Por Maximiliano Fuentes

Durante las últimas semanas se han manifestado un sinnúmero de desacuerdos y contradicciones entre los distintos grupos de poder y el gobierno de Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández. Dichos desacuerdos han sido plasmados en los medios de comunicación de la derecha golpista, aquella que emprendió, defendió y colaboró para la defenestración del gobierno de José Manuel Zelaya Rosales y la  manutención del gobierno de facto de Roberto Michelleti.

Los medios adversan al gobierno

Acá nos referimos concretamente a la línea editorial del Grupo Opsa, quienes han emprendido un enconado ataque contra la política económica y sobre todo de seguridad del actual régimen. Estos desacuerdos se manifiestan en los distintos encabezados de las noticias que se dirigen a cuestionar de forma profunda la actual gestión administrativa del Estado. Por ejemplo, el día lunes 21 de enero del presente año se publica la siguiente noticia: “Agenda inconclusa marca último año del gobierno de Porfirio Lobo”, argumentando que “en 36 meses, el actual gobierno no ha logrado mejorar las condiciones de seguridad prometidas al pueblo hondureño. Política educativa no ha dado resultados y los servicios de salud a la población siguen siendo deficientes”.

Sin embargo, eso no fue todo, dado que la noticia de ese momento continúa: “En medio de una enorme deuda con los hondureños llega a su cuarto y último año de gobierno el presidente Porfirio Lobo…El gobierno nacionalista comienza la recta final (últimos 12 meses) con más promesas incumplidas que con respuestas a las grandes mayorías…Todo indica que durante 36 meses los esfuerzos de la gestión Lobo han sido insuficientes para mejorar las expectativas de los hondureños que resienten a diario la falta de oportunidades de empleo, los índices de violencia, la carencia de medicamentos en los hospitales, el cierre de las aulas de clases y el encarecimiento de la canasta básica”.

La actitud confrontadora de uno de los medios de comunicación de mayor consolidación de la burguesía hondureña ha creado malestar en casa de gobierno. Por ello, el Heraldo y diario La Prensa publicaron el día domingo 10 de febrero la siguiente noticia: “Lobo Sosa es intolerante a las críticas”, dado que “...el nivel de confrontación que mantiene el presidente Porfirio Lobo Sosa con los medios de comunicación, en especial EL HERALDO y La Prensa, tiene su origen en la intolerancia a la crítica del gobernante. “Lo que está pasando es lo mismo que ha pasado en Nicaragua, en Ecuador y Venezuela, donde hubo un afán de controlar las sociedades y una intolerancia a la crítica de los medios de comunicación”, dijo el analista…“siempre es mejor -o es menos malo- el exceso de libertad de expresión que cualquier forma de restricción”…“resulta verdaderamente preocupante la forma sistemática, permanente, en que se pretende acusar no solamente a medios sino a periodistas individualmente identificados como responsables de una especie de conspiración mediática contra el gobierno”.

Aquellos que una vez fueron los más radicales aliados del régimen, se dieron la tarea de divulgar a través de sus propios medios un video que muestra una terrible masacre por parte de sicarios equipados con armas de alto calibre contra tres jóvenes estudiantes que, de acuerdo a declaraciones, trabajaban dentro de ese espacio. El video fue captado por una de las cámaras instaladas por el actual gobierno en uno de los mercados de Comayaguela el pasado 21 de noviembre de 2012, y  fue divulgado la semana anterior habiendo causado consternación entre distintos sectores de la sociedad.

El Grupo Opsa, empresa de comunicación propiedad del sampedrano Jorge Canahuati, en su momento fiel colaborador de los gobiernos que han favorecido su grupo empresarial, manifestó  el pasado  jueves 07 de febrero: “Ministro de Seguridad ataca a El Heraldo en vez de buscar sicarios” “la virulenta reacción del ministro Pompeyo Bonilla se da en momentos en que la sociedad en general exige al gobierno esclarecer los crímenes. Diversos sectores han cuestionado que en lugar de anunciar una profunda investigación para determinar por qué la Policía mantiene el caso en la impunidad, Bonilla anuncie investigaciones, pero para determinar quién filtró el video a EL HERALDO”.

Pero este desacuerdo ha ido más allá de los medios impresos, también ha tocado las puertas de la televisión, ya que el presentador de televisión, quien en su momento fue uno de los más grandes defensores del régimen espurio y del golpe de Estado, Renato Álvarez, también ha dejado ver sus molestias con el actual régimen.

