Economía
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Por Orlando Caputo Leiva (especial para ARGENPRESS.info)

Agradezco a Graciela Galarce su gran ayuda en la elaboración de este documento.

Existe un amplio reconocimiento de que actualmente a nivel de la economía mundial hay varias crisis simultáneas: económica, energética, alimentaria, del medio ambiente, e incluso, en una perspectiva más general, se habla de crisis sistémica. Sin embargo, cada una de las crisis tiene su especificidad. La crisis económica actual debe ser un objeto de estudio en sí misma. Un análisis concreto de la realidad concreta.
La interpretación económica más difundida, y, en realidad, casi la única interpretación, es que la actual crisis de la economía mundial es una crisis financiera. El Fondo Monetario Internacional, y otras instituciones internacionales han caracterizado así las últimas crisis. La gran mayoría de los análisis críticos de carácter académico y en la esfera política recogen también esta caracterización de la crisis actual como crisis financiera. Los análisis críticos se apoyan en difundidos trabajos teóricos que señalan el predominio del capital financiero sobre el capital productivo.

Desde inicios de esta década, planteamos una posición completamente opuesta pero que ha tenido poca resonancia. En el capitalismo es muy importante el desarrollo del crédito y de las instituciones financieras. La crisis actual se manifiesta como crisis financiera. Pero nada se puede explicar por la manifestación del fenómeno. Es necesario estudiar las causas que lo provocan.

Con la globalización de la economía mundial, y apoyado en la amplia libertad de circulación de mercancías y de capitales, se ha profundizado una estructura de producción y de circulación de mercancías por sobre las economías nacionales, y, comandadas por las grandes empresas trasnacionales productoras de bienes y servicios. Como parte de este proceso, se han producido muchas y profundas transformaciones de la economía mundial a principios de este siglo. (1)

Una de las transformaciones más significativas ha sido el cambio de la preeminencia del capital financiero en la década de los ochenta a la preeminencia del capital productivo en la economía mundial a partir de los noventa. El incremento de las ganancias y de la tasa de ganancia de las empresas productoras de bienes y servicios son tan elevadas, que se han transformado en prestatarias netas del sistema financiero y han dejado de ser clientes significativos del sistema financiero (2). Ambos enfoques interpretativos y su confrontación constituyen el objeto central de este documento.

Síntesis de los planteamientos sobre el predominio del capital financiero.

Francois Chesnais, 2003, en su trabajo “La teoría del régimen de acumulación financiarizado: contenidos, alcances e interrogantes” (3), del encabezado denominado “En este texto se defienden las siguientes posturas” seleccionamos los siguiente

“Desde el periodo 1979-1980, se asiste a la reaparición, después de un lapso de sesenta años, de capital financiero muy concentrado. Las dos ultimas décadas han supuesto, además, el surgimiento y, seguidamente, el pleno desarrollo de mercados financieros que han garantizado a ese capital los privilegios específicos y el gran poder económico y social que se asocia a la “liquidez””

Más adelante señala:

“A partir de mediados de los ochentas el capital financiero ha adquirido una trascendencia que le permite influir significativamente en el nivel y la orientación de las inversiones, así como en la estructura y la distribución de la renta. Esto ha conducido a algunos observadores - poco numerosos, por el momento- a plantear la hipótesis de que el régimen de acumulación que podría erigirse en “sucesor” del régimen “fordista” sería un régimen en torno a unas relaciones, cuyo origen estaría más lejos del contexto de la producción y más cerca del ámbito financiero. Este seria un “régimen de acumulación dominado por lo financiero”, o un incluso un régimen de acumulación financiarizado”

Y más adelante continúa:

“A la vista de las propuestas teóricas de estos autores y de las tendencias que se observan en la historia económica y social de la ultima década, se confirma que el capital que se valoriza bajo la forma de inversión financiera y que comparte intereses con el beneficio empresarial aparece como la fracción dominante del capital, la que se muestra capaz de marcar la pauta de las formas y el ritmo de acumulación”.

