En respuesta a El Topo Obrero

Hemos leído con mucho interés el escrito de Ricardo Galíndez, a nombre de la dirección de El Topo Obrero, titulado "EL PPT, USI y las elecciones parlamentarias de septiembre de 2010". En un tono respetuoso, Galíndez expone su percepción sobre el acuerdo electoral que permitirá a nuestro partido participar a nivel nacional en las elecciones legislativas del 26 de septiembre. Lo primero que destacamos es la sana tradición del debate revolucionario, en la que siempre se han enmarcado nuestros intercambios con El Topo Obrero. Estos intercambios se diferencian enormemente de los ataques calumniosos que hemos recibido por parte de pequeñas sectas, algunas que incluso se reclaman trotskistas, a raíz de nuestra acertada decisión de participar en las elecciones con un programa de independencia de clase, con reivindicaciones democráticas y revolucionarias.

Para nadie es un secreto que existen importantes diferencias entre la USI y el PPT. Nuestro partido tiene un programa marxista revolucionario, y nunca hemos suavizado nuestras críticas a otras organizaciones cuando las hemos considerado necesarias. Al reconocer estas diferencias, el PPT y nuestro partido han realizado un acuerdo electoral que se basa en nuestra total independencia para levantar las consignas que consideremos adecuadas en el marco de la campaña político-electoral. Coincidimos con Galíndez cuando expresa que "en la dinámica de la lucha de clases, es muy normal que se produzcan alianzas entre diversas organizaciones de distinto signo, siendo en algunos casos positivas para el avance de los intereses de los trabajadores y el pueblo... esos acuerdos tienen que darse en función de fortalecer o hacer avanzar los intereses de la clase obrera y la revolución socialista que propugnamos. Los acuerdos deben tener como un claro objetivo impulsar determinadas demandas del pueblo trabajador... lo que se pretende con las alianzas es multiplicar la capacidad de movilización de sectores obreros y populares, para que en su desarrollo combatan las políticas de su enemigo de clase y alcancen estadios superiores en organización y conciencia y en esa misma medida, ir construyendo una organización revolucionaria de masas".

En esa perspectiva ubicamos nuestra participación en las elecciones. Efectivamente, tan importante ha sido el acierto, que en el marco de la actual campaña seremos el único partido cuyos candidatos serán abanderados de un programa ligado a las necesidades más urgentes de la clase trabajadora y todos los explotados de este país, en la perspectiva estratégica de la construcción del socialismo con democracia obrera. Millones de trabajadores, campesinos, estudiantes, habitantes de nuestros barrios y comunidades, tendrán la ocasión de conocer y apoyar el programa revolucionario de candidatos que provienen de su misma clase, que han sido abnegados luchadores y defensores de sus derechos durante todos estos años. Por eso, se trata de un acuerdo tremendamente progresivo. Por colocar un ejemplo, el candidato a diputado por el estado Anzoátegui, José Bodas, ha denunciado las ventas a futuro de petróleo y aluminio por parte del gobierno venezolano. El hecho de su participación en las elecciones no solamente amplifica y otorga mayor proyección a su denuncia, sino que permite a los trabajadores visualizar el tipo de labor parlamentaria de permanente denuncia y agitación que realizaría un diputado revolucionario de la USI (Ver: http://www.laclase.info/nacionales/gobierno-legitima-que-multinacionales-petroleras-especulen-con-dolares-jose-bodas)

Un programa al servicio de la movilización, en defensa de las libertades democráticas, para el empoderamiento de los trabajadores y el pueblo

Como toda campaña debe priorizar sus consignas, en nuestro caso hemos colocado en primer lugar la exigencia de una industria petrolera 100% nacional, sin empresas mixtas ni transnacionales, bajo control de sus trabajadores y técnicos, y que los recursos petroleros que actualmente se apropia el capital transnacional se destinen en cambio a atender las más urgentes necesidades sociales y económicas de la población.

Otros proyectos de leyes y acciones legislativas que estamos proponiendo son los siguientes:

- Ley del salario, que establezca un salario mínimo igual a la canasta básica, tal y como dicta la Constitución; con aumentos trimestrales equivalentes a la inflación (Escala móvil).

- Ley de estabilidad laboral, que acabe con los empleos precarios y tercerizados en las empresas públicas y privadas, y que aumente el empleo por la vía de la reducción de jornada laboral a 6 horas sin reducción salarial.

- Ley Orgánica de Trabajo, que defienda la autonomía sindical y la no injerencia estatal en la vida gremial, que garantice el derecho de huelga y a la contratación colectiva.

- Regímenes de pensiones, de salud, de recreación y vivienda, de la Ley de Seguridad Social.

- Ley de emergencia del sistema de salud, por un sistema integral público, coordinado, de excelencia y gratuito desde la prevención, medicación y atención hospitalaria, para toda la población.

