Por Leonardo Ixim
La alianza oficialista respira tranquila en el Congreso de la Republica, después de la elección de la Junta Directiva para 2025 donde se renovó en su mayoría la actual, a excepción de Sonia Gutiérrez del partido Winak (pueblo en Kiche) el único denominado de izquierda, pero incorporando a las bancadas de los partidos VIVA y Valor.
De tal forma que quedo nuevamente Nery Ramos como presidente de la bancada Azul; como primer vicepresidente Jorge Castro de Visión con Valor (VIVA); Jorge Ayala segundo vicepresidente del partido VAMOS; Kevyn Escobar de la bancada de Cabal; Karina Paz de Voluntad, Oportunidad y Solidaridad (VOS) quien se religió; Mario Gálvez segundo secretario de la Unidad Nacional la Esperanza (UNE); Juan Carlos Rivera tercer secretario de la bancada Bien; Sabino Velázquez cuarto secretario por Victoria; José Pablo Mendoza quinto secretario de Compromiso, Renovación y Orden (CREO).
Ante la situación legal calamitosa en que se encuentra la bancada del Movimiento Semilla, la cual no existe formalmente y sus 23 congresistas están como independientes lo que implica para estos, no poder asumir cargos en comisiones y ante la Junta Directiva, situación que mina la capacidad de gobernabilidad burguesa de Semilla, priorizan sus alianzas con esta serie de bancadas minoritarias derechistas. La bancada semillistas mantiene su disciplina aun que, no todos los diputados y diputadas de ese bloque están conformes por esas alianzas, pero prima el pragmatismo.
Es siempre bueno recalcar que en Guatemala los llamados partidos políticos no son mas que maquinarias electorales cuyos intereses reflejan una casta politiquera con distintas ligaduras a diversas fracciones de la burguesía y los núcleos oligárquicos y a esa característica va encaminado Semilla, el cual nace como producto de las movilizaciones de 2015. A esto se suma la mayoría expresiones de izquierda procedentes de la lucha armada, que producto de su óptica reformista centra su organización solamente en lo electoral y en el parlamentarismo mas obtuso.
Volviendo al tema que nos ocupa, Semilla mantiene la alianza con Ramos de un partido que abandero un candidato presidencial pro sionista, aunque este se ha desmarcado de posiciones conservadores, a eso se sumaron el grupo Jorge Ayala de Valor que se desligo de la impresentable de Sandra Jovel ex canciller del gobierno de Morales y ligada a Zury Ríos; así como Castro de VIVA quien compite por el control de esa agrupación con el excandidato presidencial Armando Castillo. Estas bancadas fueron parte de la oposición conservadora junto a la bancada de VAMOS donde Alan Rodríguez ligado al expresidente Giammatei buscaron armar una planilla junto a Edin Maldonado de la UNE ahora cercano a la excandidata Sandra Torres; la otra facción de ese partido se mantiene en la alianza oficial y lo mismo con respecto a Cabal, entre un grupo oficialista y otro en la oposición.
Las bancadas CREO, Bien y Victoria mantienen su alianza con el oficialismo, mientras que Karina Paz es premiada tras desligarse de VOS (con cuatro legisladores) socialdemócrata, quien han asumido algunas posiciones criticas; lo mismo Gutiérrez de Winak quien es desechada por asumir tales posiciones. Estas bancadas se sumaron entusiastas a darle gobernabilidad a Semilla apoyando a Ramos este año y ahora se desmarcan levemente del oficialismo.
Semilla prioriza alianzas con bancadas que han sido parte de llamado Pacto de Impunidad, dividiendo algunas como Valor, VIVA y la UNE -que tiene el mayor numero de curules- después de las negociaciones en torno a la elección de segundo grado de magistrados para las cortes y las del presupuesto para el otro año aun en proceso, donde los diputados distritales levantan su imagen realizando obra gris.
Si bien algunos congresistas de las bancadas de Semilla, VOS y Winak son sensibles a las demandas sociales, algunos de estos vienen de luchas populares y de hecho impulsan denuncias y exigencias políticas y legislativas, acorde a estas demandas. El fetiche parlamentario de levantar una gobernabilidad para constituir un Estado de derecho centrado en planteamientos democráticos limitados, solo generan falsas ilusiones en sectores organizados.
Es necesario articular una izquierda revolucionaria, que retome las demandas sociales en clave democrática radical permanente, donde la participación en cargo de elección popular sea una táctica para hacerle frente a la hegemonía burguesa.
En ese sentido esa izquierda se debe construir por medio de un frente único de luchas populares, representativo de diversas expresiones de la clase proletaria y los pueblos.