Más adelante, en el punto 1 de la Introducción, denominada, “Las diferentes fases en torno a un régimen financiarizado”, Francois Chesnais plantea lo siguiente:

“Probablemente he sido uno de los primeros, sino el primero, en emplear la expresión “régimen de acumulación dominado por lo financiero”. Este concepto me ha servido para designar lo que me pareció una nueva configuración del capitalismo, cuyo contenido económico y social concreto respondería a la influencia, tanto en el orden económico como en el social, de una forma especifica del capital, a la que Marx se refería como “capital que reporta interés” o como “forma moderna de capital dinero”.

Inmediatamente a continuación agrega:

“Como antecedente de esta caracterización, en la primera edición de La mondialisation du capital, se realizaban una serie de observaciones sobre la posición de dominio y el grado de autonomía que parecía haber adquirido este capital. Desde mi punto de vista, el incremento de la importancia de todo lo que se denomina, de forma abreviada, financiero ha estado (y está) unido en forma indisociable a lo que ha constituido el punto de partida de mis análisis, es decir, a la nueva fase de la internacionalización (la de la mundialización del capital)

“El “golpe de Estado” que ha permitido el avance de la dictadura de los prestamistas, en el sentido amplio en el que la concibe André Orlean no hubiese sido posible sin las políticas de liberalización, desregulación y privatización, que no sólo ha afectado al plano financiero, sino que ha repercutido también sobre las inversiones directas en el exterior (IDE) los intercambios de mercancías y de servicios”

Por su parte, Gérard Duménil y Dominique Lévy, señalan “En el capitalismo moderno, las clases de los grandes propietarios de capital está relativamente unificada y posee parte de todos los sectores de la economía (por sus títulos) y las controla (mediante sus instituciones financieras). Eso no impide que las actividades financieras y el sector financiero hayan adquirido, en el neoliberalismo, una mayor importancia. Por una parte, esas actividades se han hecho mucho más rentables y, por otra parte, y, el control de la economía nacional y mundial por las instituciones financieras es crucial para mantener y perpetuar el orden neoliberal. Por esas razones, se habla a menudo de financiarización y de mundialización financiera. (4)

Las tesis de la financiarización y la crisis actual son analizadas en un libro colectivo de 2009. (5)

Nuestra Interpretación: De la preeminencia del capital financiero a la preeminencia del capital productivo

“De la preeminencia del capital financiero a la preeminencia del capital productivo”, es el título de un apartado de nuestro texto “Estados Unidos y China: ¿Locomotoras en la recuperación y en las crisis cíclicas de la economía Mundial?”. (6)

A continuación reproducimos el texto del documento mencionado.

“Una de las transformaciones más importantes es el profundo cambio que se ha procesado entre las diferentes formas del capital en los países capitalistas desarrollados y particularmente en los Estados Unidos. Las empresas productoras de bienes y servicios se han liberado del dominio que en décadas anteriores ejerció sobre ellas el capital financiero.

En la década de los ochenta y a inicios de la década de los noventa, el capital financiero captaba en torno al 35 % de las ganancias de las empresas no financieras. Posteriormente, los intereses netos pagados disminuyen a menos del 20 % de las ganancias. En los períodos de auge, se aproximan al 10 %.

La disminución generalizada de la tasa de interés en los países desarrollados en los últimos años es un antecedente significativo que apoya el proceso de liberalización del capital productivo respecto del capital financiero. Las tasas de interés en Estados Unidos son las más bajas en las últimas cuatro décadas y por varios meses fue fijada en 1 %. En Japón, la tasa de interés real ha sido negativa por un período prolongado.

Las grandes inversiones que se han realizado, se han financiado con el gran crecimiento de las ganancias a través de las ganancias retenidas. También, las inversiones se han financiado con recursos que las empresas han captado directamente colocando acciones y bonos.

