Por Max Luján
Con el fin de ahorrar 57 millones de lempiras mensuales, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), despedirá a 2000 trabajadores de sus cargos, medida que llevará a todos estos hondureños a engrosar las estadísticas de desempleo en el país. La barrida obedece a una de las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI), de sanear la estatal eléctrica, para llegar a un acuerdo con el gobierno de Juan Orlando Hernández y desembolsar los préstamos que tanto han codiciado el gobierno y su cúpula.
Corrupción y saqueo
La crisis financiera que hoy en día atraviesa la ENEE la podemos relacionar con el mal manejo y los actos de corrupción de las distintas administraciones que han dirigido a la institución. Uno de los casos que mantiene desangrándose a la estatal es el pago millonario por concepto de deuda a los generadores térmicos. Leonardo Deras, subgerente técnico de la ENEE, reconoce que “Todo el déficit de la ENEE es deuda de térmicas”. De igual forma, Miguel Aguilar, presidente del sindicato de trabajadores de la Enee (STENEE), aseveró que en octubre la mora con los térmicos fue de 750 millones de lempiras, lo que implica que la deuda en concepto de intereses incrementó a niveles alarmantes: “Lo más duro es que la deuda que no podemos pagar tiene un interés bastante alto y ese interés ya suma más de 2,000 millones de lempiras” (La Prensa 4/11/2014).
Todo este daño ha sido creado por un monopolio en el rubro energético, que pretende quedarse con el negocio de por vida y que los distintos gobiernos han contribuido a consolidarlo a través de licitaciones amañadas e innecesarias. Otro punto es la mora y robo de energía; el gobierno ha sido cómplice de no actuar de oficio contra las grandes empresas que hurtan energía a gran escala y otras empresas que deben sumas millonarias, pero no así contra el pueblo que a diario recibe los fuertes incrementos y son los que pagan los platos rotos al cortarles el suministro por una deuda de 50 Lempiras. A esto hay que agregar también el gasto millonario e innecesario por concepto de alquiler de edificios donde funcionan las oficinas administrativas, este gasto también beneficia a una pequeña cúpula que alquila los inmuebles a precios exorbitantes.
Privatización de la ENEE
La situación que vive actualmente el país es crítica y alarmante. Desde que ocurrió el golpe de Estado en el 2009, se instauró un proyecto entreguista y de saqueo de las instituciones emblemáticas del Estado. El presente gobierno y el anterior han sido incapaces de sacar de la crisis a HONDUTEL y ENEE; la primera está totalmente privatizada, a la segunda se le está aplicando los mismos pasos a HONDUTEL, y por los vientos que soplan, el gobierno de Juan Orlando Hernández se la entregará en bandeja de plata al sector privado, tal como ha concesionado a empresas privadas el mantenimiento de carreteras, aeropuertos, explotación de minas y el rubro del transporte público. Así lo demuestra el artículo 29 de la Ley de la Industria Eléctrica que instruye a la Junta Directiva de la ENEE para que “antes del 15 de julio de 2015, la institución se transforme en entidad y complete el proceso para escindirse en una empresa de generación, una de transmisión y operación del sistema y al menos una de distribución” (El heraldo 30/10/2014).
El presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso Nacional, Francisco Rivera, aseguró que los planes de rescate financiero de las empresas estatales ENEE y HONDUTEL resultaron siendo una “verdadera farsa”. Datos oficiales del gobierno dan cuenta de que en 2013 solo la ENEE y HONDUTEL le generaron pérdidas al Estado por alrededor de cuatro mil 750 millones de lempiras Unos cuatro mil millones de lempiras corresponden a la ENEE. En el caso de la estatal eléctrica, la empresa comenzó un proceso de rescate por medio de la implementación de fideicomisos con participación de capitales privados. En tanto, el sindicato de la institución ha denunciado que se pretende llevar a la ENEE a una sociedad anónima bajo la segmentación de los servicios (El heraldo, 31/10/2014).
El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), ante la embestida del gobierno para privatizar cuanta institución se le ponga por enfrente, llama a luchar conjuntamente a todos los sectores organizados y no organizados para frenar todo acto que dañe los intereses del pueblo; defender las instituciones estatales y sumarse al apoyo solidario y total a los trabajadores de la Enee.