El jefe guerrillero Manuel Marulanda (Tiro Fijo) ha muerto. Chávez recomienda ahora a las FARC rendirse politicamente ante el gobierno de Uribe.
Abrupto giro a la derecha:
Chávez recomienda a las FARC la rendición política
Por Orson Mojica
La mayor parte de las organizaciones de izquierda, sindicatos, organismos juveniles y populares de Centroamérica, simpatizan abiertamente con el “socialismo del siglo XXI” impulsado por el Presidente Hugo Chávez. No obstante, pocos se percatan del giro a la derecha que se está produciendo en la política exterior e interior de Venezuela. La nacionalización de SIDOR, por la presión de los trabajadores y los sindicatos, fue un interregno dentro de este giro hacia la derecha. El más sorprendente de estos giros ha sido el llamado de Chávez a las FARC para que abandonen la lucha armada e inicien una negociación política, a pesar de encontrarse en situación de completa desventaja militar frente al ejército colombiano.
De un tiempo acá, nos habíamos acostumbrados al estridente discurso antiimperialista del Presidente Chávez, quien denunciaba de manera casi permanente a la “satánica” administración Bush, “el imperio del mal”. Pero el discurso de Chávez ha cambiado rápidamente durante el último periodo, especialmente después de la derrota del referéndum constitucional en Diciembre del 2007.
“Fuerzas beligerantes” sin apoyo militar
Contrario a lo que se pueda creer, la política del imperialismo norteamericano en relación al gobierno nacionalista de Hugo Chávez no ha sido el acoso, el bloqueo económico o militar, o la guerra civil, como ocurrió con la revolución nicaragüense (1979-1990), sino que ha sido la tolerancia y la coexistencia pacífica, siempre y cuando mantenga el abastecimiento de petróleo, un margen de libertades democráticas y no cuestione los intereses vitales de Estados Unidos en América Latina.
Sin embargo, existe un tema delicado que tensiona las relaciones entre Estados Unidos y el gobierno de Chávez, y es el creciente equipamiento militar del ejército venezolano que ha comprado aviones, submarinos y centenares de miles de fusiles Kalasnikov a Rusia, así como el reconocimiento de la guerrilla de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejercito de Liberación Nacional (ELN) como “fuerzas beligerantes”, ocurrido el pasado 17 de Enero.
En esa ocasión, Chávez en un discurso ante la Asamblea Nacional, dijo que “las FARC y el ELN no son terroristas sino verdaderas fuerzas insurgentes que tienen un proyecto político y bolivariano que aquí en Venezuela es respetado. Solicito a los gobiernos del continente, del mundo, a Europa, que retiren a las FARC y al ELN de la lista de terroristas” (ABN 12/01/08)
El reconocimiento de la guerrilla colombiana como fuerza beligerante fue políticamente correcto, pero resultó incompleto al no estar acompañado del necesario apoyo material y militar. Chávez se quedó a mitad del camino, cuidándose mucho de que el imperialismo norteamericano y el gobierno de Uribe no lo acusaran de prestar su territorio a la guerrilla colombiana. Si hacemos la comparación con la revolución nicaragüense, no debemos olvidar que Panamá, y Costa Rica prestaron sus territorios a la guerrilla sandinista, lo que fue decisivo para el triunfo militar de esta sobre la Guardia Nacional de Somoza. Aunque las situaciones de Nicaragua en aquella época y de Colombia en la actualidad son completamente diferentes, con la comparación solo queremos resaltar las limitaciones de la política exterior del presidente Hugo Chávez.
Al no brindar apoyo material y militar a la guerrilla colombiana, el reconocimiento de “fuerzas beligerantes” realizada por el gobierno de Venezuela podía transformarse rápidamente en un boomerang para la guerrilla, como efectivamente está ocurriendo, porque se ha convertido en el primer paso de una tramposa negociación política con el gobierno de Uribe.
Repetir la experiencia de Centroamérica.
Chávez sorprendió a sus detractores el pasado 8 de Junio cuando afirmó lapidariamente que "la guerra de guerrillas pasó a la historia (…) Llegó la hora de que las FARC liberen a todos lo que tienen en la montaña, sería un gran gesto, a cambio de nada (…) La liberación de todos los que tiene en la montaña pudiera ser el primer paso hacia lo que aquí anhelamos: que se acabe la guerra interna en Colombia (…) Ya basta de tanta guerra, llegó la hora de sentarse a hablar de paz, llamamos al mundo a buscar ese camino (…)". (Telesur 08/06/08)
La guerra de guerrillas es una táctica militar que puede ser utilizada por los revolucionarios, dependiendo de las condiciones políticas. Pero Chávez no está disertando sobre la guerra de guerrillas en general, sino que se refirió específicamente a que la guerrilla colombiana debe abandonar las armas y entrar al proceso político. En pocas palabras, Chávez llamo a las FARC a reconocer su actual derrota militar en manos del gobierno de Uribe.
Chávez también llamó a conformar una especie de “Grupo de Contadora” que garantizaría las negociaciones políticas y la posible paz a instaurar, en el cual participarían diferentes gobiernos de América Latina y Europa, reeditando la experiencia de la guerrilla del FMLN en El Salvador y de la URNG en Guatemala, en la que ambas organizaciones abandonaron la lucha armada a cambia de nada, a cambio de ser un partido político más en el juego electoral.