Lucha entre fracciones de la burguesía

Claro está, como marxistas debemos distinguir entre lo sustancial y lo adjetivo y por ello debemos entender que las declaraciones de los voceros de la burguesía arrastran las críticas y las diferencias de fracciones y grupos en desacuerdo con la política del actual gobierno. En noticia publicada el lunes 21 de enero, también por diario El Heraldo, se manifiesta que el  “periodista Renato Álvarez, director de prensa de TN5 y Frente a Frente, acusó a Juan Orlando Hernández, titular del Congreso Nacional, de fomentar una campaña de odio contra él, que ha puesto en riesgo su seguridad por las críticas que ha vertido contra el funcionario.”

La historia política nos ha enseñado que en el momento en que se manifiestan contradicciones y diferencias entre los distintos sectores de la burguesía y el Estado es por un problema de orden económico, es decir, por negocios frustrados o muy probablemente por la pelea por el control del aparato estatal, fuente generadora de riqueza. Tal es el caso del sector liderado por el actual edil capitalino Ricardo Álvarez, de corte nacionalista y en su momento también vinculado a los sectores ultraconservadores y derecha de la sociedad hondureña.

Álvarez se resiste a reconocer el triunfo de su contendiente del Partido Nacional Juan Orlando Hernández, quien según Ricardo le montó un enorme fraude electoral en conspiración con los organismos electorales, razón por la cual interpuso un recurso de apelación para exigir el conteo de voto por voto del anterior proceso electoral interno, recurso que fue rechazado por la corte de apelaciones liderada por su opositor ante la destitución de los magistrados en diciembre del año anterior.

Las trampas de la Constituyente

Frente a este panorama de amplias contradicciones, el gobierno de Porfirio Lobo ha emprendido una serie de reformas constitucionales, tales como la reforma al artículo 5 que introduce el referéndum y el plebiscito, la creación del juicio político y se ha dicho por parte de los máximos representantes del ejecutivo y del legislativo la instalación de una cuarta, quinta y hasta sexta urna en el próximo proceso electoral. Estos cambios en el régimen generan una serie de dudas entre los distintos sectores de la sociedad hondureña, sobre todo de aquellos que han emprendido una férrea lucha contra el actual modelo político.

Muy probablemente el régimen, fuertemente cuestionado  (la crisis inmensa y pavorosa del Estado, que ni siquiera asegura el pago de sus propios empleados, la consolidación del narco y su vinculación con distintas instituciones del Estado como la policía y los organismos administradores de justicia, el descrédito y el debilitamiento del gobierno ante la falta de empleo y de oportunidades, así mismo la división interna de los dos partidos tradicionales que se manifiesta en la no adhesión de Ricardo Álvarez al movimiento “Salvemos Honduras” de su más grande opositor Juan Orlando Hernández, como la crisis interna del debilitado Partido Liberal), desee emprender una negociación interna con la oposición y de esa manera constituir un régimen pluripartidista en el Congreso Nacional y bajo la figura de cualquiera en el Ejecutivo. Claro está, lo anterior se manifiesta como una hipótesis y no como una realidad concreta, pero por ello abrimos la discusión ante las distintas probabilidades.

El camino de la movilización y de la reorganización de la lucha

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hemos sido muy críticos con el papel del Frente Nacional de Resistencia (FNRP) y su expresión política LIBRE, por haber abandonado la movilización y la lucha e incursionar dentro de la institucionalidad corrupta de la burguesía golpista. Es de aclarar que dicha incursión ha traído consecuencias funestas para los intereses de gremios, sindicatos, organizaciones populares, empleados públicos, dado que el actual gobierno ha introducido una serie de medidas que han puesto en detrimento las grandes conquistas sociales y sindicales. Por ejemplo, los aumentos de salario son raquíticos y para varios sectores ni siquiera se han hecho ni se harán, dado que para el magisterio desde hace varios años los salarios están congelados.

Por otro lado, la crisis económica y social conlleva el flagelo de la delincuencia y de la criminalidad; por el momento Honduras es el país con mayores crimines violentos en el mundo, situación que expone a cada ciudadano, a dirigentes políticos, gremiales, campesinos, sindicales, barriales y populares a ser víctimas de la delincuencia. Es por ello, que proponemos reorganizar la lucha y los objetivos de transformación de la sociedad hondureña, donde solo el camino de la lucha y la movilización podrán abrir nuevos senderos.

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