Por Victoriano Sánchez
Finalmente, después de largas reuniones, los tres sectores que integran la Comisión Nacional de Salario Mínimo (CNSM), Gobierno, empresarios y centrales obreras, acordaron por “consenso, un nuevo reajuste al salario mínimo (marzo 2024-febrero 2025) equivalente al 10.01% en todas las categorías salariales, salvo los trabajadores de Zonas Francas que se rigen por un acuerdo especial de dos años, suscrito el pasado mes de enero.
Insuficiente aumento del 10.01%
En las negociaciones, las centrales obreras habían “levado la parada”, planteando un aumento de hasta el 14%, pero como ya es costumbre, el gobierno se decide por el promedio entre las peticiones de los sindicatos y las propuestas de la patronal. La cifra del 10.01% es simbólica de un supuesto aumento de dos cifras, pero en realidad el reajuste salarial se mantuvo en el umbral de una cifra, a pesar de la elevada inflación.
Alba Luz Briones, titular del Ministerio del Trabajo (MITRAB), anunció que “estamos dividiendo por sectores, sector económico y el período de vigencia: el salario nuevo para el sector agropecuario es de 5,721 con 17 centavos; en la pesca el salario actual será 8,699 con 23 centavos; mina y canteras el salario será de 10,275 con 2 centavos; industria manufacturera el salario será de 7,992 con 75 centavos (…) La electricidad, gas, agua, comercio, restaurante y hoteles, transporte, almacenamiento y comunicaciones, el salario será de 10,493 con 79 centavos; la construcción, establecimiento financiero y seguros el salario será de 12,803 córdobas con 47 centavos; servicios comunales, sociales y personales 10.1% y su salario será de 8,020 córdobas con 47 centavos; Gobierno Central y Municipal 10.1% y el salario será de 7,134 córdobas con 52 centavos" (El 19 Digital, 29/02/2024).
En las principales categorías salariales, el salario mínimo oscila entre 155 y 220 dólares, quizás el más bajo de la región centroamericana. El aumento salarial de los trabajadores de Zonas Francas fue del 8% y tendrá vigencia por dos años, es decir, se mantiene congelado por dos años.
Para colmo, los trabajadores que ganen más 8,500 córdobas mensuales, o sea más de 100.000 córdobas anuales, deben pagar el 15% en concepto de Impuesto sobre la Renta (IR), lo que reduce aún más el insuficiente reajuste salarial del 10.01%. Lo que entra por la bolsa izquierda, sale por la bolsa derecha.
Inflación y desplome de los salarios reales
Según datos oficiales, en los últimos cinco años (2018-2023), a pesar que el salario mínimo promedio en todas las categorías tuvo un aumento nominal del 37,54 (en 2019 no hubo aumento salarial), el poder de compra del salario real cayó 4.07%. La cobertura del salario mínimo promedio mensual sobre el costo de la canasta de consumo básico se contrajo casi 7 puntos porcentuales al pasar de 45.45% en enero de 2018 a 42.30% en diciembre de 2023.
El poder de compra de los salarios se deterioró 19.65% desde enero de 2018 y, redujo su cobertura sobre el costo de la canasta de consumo básico desde 80.75% en enero de 2019 hasta 62.05% en noviembre de 2023.
Actualmente, para inicios del 2024, el precio de la Canasta Básica Total (CBT) de 53 productos ascendió a C$ 19,855.77 córdobas. Con el ultimo reajuste salarial del 10.01%, el salario promedio cubre el 45% del valor de la CBT, reflejando un desplome sin precedentes del salario real.
Bajos salarios y migración masiva
El deterioro de los salarios es, quizás, la principal causa del fenómeno de migración masiva en búsqueda de mejores oportunidades. Se calcula que en los últimos cinco años (2028-2023) más de un millón de nicaragüenses, especialmente jóvenes, han emigrado hacia Costa Rica, Estados Unidos y España, entre otros países.
Comienza a aparecer un fenómeno de escasez de mano de obra, especialmente en el campo. A pesar que en el último año, por falta de pedidos, las maquilas han despedido unos 20,000 trabajadores, estos no se quedan en el país, sino que buscan opciones de sobrevivencia en la migración.
Luchar por el empleo y un salario digno
La situación de los trabajadores es realmente dramática: Aunque la tasa de desempleo abierto se mantiene menor al 5%, con mucho subempleo, la escasez de mano de obra no incide en el aumento de salarios, porque la mayoría encuentra una salida o escape en la migración.
Bajo estas difíciles condiciones, no estallan luchas sindicales o salariales, debilitando aún más a los escasos sindicatos. Aun así, se hace necesario exigir la apertura de nuevas fuentes de trabajo, para evitar que se vaya del país lo más valioso de la juventud, al mismo tiempo exigir que el salario mínimo permita comprar el 100% de la canasta básica.
Si no hay nuevas fuentes de empleo, el Estado está en la obligación de proporcionar a los desempleados una renta básica que le permita alimentar a su familia.