Con el aumento de las ganancias y con la disminución de los intereses y más allá de la escasez mayor o menor de capital, parece suficientemente claro que el capital productor de bienes y servicios no financieros en los países desarrollados se ha liberado bastante de la dependencia del capital financiero. Esa dependencia llevó a caracterizar el capitalismo de las últimas décadas como dominado por el capital financiero. Se sigue caracterizándolo de esta forma, lo que nos parece que es un grave error muy difundido y que está presente en la mayoría de los análisis que se ubican al interior de la economía crítica.

El predominio del capital productivo por sobre las otras formas de capital permite asignarle, como es en la realidad, mayor significado a la relación de dominación del capital sobre el trabajo y la sociedad. En el período en que el capital productivo dependía en forma extrema del capital financiero, la relación fundamental aparece entre capitales. La relación capital - trabajo se ubicaba en un nivel bastante inferior. La fuerza con que se plantea en la actualidad la flexibilidad laboral y las formas prácticas que asume, ilustran con claridad que para el sistema en su conjunto, la relación de las empresas con los trabajadores es fundamental.

A diferencia de lo que pasa en los países desarrollados, en América Latina, el capital productivo y el capital financiero actúan conjuntamente, potenciándose. Así sucede al interior de los países de América Latina en que se produce una relación muy estrecha entre el sistema productivo y financiero.

Esta situación se presenta también y con mayor claridad en las inversiones extranjeras que ingresan a la región. La inversión extranjera directa contempla una proporción significativa de créditos internacionales asociados. Se puede decir que en América Latina el capital productivo y el capital financiero actúan en forma redoblada tras la persecución de utilidades e intereses elevados. Este es un elemento fundamental que explica el desarrollo desigual entre Estados Unidos y América Latina y también las dificultades de reproducción económica y social en la región.

En el documento citado, y en otros documentos (7), hemos analizado las principales transformaciones de la economía mundial a inicios del siglo XXI. Basado en dichos estudios, nuestra interpretación teórica e histórica es diferente y opuesta a la caracterización simple como crisis financiera. Constatamos que a nivel de la economía mundial, las ganancias y la tasa de ganancia de las grandes empresas trasnacionales productoras de bienes y servicios, se han incrementado a partir de mediados de la década del ochenta y se han mantenido elevadas en los últimos años, previos al inicio de la actual crisis mundial. Estas elevadas ganancias transformaron a estas empresas en prestamistas netas del sistema financiero. Sus inversiones, compra de empresas y fusiones han sido financiadas en gran parte con recursos propios provenientes de sus grandes ganancias.

Las grandes empresas productoras de bienes y servicios dejaron de ser clientes significativos del sistema financiero. Los grandes fondos acumulados por el sector financiero, que incluyen las inversiones financieras de una parte de las ganancias de las empresas, sumados a otros fondos, fueron orientados hacia las empresas tecnológicas provocando posteriormente la crisis de las empresas punto com y la crisis económica mundial de 2001. En la década actual, se suman a las grandes ganancias de las empresas productoras de bienes y servicios, los fondos soberanos y las incrementadas reservas internacionales provenientes también de la economía real.

Para superar la crisis del año 2001, estos grandes fondos financieros generados en la economía real, fueron orientados hacia la construcción habitacional acompañados de masivos créditos hipotecarios. La crisis no es sólo se manifiesta como crisis financiera, sino como crisis inmobiliaria, que incluye al sector real y al financiero.

El FMI ha caracterizado las últimas crisis, como crisis financieras, desplazando la importancia de la producción y de la distribución a nivel mundial, entre ganancias, renta de los recursos naturales y remuneraciones de los trabajadores. La caracterización como crisis financiera es ampliamente asumida por la academia, por otras instituciones internacionales y por los medios de comunicación, incluyendo una parte significativa del pensamiento crítico

El gran aumento de las ganancias de las empresas trasnacionales proviene de una disminución de los salarios y de la renta de los recursos naturales a nivel mundial

La globalización de la economía mundial fue una respuesta a los bajos niveles de la masa de ganancia y de la tasa de ganancia en la década del setenta y hasta mediados de la década del ochenta. En las últimas décadas, las elevadas ganancias de las grandes empresas trasnacionales productoras de bienes y servicios, son el resultado de la globalización actual y del neoliberalismo en la economía mundial.

