado, el presidente francés Emmanuel Macron, fiel aliado de los saudíes y suplidor de buena parte del armamento que se utiliza en la intervención en Yemen, ha puesto a disposición del príncipe heredero Mohamed Ben Salmane, expertos investigadores para que ayuden a elucidar el origen de los tiros. Asi mismo ha condenado “firmemente” los ataques. (www.20minutes.fr, 18/09/2019)

Entre fundamentalismos e imperialismos

La revolución no es una bola de cristal con la cual se pueda adivinar el futuro. Es mas bien el conjunto de oportunidades que da la realidad para construir la herramienta que necesita la clase obrara y las masas para deshacerse del yugo de la explotación capitalista y todos los males que ella conlleva.

Como hemos visto a lo largo de la historia del Medio Oriente y los antiguos países coloniales, la posibilidad de construir una dirección revolucionaria no pudo ser llevada a cabo. Las direcciones nacionalistas burguesas y pequeño burguesas se enquistaron en los movimientos independentistas traicionando la voluntad de las masas por construir un nuevo orden. Estas mismas direcciones pactaron con los antiguos colonizadores para poder usufructuar de las migajas que quedaban después del saqueo de los enormes recursos naturales de estos países.

Sin embargo, las contradicciones surgieron entre algunos de estos regímenes con el imperialismo. La crisis económica también hizo que pasaran la factura a las masas que se negaron a ser todavía mas empobrecidas por los gobiernos de turno.

Los procesos revolucionarios en esta área no han dado hasta ahora la construcción de una corriente socialista revolucionaria. Los fundamentalistas, también alimentados por los diferentes países imperialistas han sido impulsados al frente, tal y como los talibanes lo fueron en un momento por los yanquis en Afganistán para combatir a los soviéticos.

Los problemas no son simples, la complejidad que ha creado las divisiones que han impuesto las potencias en el reparto que se han hecho del mundo y si le agregamos los nuevos conflictos inter imperialistas con Rusia y China, el panorama se vuelve todavía mas cuesta arriba. Las posibilidades que todas estas contradicciones desemboquen en un conflicto de mayor envergadura aumentan con el tiempo.

Así, como en 1914, cuando los bolcheviques y un puñado de socialistas revolucionarios advertían a los trabajadores y a las masas de no caer presas de las arengas nacionalistas, que a la postre llevaron a la gran carnicería que significó la primera guerra Mundial, ahora los socialistas revolucionarios lo advertimos también.

En el Oriente Medio, las armas no deben ser dirigidas de los trabajadores contra los trabajadores, independientemente del credo o de la etnia. Estas deben ser dirigidas contra los burgueses imperialistas y sus aliados que han despojado a las masas de los recursos más elementales.

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