Los trabajadores sufrimos las consecuencias del saqueo al IHSS

Por Maximiliano Fuentes

Durante las dos últimas administraciones del Estado, tanto el gobierno nacionalista de Porfirio Lobo como el de su sucesor Juan Orlando Hernández, la crisis fiscal, la estrepitosa deuda interna, el enorme encarecimiento de los alimentos, así como las elevadas tarifas de la energía eléctrica, han sido todas trasladadas directamente a los bolsillos de los trabajadores.

Durante este proceso, se ha trasladado el pago de la enorme deuda interna a las espaldas de los trabajadores y empleados públicos mediante la aplicación de una serie de leyes que han lesionado los ingresos, aumentado el precio de todos los artículos de primera necesidad y en algunos casos la pérdida de miles de empleos por el cierre de varias instituciones del Estado.

Por otro lado, la corrupción de los funcionarios de gobierno que han dilapidado las finanzas de instituciones como el Instituto Hondureño de Seguridad Social y la casi extinta Empresa de Telecomunicaciones Hondutel, ha dejado sin el derecho a la salud a miles de hondureños que gozan de los servicios de previsión y salud estatales, además de que se ha dado un despido masivo por la inestabilidad financiera de estas instituciones.

La propuesta del gobierno ante el despilfarro: trasladar la crisis de las instituciones a las espaldas de los trabajadores

La institucionalidad del Estado, antes de buscar a los verdaderos responsables para enjuiciarlos y encarcelarlos por los crímenes de lesa humanidad contra la población hondureña y concretamente contra los trabajadores, ha creado distintas comisiones para garantizar la recuperación financiera de las instituciones que los corruptos funcionarios han saqueado y ultrajado. Tal es el caso de la Junta Interventora del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), que después de haber revelado las escandalosas cifras sustraídas ha dado algunas recomendaciones para reconvertir al IHSS en una empresa eficiente.

Entre ellas sobresale la necesidad de gestionar ante el gobierno de Juan Orlando Hernández la aprobación de recursos que permitan cubrir las necesidades que atraviesa la institución. De igual forma sugieren implementar un mecanismo ágil de cobro de la abusiva deuda de los empresarios que a la fecha asciende a 804.66 millones de lempiras. Como se puede observar, los empresarios extraen la cuota por parte del trabajador, sin embargo no realizan los desembolsos correspondientes.

Desde luego, en ninguno de los casos se establece que los responsables serán enjuiciados, sus bienes expropiados y se mejorará de forma eficiente los distintos servicios prestados por la institución, entre los cuales está garantizar la existencia de los medicamentos que les prescriben a los trabajadores.

El ataque contra el sistema de pensiones

Pero el ataque contrarrevolucionario del gobierno de Juan Orlando Hernández no se reduce a desproteger los derechos de la salud y el empleo, sino que tambiénha reformado las leyes de pensiones y jubilaciones. Así ocurrió con las reformas a la Ley de Injupemp, que por cierto contempla un aumento de la edad de jubilación; de 58 años pasa a 65 años. Además, según la reforma, la implicación para los trabajadores públicos establece que deberán aportar durante 15 años para recibir el gozo de los beneficios de la jubilación.

De la misma manera, se aumentan las cotizaciones y se incluye las cuotas del aguinaldo y decimo cuarto mes. Pero la corrupción no sólo ha salpicado el Seguro Social y el Injupemp, sino también al Impremah; y en una situación de inestabilidad financiera producto de la retención de los desembolsos por parte de las autoridades universitarias, al Inpreunah.

Unidad de los trabajadores en la lucha

Estamos frente a una política económica que intenta arrebatar las más grandes conquistas de la clase trabajadora. Durante el gobierno de Porfirio Lobo, producto del enorme endeudamiento por parte del Estado ante el gran despilfarro de los recursos institucionales por parte de los funcionarios públicos, se intentó hacer uso de las aportaciones del Régimen de Aportaciones Privadas (RAP).

Por todo lo anterior, pero sobre todo por los enormes abusos de los grupos minoritarios que ejercen el poder político y económico en Honduras -aquellos que han visto aumentar de forma acelerada sus grandes capitales a costas del enorme sufrimiento del pueblo trabajador- es que desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hacemos un llamado a todos los trabajadores de Honduras para organizarnos y luchar para frenar esta arremetida del gobierno nacionalista de Juan Orlando Hernández. Solo la más amplia unidad permitirá restablecer las grandes conquistas perdidas durante este periodo.

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