La globalización a nivel mundial ha significado un fuerte aumento de la producción mundial al mismo tiempo que ha limitado las capacidades de consumo. El gran desarrollo del sistema de crédito y el elevado endeudamiento generalizado, ha posibilitado el funcionamiento de la economía mundial, ajustando la demanda a la oferta en las últimas décadas previo a la crisis actual. El gran desarrollo del sector inmobiliario, el incremento del gasto militar, el aumento del consumo con créditos permitió la superación de la crisis de inicios de esta década. La burbuja inmobiliaria incentivada por las bajas tasas de interés, asociada a créditos de alto riesgo, culminó con el rompimiento de la burbuja inmobiliaria, -y no sólo financiera-, ya que la construcción residencial es uno de los sectores reales más importantes de la economía.

En el documento “Crisis de la Economía Mundial…” (8), en el apartado ‘De la Crisis Inmobiliaria en Estados Unidos a la Crisis de la Economía Mundial’, señalamos cómo los elevados niveles de ganancia de las empresas productoras de bienes y servicios en Estados Unidos, inicialmente resistieron la crisis inmobiliaria que se prolongó por varios años, hasta que las ganancias fueron afectados en forma significativa a mediados de 2008, y con pérdidas muy elevadas, especialmente en el sector automotriz. Las disminuciones de las ganancias transformaron la crisis inmobiliaria de Estados Unidos, en crisis de la economía mundial.

En los documentos citados, habíamos analizado las seis crisis cíclicas del capitalismo a partir de 1974.hasta la de inicios de esta década. Estas seis crisis cíclicas se producen al interior del proceso de globalización. La crisis mundial actual es mucho más profunda, es una crisis de la globalización actual de la economía mundial y del neoliberalismo.

Las diferencias teóricas sobre el tipo de capital dominante en la economía mundial, dan cuenta de diferencias opuestas en relación a múltiples categorías económicas y comportamiento dinámico de la economía mundial, de las cuales desarrollaremos en este documento, tres que nos parecen principales:

En la producción nacional y mundial, y en general, en la dinámica de la reproducción del capitalismo.

El comportamiento de la masa y de la tasa de ganancia de las empresas productoras de bienes y servicios (las empresas no financieras)

La distribución de la producción en: salarios, ganancias y renta de recursos naturales, a nivel de los países y a nivel mundial.

Diferentes interpretaciones sobre la crisis y los planteamientos sobre la producción nacional y mundial

En nuestros estudios, hemos concluido que Estados Unidos logró en la década del noventa una profunda reestructuración económica que le permitió reconquistar la hegemonía que en la década del ochenta había compartido con Europa y Japón.

En la década del ochenta se afirmaba que la economía decadente de Estados Unidos sería desplazada por Japón. No sucedió ni lo uno ni lo otro. Japón entró en una profunda y prolongada crisis, en tanto Estados Unidos reestructuró su economía, logrando niveles elevados de ganancia y recuperación significativa de la tasa de ganancia acompañada de un gran crecimiento de las inversiones. (9)

Conclusiones completamente opuestas a nuestros estudios son los desarrollados por Jorge Beinstein, que está vinculado a las tesis de la financiarización. El titulo del trabajo de Jorge Beinstein no ofrece dudas: “Las crisis en la era senil del capitalismo” (10). En este documento afirma:

“El capitalismo mundial ingresó en la etapa senil en los años 1970 cuando el parasitismo devino hegemónico a lo largo de dicha década”

Y más adelante desarrolla las siguientes afirmaciones:

“Un primer indicador de senilidad es la decadencia de los Estados Unidos, resultado de un largo proceso de degradación”

“Un segundo indicador de senilidad es la interacción entre dos fenómenos. La hipertrofia financiera global y la desaceleración en el largo plazo de la economía mundial”

Inmediatamente agrega:

“A comienzos del siglo XXI hemos llegado a la financierizacion integral del capitalismo, las tramas especulativas han impuesto su “cultura” cortoplacista que ha pasado a ser el núcleo central de la modernidad. Presenciamos un circulo vicioso; la crisis crónica de sobreproducción iniciada hace cuatro décadas comprimió el crecimiento económico desviando excedentes financieros hacia la especulación cuyo ascenso operó como un mega aspirador de fondos restado a la inversión productiva”

En nuestro documento “Estados Unidos y China…”, en el capítulo ‘Las transformaciones de la economía de Estados Unidos’, basado en las estadísticas del Departamento de Comercio de dicho país, mostramos el gran crecimiento de las ganancias globales y de la tasa de ganancias, la fuerte disminución de los intereses netos pagados por las empresas no financieras al sector financiero, la disminución de los impuestos a las ganancias Mostramos también, en forma adicional, y en la perspectiva de la actuación de las empresas de los Estados Unidos en la economía mundial, el papel creciente de las ganancias en el exterior de las empresas estadounidenses.

Para señalar la dinámica económica mostramos el gran crecimiento de las inversiones en Estados Unidos desde fines de la década del cincuenta hasta inicios de 2004, fecha en que elaboramos dicho documento. Destacamos el gran crecimiento de la inversión a partir de mediados de la década de ochenta. Mostrando adicionalmente, el gran crecimiento de las inversiones en equipo y maquinaria de alta tecnología, frente a un bajísimo crecimiento de las inversiones en los edificios de las empresas. “En síntesis, las grandes inversiones en equipo de alta tecnología, en vez de ampliar la base tecnológica existente, han reemplazado a los equipos anteriores usando las mismas estructuras físicas de las empresas, constituyendo otra característica esencial de la reestructuración en la economía estadounidense”. (11)

Señalábamos también, la fuerte disminución de los precios de las maquinarias y equipo de alta tecnología y agregábamos:

“Desde el punto de vista de la economía política, esto significa una disminución de una de las partes principales del capital constante, que Marx había previsto junto a otras modificaciones para períodos en que en vez de producirse la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, esta empieza a crecer”.

La producción y la inversión de Estados Unidos.

A continuación mostramos el crecimiento de la Producción al interior de los Estados Unidos en el período 1952-2009. Como se puede observar en la gráfica, la Producción al interior de Estados Unidos -en dólares constantes-, ha tenido un gran crecimiento especialmente, en las últimas décadas y previo a la crisis actual.

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Otro tanto ha sucedido con a inversión privada en Estados Unidos. El crecimiento ha sido muy significativo, especialmente, a partir de la crisis de inicios de la década del ochenta, como resultado de la globalización y del neoliberalismo que favoreció a las inversiones empresariales. Este gran crecimiento está asociado a un comportamiento cíclico muy acentuado. En el auge muestra un gran crecimiento y en la crisis muestra una profunda caída de la inversión. Si a la inversión privada se agrega la inversión pública, la inversión global de los Estados Unidos por varios años ha sido superior al 20% del PIB. Esta inversión pública incrementa la inversión global al mismo tiempo que suaviza su caída en las crisis.

 

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La realidad muestra que Estados Unidos ha tenido una dinámica significativa que se refleja en un gran crecimiento de la producción y de las inversiones al interior de Estados Unidos.

En un escenario de análisis que supere la visión de economía internacional que remite a relaciones entre naciones y que considere la economía mundial como una estructura productiva y de circulación de las mercancías por sobre las economías nacionales, la producción y las inversiones en el mundo, por parte de la empresas estadounidenses, incrementan cualitativamente el dinamismo de la economía de los Estados Unidos.

