Por Frandav Lifú

Hacer una caracterización del actual gobierno se vuelve engorrosa dado la heterogeneidad del mismo. A estas alturas para nadie es desconocido que con el Golpe de Estado del 2009 se construyó en Honduras un narcoestado liderado por Juan Orlando Hernández. De ahí que, con doce años de inestabilidad social y con los diversos casos de altos niveles de corrupción, el régimen del narcopartido Nacional se volvió incómodo para el gobierno estadounidense y comunidad europea.

En las elecciones generales del 2013 el Partido Liberal y el Partido Anticorrupción (PAC de Nasralla)  facilitaron que se impusiera el fraude con el que ganó Juan Orlando Hernández. Para las elecciones generales del 2017 el Partido Libertad y Refundación (LIBRE) realizó una alianza postulando la candidatura de Salvador Nasralla, al final, por la vía del fraude y de la represión se terminó imponiendo la reelección ilegal de JOH.

El comportamiento derechista de Nasralla

El discurso de Nasralla siempre ha sido de derecha, él se autodefine como de centro pero no es más que una absurda falacia, en la campaña del 2013 si bien es cierto su discurso fue anti Partido Nacional, también tuvo un discurso anti LIBRE y fundamentalista, en esa línea declaró “Yo soy un enviado de Dios. Dios tiene un propósito con cada ser humano que nace y el propósito de Dios con Salvador Nasralla es que sea Presidente para seleccionar a gente honesta y temerosa de Dios para hacer los cambios que el país necesita” Nodal (23/09/2022).

Con su discurso anticorrupción quedó en cuarto lugar con un 13.43 % y ganó 13 diputados, Nasralla aun sigue asegurando que él ganó ese proceso electoral, aunque el Tribunal Supremo Electoral le contabilizó 418,443 votos, que fueron 478,005 votos menos que la candidata Xiomara Castro que obtuvo el segundo lugar.

Los diputados del PAC (de Nasralla) se vendieron al mejor postor y en el 2016 sirvieron para elegir la Corte Suprema de Justicia actual, que siempre fue controlada por JOH.

Entre el 2014 y 2017 el discurso de Nasralla siguió siendo anti JOH pero también anti LIBRE, aun así, se alió con el Partido LIBRE y en las elecciones generales del 2017 se impuso con un fraude descarado la reelección de JOH, aunque Nasralla siempre aseguró que podía ganar solo, el fraude se impuso y Nasralla traicionó al pueblo asistiendo a la trampa del diálogo, mientras pasaba el tiempo y JOH se consolidaba 4 años más. Tiempo después aludiendo a la alianza del 2017 Nasralla dijo “fue una trampa entre Juan Orlando Hernández y Libre para que yo me uniera a ellos y le levantara el partido, pero no me vuelvo a prestar a eso. No me voy a aliar con Libre ni con nadie, yo solo gano las elecciones, ellos son minoría”. El Pulso (26/08/2020).

La declaración anterior no duró mucho y a mediados de octubre de 2021 Nasralla junto a los dirigentes de LIBRE anunciaron nuevamente la alianza, pero, esta vez la candidata fue doña Xiomara Castro, convirtiéndose en la ganadora con un triunfo arrollador.

La falacia de las frases de Nasralla

Gran alboroto ha causado el día de hoy las declaraciones de Nasralla “Lo único que sé es que antes del 2006, la droga que salía de Colombia iba a República Dominicana y después para Estados Unidos… Pero a partir del 2006, se dieron cuenta que era más fácil o más barato pasarla por Honduras, entonces, llevamos 16 años sufriendo ese flagelo”. LP (12/09/2022). En clara alusión al inicio del gobierno de Manuel Zelaya (2006-2009).

En Honduras, es muy fácil saber quién es narcotraficante, basta con observar las instalaciones físicas de casas o de enormes construcciones al mero estilo de narconovelas  colombianas o mexicanas y se vuelve muy obvio de donde provienen los nuevos millonarios. El narcotráfico en el país viene desde la década de los 70 cuando mandaban los militares, y, si algo es cierto, se profundizó desde inicios del siglo creándose el narcoestado del 2010 al 2022. Más allá del “puligato” entre Nasralla y Manuel Zelaya, está la campaña de la ultraderecha que no descansa para sembrar en el imaginario colectivo de la población que ahora estamos peor que en los doce años de la dictadura de JOH.

Las declaraciones de Salvador Nasralla se suman a las de Gabriela Castellanos del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) que en la presentación de un informe manipulado ha “reprobado” el trabajo del Congreso Nacional.

En un país como Honduras ya no se puede meter las manos al fuego por ningún funcionario, sin embargo, si algo es seguro; es el guion a seguir de la ultraderecha para volver a la administración del Estado. Las palabras de Nasralla caen como anillo al dedo a ese propósito.

El pueblo debe organizarse para exigir que se profundicen los cambios por los que votó en el 2021, los discursos de la ultraderecha no deben hacer olvidar la aspiración principal: equidad y justicia social.

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