Chávez también dijo a las FARC que “ustedes se han convertido en una excusa del imperio para amenazarnos a todos nosotros. El día que se haga la paz en Colombia, se le acabó la excusa al imperio, la principal que tiene es el terrorismo". (BBC 09/06/08) En esta parte del discurso de Chávez, podemos comprobar que el llamado a las FARC para que entren sin condiciones a las negociaciones de paz, tiene una motivación de “seguridad nacional” para Venezuela, que se siente amenazada por la maquinaria militar del imperialismo norteamericano que este mes desplaza nuevamente la IV flota por el mar Caribe. Chávez abandona rápidamente el sueño de Bolívar de fundar la nación latinoamericana, a cambio de la sobrevivencia de su llamada “Revolución Bolivariana”, circunscrita exclusivamente al territorio venezolano.
El debilitamiento de las FARC
El Ejército colombiano se ufana de haber derrotado militarmente a las FARC, de haber liquidado a dos tercios de su secretariado en los últimos meses, incluido al legendario Manuel Marulanda “Tiro fijo”. El llamado de Chávez a iniciar las negociaciones de paz tiene una base objetiva, real, incuestionable: la derrota militar de la guerrilla.
¿Qué puede hacer una guerrilla que está siendo aniquilada, no tanto por el poderío militar del ejército colombiano, como por sus propios errores políticos?. Al privilegiar los métodos terroristas y el secuestro de civiles, las FARC sufrieron un desgaste político sin precedentes que aminoró su base social y su fuente reclutamiento, lo que facilito la contraofensiva del ejército colombiano, apuntalado por el Plan Colombia. Nunca debemos olvidar que, como afirmaba Von Clausewitz, “la guerra es la continuación de la política por otros medios”, y en este sentido la guerrilla de las FARC cometió graves errores estratégicos
Si ya no existen condiciones para la lucha armada en Colombia, como afirma Chávez, es una discusión que deben organizar los guerrilleros colombianos, sin ningún tipo de presión o amenazas. En momentos de dificultades, la discusión democrática es el único camino que permite a los revolucionarios valorar objetivamente la situación y delinear las tareas a cumplir. Pero una cosa es discutir cómo seguir la lucha contra el gobierno de Uribe y el imperialismo norteamericano, y otra muy distinta es como finalizar abruptamente la lucha revolucionaria.
Próximamente se realizara una cumbre entre Chávez y Urbe con el objetivo de normalizar las relaciones entre ambos países. Para lograr tal meta, las FARC son un estorbo. Este es el verdadero motivo del giro pragmático de Chávez, que también lo ha llevado a reconciliarse con el monarca español Juan Carlos II.
El acercamiento con la oligarquía venezolana
Chávez no solo está girando a la derecha en política exterior, sino que también esta girando a al derecha en la política interior venezolana. Para algunos de sus seguidores, se trata de una maniobra de cara a las cruciales elecciones regionales de Noviembre de este año, en la que Chávez se juega nuevamente su futuro político después que la derrota en el referéndum constitucional ha envalentonado a la derecha
Chávez quiere ganar las elecciones a cualquier costo y por ello ha girado a la derecha, quiere disputarle la clase media a la derecha, pero en el terreno de la derecha. El más significativo de esto giro interno hacia la derecha es el nombramiento de Alí Rodríguez, como nuevo ministro de Finanzas. El cambio de personalidades casi siempre significa un cambio en la política. Rodríguez ha sido presidente de PDVSA y secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En su discurso de toma de posesión, Rodríguez llamó al sector privado venezolano, léase burguesía, a “establecer un nuevo balance entre un ingreso que debe generarse en la producción interna y el ingreso rentista de los hidrocarburos. Los esfuerzos tanto en el sector público como en el privado deben contribuir al logro de ese objetivo, que no puede ser sólo la búsqueda de un Estado y un gobierno, sino fruto del esfuerzo de la sociedad venezolana que comprende también al sector privado" (El Universal 17/06/08)
El gobierno de Chávez ya no ataca, ni siquiera verbalmente a la burguesía, sino que la está llamando para que juntos levanten la economía. Ahora la burguesía ya no es una clase parasitaria, aliada del imperialismo, sino un sector social clave para el levantamiento de la producción.
Rodríguez ha continuado su cruzada por ganarse a la oligarquía venezolana, insistiendo en que "Hay una invitación abierta para el sector privado, estamos abiertos a mesas de trabajos y reitero la invitación que realizó el Presidente de la República al sector empresarial privado. Hay que cambiar la mentalidad del venezolano de una cultura rentista a una cultura productiva, eso implica generar una nueva ética en el país" (El Universal 23/06/08).
¿Construir una “nueva ética” con la oligarquía venezolana? Los trabajadores centroamericanos debemos seguir con mucha atención la evolución política de los acontecimientos en Venezuela, la derrota militar de las FARC, el posible inicio de la negociación política en Colombia, el giro a la derecha de Chávez, porque todo ello tendrá grave repercusiones para la lucha revolucionaria y antiimperialista en América Latina.