La producción mundial

En la vida cotidiana y en la conciencia social pensamos que está instalada fuertemente la idea de que a nivel mundial hay un gran crecimiento de la producción y una amplia competencia que se observa a diario en las más variadas mercancías. La siguiente gráfica muestra un gran crecimiento de la producción mundial. En el período 1982-1991, la producción promedio anual era un poco superior a 21.000 mil millones de dólares medidos según la paridad de poder de compra y sube en 2008 a cerca de 70.000 mil millones de dólares. En ese período la producción en paridad de poder de compra se incrementa en 225%, y, medido en dólares a tipo de cambio de mercado se incrementa en 263%.

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La negación del estancamiento es evidente. El capitalismo a nivel mundial tiene un gran crecimiento con un doble resultado. En primer lugar, limita las capacidades de consumo y promueve el endeudamiento generalizado de las familias y de los Estados. En segundo lugar, y tan importante como lo anterior, es que el gran crecimiento de la producción está destruyendo la naturaleza. Si China sigue reproduciendo los niveles de consumo de Occidente, no hay recursos naturales en el mundo que puedan sostener dicho crecimiento. El capitalismo entra en crisis no porque produzca poco, sino, porque produce demasiado.

Las ganancias de las empresas productoras de bienes y servicios en las diferentes interpretaciones.

Como hemos señalado en nuestros estudios, se muestra que a nivel mundial y en los países ha existido un gran crecimiento de las ganancias y de la tasa de ganancia. Estas grandes ganancias del capital productivo, financian gran parte de las ampliaciones de las empresas a nivel nacional y mundial, las fusiones y compras de empresas. Las ganancias son tan elevadas que parte significativa de ellas son colocadas en el sistema financiero. Las empresas productoras de bienes y servicios - el capital productivo-, se han transformado en prestamistas netas del sistema financiero. Han dejado de ser clientes significativos del sistema financiero.

Pero previo a la crisis, las ganancias y la tasa de ganancias que habían crecido fuertemente en las últimas décadas empiezan a disminuir. El comportamiento de las ganancias y de las tasas de ganancia, en la explicación del origen y desarrollo de la crisis actual, es fundamental.

Nuestro análisis es completamente opuesto al de Robert Brenner, quien afirma que las economías desarrolladas, y, particularmente, en Estados Unidos, continua la larga fase descendente debido a la caída generalizada de la rentabilidad de las empresas (12). Para él también la causa principal de la crisis actual, se debe a la baja tendencial de la tasa de rentabilidad de las empresas productoras de bienes y servicios. (13)

De la entrevista de febrero de 2009, destacamos las siguientes afirmaciones de Robert Brenner.

“El principal origen de la crisis actual está en el declive en el dinamismo de las economías avanzadas desde 1973 y, especialmente desde 2000. El crecimiento económico en Estados Unidos, Europa Occidental y Japón se han deteriorado seriamente en cada ciclo en términos de indicadores macroeconómicos muy estándar: …”

Frente a la pegunta de cómo explicaría el debilitamiento a largo plazo de la economía real desde 1973, lo que usted llama la larga caída:

En su respuesta afirma:

“Lo que lo explica es sobretodo un declive profundo y duradero de la tasa de rendimiento en inversión de capital desde finales de los sesenta. La incapacidad de recuperar la tasa de beneficio es lo más destacable a la vista de la enorme caída de los salarios reales durante el período. La causa principal, aunque no la única, del declive de la tasa de beneficio ha sido una tendencia persistente a la sobrecapacidad de las industrias manufactureras mundiales”

Otra pregunta: Aún concediendo que el capitalismo de posguerra hubiera entrado en un período de larga caída en los años setenta, parece innegable que la ofensiva capitalista neoliberal ha impedido el empeoramiento de la caída de la producción desde los ochenta”

Respuesta:

“Si por neoliberalismo se entiende el giro hacia las finanzas y la desregulación, no veo cómo puede haber ayudado eso a la economía. Pero si por neoliberalismo se entiende el desmedido asalto de los empresarios y los gobiernos a los salarios obreros, a las condiciones laborales y al Estado de Bienestar, la cosa ofrece pocas dudas: se ha impedido que la caída de la tasa de beneficio haya sido todavía peor”.

