Por Leonardo Ixim
La cancelación de los partidos políticos Libertad Democrática Renovadora (LIDER), Partido Patriota (PP) y la espada que pesa de parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) sobre la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), el oficialista Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación) y el minoritario Corazón Nueva Nación (CNN), augura una mayor depuración de los partidos.
No sería la primera depuración, pues desde la vigencia de la actual Constitución Política y el establecimiento del régimen político posterior al “Serranazo”, la oligarquía, que salió victoriosa del intento bonapartista de Serrano Elías, logró que el Congreso de la República se renovara, organizando un legislativo provisional en 1994. En esa ocasión, los partidos históricos del régimen político anti-comunista y los primeros que se crearon con la apertura democrática, desaparecieron o fue el inicio en su proceso de defunción.
Actualmente se tiene como fondo las movilizaciones populares de 2015, el ajuste de cuentas de parte de la CICIG y el Estado gringo contra las distintas fracciones burguesas y elites dominantes, así como los procesos penales abiertos, con respecto a diversos delitos, a varios diputados o ex congresistas, a quienes en algunos casos se les ha levantado procesos de antejuicio.
Las jornadas de 2015 se saldaron con la neutralización de Baldizón, un elemento de las élites emergentes peligroso para la oligarquía, y la de otro sector de los grupos emergentes, la UNE, con la victoria del comediante Morales Cabrera.
El proceso de cancelación a los partidos LIDER y PP acaba de concluir apenas en enero pasado. Al PP se le señala de no poder reportar el origen de 38 millones de quetzales, la mayor parte para la campaña electoral por el municipio de Mixco, en el departamento de Guatemala (Prensa Libre 26-01-12). Además, al PP se le cuestiona por usar recursos públicos para campaña y campaña anticipada; mientras que a LIDER de igual forma por realizar campaña anticipada, y sobrepasar el techo de campaña, de un poco más de Q 57 millones de a razón de un dólar por ciudadano empadronado al 31 de diciembre del año previo del evento electoral (La Hora 06-12-79).
Tanto el PP como LIDER, fueron los patitos feos que había que sacrificar, ante los sonados casos de corrupción y el reparto en la legislatura pasada, de los presupuestos anuales. Pese a eso, estos partidos, lograron sendas bancadas en el Congreso, 45 electos para LIDER y 18 el PP, así como importante número de alcaldías, sobre todo para el primero.
Pero el golpe recibido anunciaba su desaparición y los primeros en saltar, tal cual ratas, fueron los alcaldes de estos partidos, que en segunda vuelta apoyaron a Jimmy Morales contra Sandra Torres postulada de la UNE. Posteriormente la bancada de LIDER se redujo a 4 integrantes, apareciendo de ahí, Alianza Ciudadana con 17. Y del PP, se redujo reviviendo el cadáver del Movimiento Reformador con 20 diputados. Fortaleciéndose el partido oficial con diputados tránsfugas de estos partidos y otros, que de 11 aumentó a 37 curules.
En otro sentido, el Registro de Ciudadanos adscrito al TSE anunció la investigación de gastos de campaña en un plazo de 30 días a partir del seis de abril, que podrían cancelar al partido oficialista, a la UNE, principal partido de oposición y CNN que sirvió como partido satélite a Baldizón, que no puede reportar el origen de un millón de quetzales.
Sobre el oficialismo recaen los mayores señalamientos. porque este partido no ha presentado los libros contables al Registro de Ciudadanos, para que fiscalice los orígenes dinerarios entre 2014 y 2015. Con respecto a la UNE, los hallazgos tienen relación a no poder reportar el origen de Q21 millones 500 mil y el alquiler de un helicóptero en 2001 por Q455 mil (Siglo 21 06-04-17).
Los partidos en Guatemala son empresas electorales bajo la égida de un caudillo y caudillos locales; las recientes reformas a la legislación respectiva permiten mayor fiscalización de los orígenes de los recursos dinerarios y en especies, pero mantiene el financiamiento mixto (privado y estatal). Sin embargo, no podemos confiar de esta depuración, vía cancelación de partido o los procesos penales contra diputados por sus evidentes delitos, porque esto beneficiará a la oligarquía, que planea restringir aún más los distritos electorales reduciendo el número de parlamentarios.
Debemos exigir en las nuevas reformas electorales discutidas en el Congreso, que las listas de postulación sean plurinominales, pero sobre todo que los partidos denominados de izquierda, se conviertan en expresión y representación de las demandas populares, sirviendo de tribuna para la movilización contra el capitalismo.