Las mafias enquistadas en la Universidad de San Carlos (USAC), en Guatemala, en contubernio con la burocracia que nace de las prebendas administrativas, han logrado imponerse físicamente con el fraude electoral a favor del exdecano de la Facultad de Humanidades, Walter Mazariegos.

La oposición y la digna resistencia universitaria continúa por medio de las tomas en la Ciudad de Guatemala y varias ciudades del país, además se han hecho algunas movilizaciones y acciones como el plantón del pasado sábado 23 de julio convocado por estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas, o las asambleas virtuales realizadas en distintas unidades académicas, donde participan estudiantes, docentes y trabajadores de servicio y administrativos, que han mostrado su rechazo a la imposición de Mazariegos.

Sin embargo, por el momento las mafias han logrado posicionarse materialmente en el gobierno universitario, en parte por los nexos con otras mafias y facciones de la burguesía que controlan el Estado neocolonial guatemalteco. Pero en parte porque el movimiento universitario contra el fraude no ha logrado articularse con otras expresiones del movimiento popular, lo cual es una tarea pendiente.

En ese sentido, en varias unidades académicas la tendencia es hacia una vuelta a la normalidad, y si bien algunas han intentado implementar procesos de clases que incluyan la discusión de la problemática y manifiesten su oposición al fraude, el desinterés de los docentes y la apatía de los estudiantes es la tónica.

Por otra parte, el Sindicato de Trabajadores de la USAC ha denunciado 25 casos de despidos más una serie de acciones de acoso laboral, eso pese a que la universidad está emplazada en los tribunales laborales, lo cual le prohíbe realizar despidos. Pero además de la denuncia, el sindicato no tiene ningún plan de movilización para frenar esa embestida laboral.

Por la experiencia de tomas de edificios y espacios de la USAC en años pasados, sabemos que las autoridades siempre apuestan a vencer al estudiantado, profesorado y trabajadores en lucha, por agotamiento y cansancio. El Consejo Superior Universitario siempre se las ha ingeniado para continuar sus actividades en otros espacios, mientras los compañeros que sostienen las tomas se desgastan, disminuye su número e incluso surgen conflictos internos; por otro lado, las negociaciones para la entrega de los edificios se centran en procurar que no haya represalias contra los compañeros y se crean mesas de diálogo interminables que no llegan a ningún resultado.

Ahora el CSU ha anunciado que las clases del segundo semestre serán en línea. Consideramos que las clases virtuales en este momento son una estrategia para desmovilizar al estudiantado, atomizándolo en sus casas, e impedir que participe activamente en la lucha para anular la elección fraudulenta de Mazariegos. Esto se hace más evidente si tomamos en cuenta que el sistema educativo nacional ya inició clases presenciales.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), hace un llamado a los compañeros y compañeras estudiantes, docentes y trabajadores a discutir en asambleas democráticas la conveniencia o no de continuar con las tomas de espacios, de proseguir la resistencia con nuevas formas de lucha y movilización. Para ello es crucial exigir al CSU que las clases retornen a la presencialidad, para lograr así la agitación y la organización de los sectores estudiantes, trabajadores administrativos y de servicios y docentes desde dentro de los recintos universitarios, y fortalecer el movimiento universitario contra el fraude de Mazariegos.

La comunidad universitaria de la USAC tiene la palabra.

Centroamérica, 28 de julio del 2022.

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)

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