Parte final de la respuesta a la pregunta sobre la globalización:

“En otras palabras, la globalización ha sido una respuesta a la rentabilidad menguante; pero como las nuevas industrias, lejos de ser esencialmente complementarias en la división mundial del trabajo, son redundantes, el resultado ha sido la persistencia de los problemas de la rentabilidad”.

Como queda suficientemente claro, las conclusiones de nuestros estudios son completamente diferentes a las de Robert Brenner.

En vez de estancamiento de la producción, se constata un fuerte crecimiento tendencial. En vez de la tendencia decreciente y bajos niveles de tasas de ganancia de largo plazo, mostramos un gran crecimiento de la masa y tasa de ganancia a partir de mediados de los 80’s como resultado de la globalización y del neoliberalismo

A partir de esos elevados niveles de ganancias y tasa de ganancia, mostrábamos que ellas podrían ser afectadas por el incremento de la competencia a nivel internacional en condiciones de una sobreproducción mundial de productos industriales, especialmente, de alta tecnología, y subproducción o escasez de energéticos, materias primas y en un grado menor de alimentos. Destacábamos un cambio muy significativo a nivel de la economía mundial, de términos de intercambio desfavorable a términos de intercambio favorables para las materias primas. El incremento de la competencia provocaría una disminución de precios al mismo tiempo que un aumento de los costos que podría afectar las ganancias de las empresas. (14)

La disminución de las ganancias se produce antes de la crisis que ilustrábamos en el documento “La crisis Inmobiliaria en Estados Unidos. La eventual séptima crisis de la economía mundial” (15) de mediados de 2007 y publicado en 2008. La crisis actual es mucho más profunda que una crisis cíclica.

Las Ganancias de las Empresas de Estados Unidos en Estados Unidos y en el Resto del Mundo

A continuación y como crítica a Robert Brenner, presentamos primero, el comportamiento de la masa de ganancia entre 1950 y 2009. Posteriormente, mostraremos el comportamiento de la tasa de ganancia desde 1960 hasta años recientes.

 

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Como se observa en la gráfica, entre 1965 y mediados de la década del ochenta -veinte años-, las ganancias globales de Estados Unidos tuvieron un estancamiento.

Desde mediados de la década del ochenta y relacionado con la globalización, las ganancias tienen un incremento extraordinarias, con disminuciones por la crisis de 2001 y en la crisis reciente, -cuyo inicio en Estados Unidos ha sido señalado en el cuarto trimestre de 2007- las ganancias han disminuido pero se mantienen en niveles elevados.

Ganancias de las empresas de Estados Unidos en otros países del mundo

El crecimiento de las ganancias de las empresas de Estados Unidos en otros países ha crecido mucho más que las ganancias en Estados Unidos. El crecimiento ha sido extraordinario, a partir de mediados de la década del ochenta en que eran alrededor de 50 mil millones de dólares. En la década del noventa, en promedio suben a alrededor de 100 mil millones de dólares. A inicios de 2000, suben a 200 mil millones de dólares. En 2004 y 2005, suben a alrededor de 400 mil millones de dólares y en 2007 y 2008, superan los 500 mil millones de dólares. Estas ganancias en el exterior en los últimos años son tan significativas si se compara con los planes iniciales de rescate de los Estados Unidos que fueron en torno a 700 millones de dólares.

 

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Estados Unidos: Las ganancias recibidas del exterior como porcentajes de las ganancias en EEUU

Las ganancias recibidas desde el exterior entre 1950 y 1965 eran menores al 8% en relación a las ganancias obtenidas por las empresas en Estados Unidos. En la década del 2000, superan el 30%. En 2007, aumentan al 42,3% y en 2008, las ganancias de las empresas estadounidenses en el exterior, equivalen al 55% de las ganancias de las empresas en Estados Unidos.

