1.- Con Casi el 100% de las mesas escrutadas, votó el 73% del padrón electoral, con 1.3% de nulos y 1% blancos. Hay un aumento de 4% de personas que se abstuvieron de votar (27%), el más alto del período post invasión. Cabe preguntarse cuánta de esa abstención se debe a personas que repudian el actual sistema de partidos y no ven alternativas dentro de las propuestas. Lejos del proceso impoluto que quiere presentar el Tribunal Electoral, ha habido todo tipo de irregularidades y conflictos, incluyendo desaparición de actas
2.- De los que votaron, el 33% lo hizo por Laurentino Nito Cortizo del PRD y el 31% por Rómulo Roux. Un casi empate técnico que tendrá consecuencias a futuro. También fue fraccionado el voto a la Asamblea Nacional donde el PRD obtiene una mayoría, pero solo del 40% (29 diputados). Este casi empate en la presidencial resta algo de legitimidad y fuerza al nuevo gobierno.
3.- Respecto a la campaña de “No a la reelección” y las denuncias de corrupción contra la Asamblea Nacional parecen haber calado en un importante sector de la ciudadanía, pues varios de los gamonales de la política panameña, con décadas controlando el Legislativo, no fueron reelectos. Otros que en el primer momento parecían haber fracasado han salido en el recuento cargado de irregularidades y denuncias. Pese a que ganaron 5 diputados por libre postulación y varias caras nuevas, no cambia la esencia de ser un órgano controlado por los partidos políticos oligárquicos.
4.- El PRD es el ganador de las elecciones pero comparte el podio con Ricardo Martinelli cuyo partido ha logrado disputar hasta el último momento el resultado y está poniendo 17 diputados en la Asamblea. Lo cual tendrá consecuencias en los procesos judiciales que se le siguen. El voto al CD por una parte del electorado más pobre es una forma aberrante de castigar al gobierno de Varela, al que tienen un odio instintivo de clase.
5.- Si tomamos en cuenta el universo de la ciudadanía (2,757,823 electores), el PRD sólo obtuvo el voto del 23% de aprobación, con un 78% que no lo aprobó. Esto también pesará a la hora de implementar las medidas económicas neoliberales que se vienen, como la reforma del seguro social y las jubilaciones. No olvidemos que el PRD ha sido el partido cuyos gobiernos han implementado más consecuentemente las medidas neoliberales. Esto también le restará legitimidad y capacidad de actuar.
6.- Desde el exterior, algunos medios y sectores del “progresismo” están interpretando que la victoria del PRD es de un partido de centro izquierda, lo cual es un error. Incluso se hacen ilusiones con la política exterior del próximo gobierno. Hay que recordar el twit de David Saied Torrijos contra Maduro, apoyando el fallido golpe de estado de Guaidó. Saied es un asesor importante del equipo económico de Nito.
7.- El 10.7% del voto a José Blandón indica el castigo al partido Panameñista que ha gobernado estos 5 años. Junto a la no reelección de Popito Varela, presidente del partido, implica un repudio a la gestión de Juan C. Varela, como más impopular de los últimos años, lo que con seguridad producirá una disputa por el liderazgo del partido próximamente.
8.- El 24% del electorado castigó al conjunto del sistema político y sus partidos votando por candidatos por libre postulación, especialmente a través de Ricardo Lombana, quien obtuvo casi el 18.88%, de los votos, y Ana M. Gómez que sacó 4.77% de los votos. Parece expresar un sector de la población perteneciente a las capas medias ilustradas, sobre todo jóvenes como el caso de Lombana que ganó todos los sondeos en universidades. Este auge de Lombana se debe a la lógica subyacente de la economía naranja, impulsada desde Estados Unidos, basada en la innovación, las empresas creativas y empoderamiento juvenil, eso resulta, junto a las redes sociales, un atractivo para los jóvenes, como ya ha ocurrido en países como Colombia y España.
9.- Los 13.404 votos de Saúl Méndez, equivalentes al 0.69%, y el que no obtuvieran ningún diputado, implica un duro revés en el objetivo manifiesto de lograr la subsistencia del FAD. Apenas mejoró en algunos cientos de votos el resultado presidencial de 2014, pero no la proporción, que se mantuvo igual (0.6%). Al FAD le fue mejor en las candidaturas a alcaldes, sumando entre todas el 1.6% del total de votos emitidos, lo que totaliza sobre los 30,000 votos. También en las candidaturas a representantes donde obtuvo sobre el 1.3% y al parecer logró la elección de dos en áreas comarcales. Las razones del bajo respaldo a la nómina presidencial de la única alternativa de izquierdas son múltiples y complejas, pero hay tres que son decisivas a nuestro entender:
La situación objetiva de la lucha de clases es desfavorable y está fría o muy fraccionada sectorialmente. Sobre las luchas sociales es que sectores de masas maduran su conciencia respecto a la necesidad de un cambio en el régimen político y el sistema social.
La limitada convocatoria. Era necesaria la constitución de un gran frente popular de organizaciones gremiales, sindicales y populares, como lo planteamos desde el Polo Ciudadano desde el 2018. Si bien se amplió el espectro de la participación en las candidaturas a sectores por fuera de FRENADESO, respecto de 2014, la amplitud fue un tanto selectiva y recortada.
La feroz campaña anticomunista contra el gobierno de Maduro en Venezuela por los medios de comunicación fue utilizada contra el FAD y esto caló en los bajos niveles de conciencia de clase en Panamá.
Hubo déficits en los ejes políticos y programáticos que no ayudaron a sumar sectores de la vanguardia gremial y sindical, a los que no se apeló por su voto y, por el contrario, se restaron sectores de juventud, capas medias y del feminismo.
10.- ¿Qué hacer? Empezar a preparar las luchas que se avecinan convocando a la UNIDAD VERDADERA de amplios sectores populares, al margen de los resultados finales y de lo que hayan votado, para luchar en defensa de la Caja de Seguro Social, las jubilaciones y los programas sociales. Desde la unidad hay que elaborar el Programa de Lucha y empezar a preparar a la clase trabajadora en la necesidad de movilizarse para defender las conquistas.
Panamá, 7 de mayo de 2019.
POLO CIUDADANO (PC)