- Ley del Poder Obrero y Popular que impulse el verdadero protagonismo y poder de decisión de los trabajadores, los campesinos, los indígenas y las comunidades populares en la gestión política, económica y social del país. Con una una ley de estas caracteríticas podremos superar la mezquina, castrante y clientelista Ley de Consejos Comunales promovida por el gobierno, la Asamblea Nacional y el PSUV.

- Promoveremos la creación de una comisión parlamentaria y extraparlamentaria para la defensa de las libertades democráticas, contra la criminalización de la protesta social, y que investigue el sicariato contra dirigentes obreros clasistas como Jerry Díaz, Richard Gallardo, Luis Hernández, Carlos Requena, Argenis Vásquez, y demás dirigentes obreros asesinados.

- Ley de amnistía para los dirigentes obreros, campesinos, e indígenas sometidos a procesos judiciales por defender sus derechos. Por la libertad de Sabino Romero y Rubén González, insignes luchadores revolucionarios que llevan largos meses presos sin juicio.

- Apertura de una investigación parlamentaria acerca de las causas de la crisis eléctrica, cuyas desastrosas consecuencias ha sufrido el pueblo.

- Nueva Ley de Tierras que dé las tierras a los campesinos pobres que la trabajan, garantice créditos baratos para la producción, herramientas y tecnología, termine con el latifundio y garantice la producción nacional de alimentos. Que garantice a los campesinos el acceso directo a las redes de distribución estatales y rompa con las cadenas de intermediarios.

- Reforma urbana, para garantizar el derecho a la vivienda.

- Ley de Arrendamiento que fije en un 10% de los salarios de los inquilinos la tarifa de los alquileres, y que suspenda los procesos de desalojo.

- Ley de creación del Parque Nacional Caura, para proteger uno de los principales reservorios naturales y acuíferos del país, amenazado por la depredación capitalista.

- Promoveremos una investigación parlamentaria acerca de la ilegalidad de la deuda externa y exhortaremos a que cese su pago.

Este es un programa de lucha que hemos defendido todos estos años, como perfectamente lo saben los compañeros de El Topo Obrero. Ellos saben que mantiene vigencia luego de las elecciones, pues incluso si ganamos la mayoría de nuestras postulaciones, sólo podremos avanzar si superamos los estrechos límites del parlamentarismo y nos apoyamos en la movilización popular.

Decimos con claridad en cada una de nuestras intervenciones que las elecciones son un espacio más de lucha en el que los trabajadores y los revolucionariso estamos obligados a presentar propuestas políticas y programáticas. Y seguimos convencidos de que para conquistar nuestros derechos, necesitamos lograr una poderosa movilización, y que los diputados que salgan electos de nuestras filas serán los primeros en colocar su inmunidad parlamentaria al servicio de la protesta popular, las huelgas, y todas las luchas del pueblo. Para dar el ejemplo, los diputados de la USI devengarán un salario igual a la canasta básica, y donarán el resto de su sueldo al partido para que lo ponga al servicio de las luchas populares.

En todo este proceso de lucha por este programa, durante la campaña y después, esperamos poder trabajar conjuntamente con los compañeros de El Topo Obrero, y con todos los luchadores clasistas y honestos. Quienes estén de acuerdo con ese programa, deben ser consecuentes y apoyarlo, y no buscar subterfugios argumentativos para permanecer en la sombra de la ambigüedad.

No se pueden menospreciar los esfuerzos unitarios para reagrupar a los trabajadores y potenciar sus luchas

Sin decirlo, pero casi apostando al fracaso del acuerdo electoral USI-PPT, los compañeros de El Topo Obrero mencionan y califican como frustrados los esfuerzos unitarios que nuestro partido ha realizado para reagrupar sindical y políticamente a los trabajadores, mediante propuestas como el Movimiento Solidaridad Laboral y el intento de construcción de una organización común con los compañeros de Patria Obrera de Guayana.

Desde la USI rescatamos la orientación bajo la cual se impulsaron esas iniciativas en el ámbito sindical y político, ya que fue la única opción correcta: intentar unificar todas las fuerzas que en el seno del movimiento obrero y sindical estuvieran dispuestas a defender derechos democráticos de vital importancia para la clase trabajadora como el derecho a huelga, el derecho a pactar convenciones colectivas, el derecho a la organización sindical, el derecho a la protesta y la movilización, que vienen siendo conculcados por el gobierno.

De igual manera podemos decir que fue un gran acierto haber denunciado y combatido a aquellos burócratas sindicales gobierneros que se colocaron como primera línea de choque del gobierno para hacer pasar la política de restricción de las libertades democráticas y de aplicación de un plan de ajuste económico con elementos neoliberales. Una demostración de la justeza de nuestra política de procurar el reagrupamiento y la reorganización de los trabajadores y los revolucionarios ha sido la exitosa experiencia desarrollada con la organización Paso a la Nueva Democracia.