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Hasta fines de la década del noventa, las ganancias del sector manufacturero (sector industrial en Estados Unidos, eran mayores que las ganancia de las empresas estadounidenses en el exterior.

A partir de inicios de 2000, se da un cambio histórico, las ganancias globales en el exterior son mayores a las ganancias en el sector manufacturero (sector industrial) en Estados Unidos, que incluye todas las empresas de bienes durables y no durables (en bienes durables, la industria espacial, maquinaria y equipo, electrónica, computación, etcétera.

Esta información, confirma las limitaciones y los errores a que puede conducir el enfoque teórico-metodológico en la ciencia económica que tenga como escenario fundamental las economías nacionales. Las economías nacionales deben ser analizadas a partir de un escenario de economía mundial. La existencia objetiva de la economía mundial, como una totalidad superior a la existencia objetiva también de las economías nacionales, no sólo se manifiesta en la estructura productiva y su circulación mundial de las mercancías por sobre las economías nacionales, sino que se manifiesta también a nivel de la reproducción del sistema a través de las categorías fundamentales del capitalismo como son las inversiones, la masa de ganancia y la tasa de ganancia.

Notas:

1) Caputo, Orlando 2007. “La Economía Mundial a Inicios del Siglo XXI” en Gandásegui (Hijo), Marco A (coordinador) Crisis de Hegemonía de Estados Unidos, (México DF: Siglo XXI y CLACSO).

2) Caputo, Orlando 2010 “Crisis de la Economía Mundial: Aumento de las ganancias y disminución de salarios”, en Gandásegui (Hijo), Marco A y Castillo Fernández, Dídimo (Coordinadores)

3) Estados Unidos. La Crisis Sistémica y las Nuevas Condiciones de Legitimación, (México DF: Siglo XXI y CLACSO)

4) Chesnai, Francois 2003 “La teoría del Régimen de Acumulación Financiarizado: Contenido, Alcances e Interrogantes”, Revista de Economía Crítica Nº 1, Valladolid, España.

5) Duménil Gérard y Lévy, Dominique 2005 El Imperialismo en la Era Neoliberal, en Revista de Economía Crítica Nº 3, (Valladolid España).

6) Chesnais, Francois, de Brunoff, Suzane, Duménil, Gérard, Hussan, Michel y Lévy, Dominique 2009. Las Finanzas Capitalistas. Para Comprender la Crisis Mundial (Buenos Aires: Ediciones Herramienta)

7) Caputo, Orlando 2005 (2004) “Estados Unidos y China: ¿Locomotoras en la recuperación y en las crisis cíclicas de la economía mundial?” en Estay, Jaime (comp.) La Economía Mundial y América Latina, (Argentina: CLACSO)

8) Caputo, Orlando. 2007, op cit

9) Caputo, Orlando. 2007. Op cit

10) Caputo, Orlando 2003 (2001) “La economía de Estados Unidos y de América Latina en las últimas décadas”. Ponencia presentada en el Foro Social Mundial, Porto Alegre, Brasil, 2001, en OIKOS (Santiago; Universidad Católica Raúl Silva Henríquez,) Nº 16

11) Beinstein, Jorge. 2009 “Las crisis en la era senil del capitalismo. Esperando inútilmente al quinto Kondratief”, en El Viejo Topo, (España) Nº 253
12) Caputo, Orlando. 2005 (2004), Op. Cit

13) Brenner, Robert. 1999, Turbulencias en la Economía Mundial. (Santiago, LOM Ediciones)

14) Brenner, Robert, 2009, Entrevista de Seogin Jeong ,” Un análisis histórico económico clásico de la actual crisis”, www.rebelion.org,

15) Caputo, Orlando 2005 (2004) Op. cit.

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