Reuters/EP
Los controladores aéreos de Libia han protagonizado una huelga este martes para expresar su descontento con el nombramiento del nuevo gestor, lo que ha afectado, principalmente, a los vuelos con partida y destino en la capital, Trípoli, según han informado a Reuters fuentes de aviación.
La huelga ha afectado a los vuelos con partida y destino en Trípoli (noroeste), Benghazi (este) y Sabha (sur). Aunque se desconoce el número exacto de vuelos que han sido desviados o cancelados, estas fuentes apuntan a que en su mayoría eran vuelos internacionales.
El comandante de la milicia que controla el Aeropuerto Internacional de Trípoli, Mujtar al Ajdar, ha informado de que hasta las 16.00 horas (15.00 horas en España) no se ha permitido despegar ni aterrizar a los vuelos civiles.
"Un avión de una aerolínea tunecina que estaba llegando a Trípoli no ha podido aterrizar. La torre de control le ha dicho al piloto que se desviara a Djerba, en el sur de Túnez, cerca de la frontera con Libia", ha señalado a modo de ejemplo.
Por su parte, el director de la Autoridad de Aviación Civil de Libia, Abdelrezzaq Zaatout, ha criticado que los controladores aéreos no han avisado de la huelga con las 72 horas de antelación exigidas por ley, lo que ha agravado su impacto.
Finalmente, los controladores han decidido deponer la medida de fuerza y volver a sus puestos de trabajo después de llegar a un acuerdo con el gestor. "Sus demandas serán atendidas", ha dicho Zaatout, aunque ha rehusado concretar en qué consisten.
El mes pasado, la aerolínea estatal tunecina suspendió sus vuelos a Trípoli después de que un grupo de manifestantes armados tomara el aeropuerto de la ciudad libia de Mitiga. Además, Túnez ha cerrado sus pasos fronterizos con Libia debido a la incapacidad de su vecino de controlar a las milicias armadas.
Desde la captura y muerte del líder libio Muamar Gadafi, ocurrida el pasado 20 de octubre, el país intenta recuperar la normalidad, también en la actividad económica, después de ocho meses de guerra civil. A pesar de los esfuerzos de las autoridades interinas, el caos sigue presente, especialmente en el sector de los transportes.