En tal sentido, los compañeros del El Topo Obrero no pueden ampararse en las dificultades existentes para reorganizar sindical y políticamente a los trabajadores para escabullirse del debate mientras hacen pasar de contrabando su política equivocada de hacer "unidad" con los sindicaleros rojo-rojitos que son los agentes de la política antiobrera, antidemocrática y represiva del gobierno.

Continuar llamando a la burocracia sindical gobiernera que encabezan Oswaldo Vera y Marcela Máspero, como insisten los compañeros de El Topo Obrero, para que supuestamente encabecen acciones en contra de aquellas políticas antiobreras del gobierno que esa misma burocracia apoya públicamente, es un contrasentido que sólo lleva más confusión a las filas de la clase trabajadora y que en última instancia les lleva a capitular frente al gobierno antiobrero del Presidente Chávez.

Ninguna capitulación a la política del gobierno en contra de los derechos de los trabajdores y de su autonomía

Pero aún peor resulta alimentar expectativas positivas en torno a la estrategia gubernamental de destrucción de la autonomía sindical, el mantenimiento de la tercerización, y el desmejoramiento de las condiciones laborales en las empresas básicas de Guayana, estrategia que cuenta con la cobertura propagandística de un mal llamado "control obrero".

El fulano "control obrero" del gobierno no puede entenderse sino como parte integrante de una política gubernamental de conjunto contra los trabajadores, la cual incluye la criminalización de la lucha desarrollada por la dirigencia sindical autónoma, como lo demuestra la prisión de Rubén González; una orientación administrativa entreguista al servicio de las transnacionales mediatne las empreas mixtas y las ventas a largo plazo; la extendida tercerización de la mano de obra y el desconocimiento de los compromisos contractuales del Estado.

Plantear, que hay que apoyar la política gubernamental, pero "en contra de la gerencia", es seguir alimentando aquella perniciosa mitología de la "derecha endógena", según la cual las directrices del gobierno nacional son una cosa y lo que ejecutan ministros, gerentes y directores, son algo distinto.

En definitiva, en esta siniestra política antiobrera, antisindical, y entreguista en sus relaciones con el capital transnacional, la táctica del "control obrero" viene a jugar un importante papel. No es casual que haya sido Guayana el escenario escogido por el presidente Chávez en marzo de 2009 para declararle la guerra a los trabajadores y llamar a la DIM y el Sebin a que persiguieran a la dirigencia sindical de las empresas básicas, también ese es el escenario de la farsa del "control obrero". Evidentemente, es allí donde el gobierno está empleando a fondo todos sus recursos para propinar una brutal derrota a los trabajadores, lo que de concretarse tendría terribles repercusiones para toda la clase trabajadora venezolana.

Compañeros de El Topo Obrero: ¡O corren o se encaraman!

En muchas oportunidades hemos tenidos coincidencias políticas con los compañeros de El Topo Obrero, lo cual se ha reflejado en el terreno práctico de la lucha. Sin embargo, en esta ocasión nos preocupa la falta de definiciones en el escrito del compañero Galíndez acerca de las elecciones parlamentarias, ya que no sabemos si es partidario de un voto crítico al PSUV (organización que define como representante de la burguesía emergente), o si optarán por el voto nulo; o si llaman a votar por nuestros candidatos: Orlando Chirino, José Bodas, Iván Freites, Fran Luna, Armando Guerra, Emilio Bastidas, Esperanza Herminda, Fabricio Briceño, Sixto Hernández, Robert González, Miguel Angel Hernández, Luis Díaz, Héctor Rincón, Juan Martínez, Simón Rodríguez Porras, que son los únicos candidatos de los trabajadores para la Asamblea Nacional que defienden un un programa de independencia de clase y luchan por el poder de los trabajadores y el pueblo.

Es por eso que les devolvemos el llamado a "dar un paso a la izquierda", emplazando al compañero Galíndez y a los militantes de El Topo Obrero a abandonar la ubicación que se adopta en su escrito, la del comentarista político al margen de la coyuntura, y que definan su política electoral, rompiendo de manera clara con el PSUV y el gobierno. No les pedimos que rompan con la Mesa de la Unidad porque lo damos por descontando.

En estos momentos, en que el gobierno arrecia la persecusión política despidiendo de PDVSA a Robert González y Luis Díaz, dirigentes de la USI en el sector petrolero que se han postulado como candidatos a diputados, es muy importante que los verdaderos revolucionarios y demócratas fijen posición.

Para nosotros, dar un paso a la izquierda significa luchar contra la deriva autoritaria y rabiosamente procapitalista del gobierno nacional; no se puede ser revolucionario en Venezuela si no se lucha en defensa de los derechos de los trabajadores, campesinos, y comunidades populares cuyos derechos son pisoteados todos los días por este Estado burgués, si no se explica con claridad el carácter reaccionario de la dirigencia del PSUV y se apuesta por la construcción del partido revolucionario de los trabajadores y el pueblo explotado.

Compañeros de El Topo Obrero, tienen ustedes la palabra. Con gran expectativa y seguridad esperamos contar con su decidido apoyo en esta campaña electoral.

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