Editorial de COPEMH

Educar al pueblo es el mayor logro de un Estado. Todo gobierno que aspira a ver a sus gobernados libres en su máxima expresión debe esforzarse por darle educación.

Antes de la toma de posesión de la presidenta Xiomara Castro el magisterio hizo un compromiso con el pueblo a través de la representación gremial, hecho en el encuentro con la Comisión de Transición para Asuntos Gremiales, ese compromiso fue participar en una Gran Jornada Nacional de Alfabetización que llevará el nombre del luchador social y brillante mentor José Manuel Flores Arguijo, asesinado por cobardes en su propio centro laboral.

La voluntad del magisterio, manifestada en esa jornada, dependerá de que el gobierno asuma el compromiso generando la estrategia y ejecución, junto al magisterio y diferentes grupos que quieran sumarse, para erradicar el analfabetismo que desgraciadamente ha crecido en los doce años posteriores al golpe de Estado del 2009.

El anuncio de que se están haciendo gestiones al más alto nivel del Estado hondureño para poder contar con facilitadores cubanos que cooperen con educadores hondureños asesorando y capacitando a profesionales de la educación para llevar a cabo, con la mejor metodología, el acto de sacar de la oscuridad del analfabetismo a miles de hondureños y hondureñas. Esto sería un gran logro, que viene como propuesta del magisterio, como colaboración, junto al gobierno, para el pueblo hondureño.

Antes del 28 de junio de 2009 se venía aplicando, en el gobierno de Manuel Zelaya Rosales, un proyecto de alfabetización nacional con el que se había llegado a niveles de erradicación del analfabetismo sumamente importantes, llevándolo hasta un 5% después de estar por arriba del 20%, esto solo pudo ser realizado con la participación decidida del magisterio nacional y apoyo y facilitación del gobierno de aquel momento, lo que se echó a perder, de manera abrupta, al momento de romperse el orden constitucional con la expulsión violenta del presidente Zelaya. Ese acto criminal llevó a tener de nuevo indicadores negativos en materia de analfabetismo elevando el número de ciudadanos que no pueden leer ni escribir.

Al retomar este proyecto de alfabetización como un tema de Estado se estaría dando un paso importante e histórico en el cual el magisterio se involucraría de manera decidida como lo venía haciendo antes del Golpe de Estado, resaltando la colaboración humana y desinteresada de técnicos facilitadores cubanos.

Parece que la campaña mediática en contra de alfabetizar al pueblo ha comenzado, ya comienzan a vociferar su rabia muchos medios de comunicación porque sus amos oligarcas miran como un grave peligro que el pueblo, a quienes explotan, se alfabetice y estudie, ellos saben que un pueblo educado es muy peligroso para sus intereses mezquinos y es necesario, para sus intereses, mantenerles ignorantes en el mayor número y tiempo posible. El magisterio está a la espera de participar y si existe la posibilidad de que sean contratados docentes desempleados en la siguiente etapa del proyecto de alfabetización vendría a ser un elemento extraordinario para asegurar mantener a raya el flagelo más grande para la humanidad como lo es el analfabetismo. No escuchemos los ladridos oligarcas, vamos a erradicar el analfabetismo, claro está que la participación del magisterio será determinante y si es motivado con ajuste salarial y devolución de sus derechos no habrá motivo ni pretexto para participar en la cita patriótica de declarar a Honduras libre de analfabetismo lo antes posible.

Tegucigalpa, F.M. 07 de agosto de 2022.

JUNTA DIRECTIVA CENTRAL

Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH)

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